¿Chica bonita? // DekuKami #1

Capítulo 29

Denki come de unas galletas que la señora Midoriya le ofreció, la mujer es tan dulce y amable como su hijo, ella había escuchado con atención todo lo que tenía que contarle, Izuku también lo escucho, tomando su mano y dándole apoyo para hacerlo sentir seguro.

Después de todo lo que contó, la mujer le dio un abrazo y se ofreció a prepararle algo para comer, no había comido nada en todo el día, Izuku por su parte se encargo de curar las heridas que tenia en sus manos, después de eso le ofrecieron unas galletas, las cuales come con calma.

—Den, ¿que harás ahora? —pregunta tomando la mano del rubio.

—No lo se —suelta un suspiro—. Quiero cumplir mi sueño de convertirme en héroe, pero después de escapar de casa dudo que pueda hacerlo —baja la mirada.

—Hey, Den —le habla con dulzura consiguiendo que lo mire—. Mientras no te den de baja de la academia aún puedes asistir y por lo que me contaste, tu papá si se preocupa por ti.

—Si, por eso le deje una carta a él y mis hermanos, de no ser por ellos todo hubiera sido más difícil —suelta un pequeño suspiro.

—Entonce no todo esta perdido, aun puedes cumplir tus sueños —le sonríe con dulzura.

—Eres un ángel, Izuku —mira al chico a los ojos y lo abraza.

El pecoso se sonroja, pero corresponde al abrazo, su corazón se sigue acelerando de esa forma cuando está cerca suyo, sigue estando tan enamorado y es algo que no cambiará.

—Chicos, la cena está lista —llama la madre de Izuku.

Ambos se separan y van a cenar, Denki se siente tranquilo estando con ellos, la cena es calmada, una vez que terminan Izuku se lleva al rubio a su habitación. El chico eléctrico mira la habitación con asombro, el lugar está llena de figuras de All might y diversos artículos del mismo héroe.

—Wow, si que eres un friki —suelta sin pensar, haciendo sonrojar al pecoso.

—¿T-te incomoda? —pregunta avergonzado.

—No, me parece tierno —sonríe dulce.

Izuku sonríe de forma tímida, busca en su armario y una vez que encuentra lo que busca se lo da al chico, una pijama con los colores del traje de All might, Denki pasa al baño y se coloca la pijama, solo es cuestión de minutos para que el rubio vuelva.

—Creo que se me ve bien —ríe bajito.

—Se te ve bien —asiente el pecoso y me hace una seña al rubio, quien se acerca algo indeciso—. Es mejor dormir de una vez.

—Cierto, iras al campamento —suspira y se recuesta en la cama.

Izuku se acomoda en la cama, recostandose de lado, mira al chico con atención, ladea la cabeza.

—¿Estas bien? —pregunta preocupado por la respuesta.

—¿Hice lo correcto? Tal vez debí hacerle caso y aceptar irme a otro lado —el rubio suspira y mira al techo.

—Hiciste lo correcto —dice Izuku, Denki se acomoda recostandose de lado, para poder mirar al pecoso con más atención—. Ella puede ser quien te dio la vida, pero eso no le da derecho a obligarte a hacer lo que no quiera —toma la mano del rubio para apoyarlo.

—Tengo miedo de lo que pueda pasar ahora —habla en voz baja.

Izuku obliga a su mente a buscar las palabras correctas para decirle, recuerda la letra de la canción que le había mostrado, algo indeciso el pecoso comienza a cantar de forma suave y lenta.

—Érase una vez en una tierra muy lejana, un niño vivía bajo la mano de su madre —el rubio ladea la cabeza al escucharlo cantar, reconoció la letra de la canción, se dedica a escuchar con atención—. Él lloro en silencio y nunca habló, su madre se aseguró de que ella tomará las decisiones, cerró la puerta con clavos para que él no pudiera irse, apagó las luces para que no pudiera ver, pero una noche rompió el cristal de la ventana, nada pudo detener su gran escape —el pecoso canta con calma mirando esos ojos dorados.

Denki siente sus ojos llenarse de pequeñas lágrimas, las cuales Izuku se encarga de limpiar con cuidado, continúa con su canto sin apartar la mirada, dejando pequeñas caricias.

—Porque este niño tenía planes que ella nunca entendería... Todos los milagros que vio en sus sueños, todas las cosas asombrosas que él podía ser, así que el niño se escapo de casa ¿ya ves? Niño ve y escribe tu historia. Niño, regocijate porque finalmente eres libre. Niño se quien quieras ser.

Sin poder evitarlo, Denki abraza a Izuku ocultando su rostro en su pecho, el pecoso no lo aparta, solamente sigue cantando dándole pequeñas caricias en su pelo.

—Ya conoces la fuerza dentro de tu corazón, no necesitas que alguien te diga quien eres, ve y di las palabras que sabes que anhelas hablar, niño, niño, sé quien quieras ser —sonríe con dulzura al terminar la canción.

El rubio levanta la cabeza finalmente, encontrándose con esos ojos verdes mirándolo.

—Izu, eres un ángel, eres mi ángel —solloza y lo abraza más, las mejillas del pecoso se sonrojan por el apodo, pero no es impedimento para limpiar sus mejillas.

—Es la segunda vez que me llamas así —murmura avergonzado y sonrojado.

—Es que lo eres —mira al chico a los ojos—. Eres una persona realmente linda, tu corazón es tan lindo y es por eso que me enamore de ti —sonríe, lo abraza más.

Izuku sonríe sin poder evitarlo, esta seguro de que sus sentimientos no han cambiado, pero aún le es un poco difícil asimilar la situación. Recuerda su charla con Shoto, le encantaría pedirle que sean novios, pero realmente no se siente del todo listo para dar ese paso, necesita adaptarse nuevamente a todo eso.

—¿Tú nombre real es Den? —pregunta con curiosidad el pecoso.

—En realidad es Denki —dice sin apartarse—. Pero ella prefiere que sea solo Den.

—Denki... —habla en voz baja y lo piensa por un momento, sonríe—, me gusta tu nombre, Denks.

—Izu... —Denki habla levantando la cabeza.

—¿Si? —Izuku ladea la cabeza.

—¿No te incomodo? —pregunta un tanto inseguro.

Amo a Izuku, pero lo que menos quiere es hacerlo sentir incomodo, Denki está consciente de que toda esa situación puede ser muy... Extraña e incluso incómoda.

—No lo haces —le sonríe y lo abraza más—. Vamos, es hora de dormir —dice dejando pequeñas caricias en su pelo.

Denki se acurruca y se deja mimar, quedándose dormido en los brazos de pecoso, Izuku suspira, solo necesita tiempo para acostumbrarse y asimilar completamente la situación, seguro que el campamento podría ayudarlo con eso.