〘 ᴍʏ ᴍᴀʟᴜꜱ 〙

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MARATÓN PORQUE MI ROSA VOLVIÓ PARTE 3

ADVERTENCIA: Se va a tratar el tema de la prostitución y el proxenetismo, además de los abusos, agresiones y demás tópicos que acarrea la situación planteada. Si no se sienten a gusto con el tema y prefieren saltarse este relato, son libres de hacerlo.

 Si no se sienten a gusto con el tema y prefieren saltarse este relato, son libres de hacerlo

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Toda historia tiene un inicio...

Y este es el suyo.

Un reconocido y pudiente empresario falleció cuando su único heredero tenía solo nueve años de edad. La viuda del hombre decidió mudarse a una zona más tranquila, a una casa más pequeña, donde pudieran vivir en paz con su hijito.

Frente a aquella casa en los suburbios, vivía una cruel anciana quien se encargaba de cuidar de su nieto cada día. La mujer no toleraba siquiera la presencia de aquel pequeño, razón por la cual el nene era enviado al patio casi todo el día para que no la molestara.

Y es por la misma razón que ambos niños se llegaron a conocer.

Eran muy diferentes el uno del otro.

El mayor vivía arrastrando esa sombra de tristeza que se le había pegado al alma desde el fallecimiento de su padre, mientras que el más chiquito tenía su cabeza en las nubes.

Pero ese jamás fue un impedimento para que la amistad entre ambos infantes floreciera.

Con dos años de diferencia entre los dos, los pequeños se convirtieron en perfectos cómplices y compañeros. Quienes los veían, apostaban que eran hasta hermanos.

Incluso algunos con una mentalidad más abierta, apostaban que serían pareja cuando llegaran a una mayor edad.

Pero era esa rebosante inocencia la característica más destacada de su amistad. No importaba cuantos años pasaran.

El grande cuidaba demasiado que el pequeño tuviera siempre una sonrisa en su rostro, incluso si debía someterse a juegos poco convencionales. Todo con tal de ver como esos pequeños ojitos se cerraban para dar paso a una sonrisa.

— Con un beso de amor soñé, y un príncipe que me lo dé — cantaba el más chiquito en edad y estatura, siendo observado con diversión por el contrario.

— ¿Te gusta Encantada? — inquirió el mayor, sabiendo que su amigo estaba casi obsesionado con aquella cinta. Incluso la habían visto un par de veces en su casa con su mamá

— ¡Amo Encantada, hyung! Y me gusta mucho la canción. Quiero ser Giselle — comentó con felicidad volviendo a cantar esa línea que tanto había adorado, deteniéndose un momentito después, mirando a su amigo — Jum... ¿Pero y quién será mi príncipe? — fue la pregunta hecha. El mayor lo pensó un momento, antes de sonreír y contarle la resolución a la que llegó.

— Lo seré yo — resolvió con simpleza. Aquella simpleza que caracterizaba la infancia.

— ¿Lo serás? ¡Genial! — exclamó feliz, abrazando el brazo de su mejor amigo, jaloneándolo débilmente por la emoción — ¿Me vas a dar un beso, hyung? Así como el príncipe Edward — le pregunta nuevamente, mirándole con fulgurosa ingenuidad y ternura.

My Malus Is... (ONEUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora