06.

632 29 7
                                    

Me di la vuelta para ver quién era y resultó ser Neytiri, la cual me hizo un gesto para que fuese hacia donde estaba ella. Yo solo hice caso y me acerqué a ver qué era lo que pasaba y para qué necesitaba.

- Dameri, lamento interrumpirte pero Neteyam ha despertado y quería que le viese.

Mis ojos se llenaron de alegría al ver que había conseguido que una persona despertase del más allá incluso cuando ni yo misma confiaba en mí. Caminé rápido hacia donde me decía Neytiri hasta que llegamos a la casa, y ahí le vi, tumbado y con muy pocas ganas de siquiera hablar o moverse, me senté a su lado y lo observé por segundos, vi como abría sus ojos y me miraba directamente. 

- ¿Te sientes bien Neteyam?, o simplemente con las ganas de poder pronunciar una simple palabra.

Neteyam sólo me miraba, no insinuaba ni una sola palabra así que me levanté y hablé con la señora Sully.

- Bueno, Neteyam claramente estará mejor, solo necesita comer saludablemente y descansar, no es algo fácil eso de revivir.

Neytiri me dio una sonrisa para luego darme las gracias e invitarme a dormir en su casa ya que yo dormía en la casa del jefe de la aldea, respondí que sí pero que iba a buscar a mis hermanos, ella me dijo que por favor trajese a sus hijos así que salí a buscarles. Caminé un rato hasta que les encontré y fui a hablarles. 

- Melvert, Erounw, es hora de ir a dormir, hoy dormiremos en casa de los Sully así que andando.

- ¿Pero no es muy pronto para irse a la cama? - Dijo Erounw.

- Dameri ha dicho que ha dormir así que a dormir, recuerda que hemos venido con la condición de hacerle caso. - Dijo Melvert con un tono gracioso.

- Y en cuanto a vosotros vuestra madre me ha dicho que también debéis ir a vuestra casa ya. A sido un placer Tsireya e igualmente contigo Ao'nung, hasta mañana. 

Ambos se despidieron tanto de mí como de los demás, íbamos yéndonos todos, yo iba detrás puesto que no quería hablar con nadie hasta que veo que alguien se queda esperándome lo cual me sorprende. 

- Oye, ¿por qué eres tan tímida? - Dijo Lo'ak

- Bueno, no es que sea tímida, es que toda esta situación es nueva para mi.

- Pero no te preocupes, todos son muy amables y no te juzgarán, te lo prometo. 

- Muchas gracias por decir eso, en verdad necesitaba oírlo. - Dije tocándome la nuca.

Lo'ak se quedó parado, me cogió de repente de la muñeca y me apartó del grupo llevándome a un sitio donde no había nadie, me entró un poco de pánico esta acción.

- ¡Oye que te pasa por qué me coges así!

Lo'ak cogió mi mano derecha y la alzó apuntando mi palma hacia su cara y con un tono un tanto fuerte exclamó:

- ¿Se puede saber por qué tienes 5 dedos? Y no me inventes cualquier cosa porque sé que nadie tiene 5 dedos.

Mi cara cambió completamente a una de enfado, quité mi mano con brusquedad e iba a irme sin decir una sola palabra pero volvió a cogerme del brazo nuevamente. 

- Si te crees que te vas a ir sin explicarme nada estás muy equivocada así que puedes ir contando. 

- Eso no es de tu interés, a parte no eres el más indicado para hablar porque me he fijado en que tienes 5 dedos al igual que tu padre.

- Mi padre era un hombre del cielo pero ya no, ahora es un Na'vi, no tengo nada que ocultar así que supongo que tú tampoco.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, Lo'ak al ver esto su cara de enfado cambió completamente y me miró con pena

- No, yo lo siento Dameri, de verdad no quería, perdóname. - Dijo mientras iba a abrazarme.

La situación era muy rara, recibir un abrazo de alguien desconocido no lo esperaba y menos llorar. Me separé y lo miré a los ojos. 

- Lo'ak, yo era una chica del cielo.

Dameri (Avatar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora