8 | El Marrón De Sus Ojos

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Khan y yo éramos cada vez más cercanos, pero al mismo tiempo Aslan se convirtió en mi confidente más cercano debido a que lo veía a diario, Aslan era quien escuchaba todas las canciones que Khan me dedicaba, los mensajes y cuando el tocaba guitarra Aslan era número uno para criticar diciendo a mira ahí desafinó.

Aslan Bolat.

Azly es increíble me ayudó con unos dibujos para mi novia y algunas frases, se caracteriza por ser divertida con sus amigos y seria en momentos oportunos.

Es algo reservada pero últimamente me ha contado mucho sobre su famoso amigo Khan, me he ganado su confianza al punto de dejarme su celular para ver lo que escribe con él y también me comparte Internet para hablar con Irem.

— Te faltan dedos — Dijo Azly mientras yo tecleaba en mi celular, la vi salir y decidí revisar algunas cosas en su celular.

Me metí a su galería encontrando fotos de ella en una piscina por Dios con lo tranquila que es nunca la imagine en traje de baño, estaba tan concentrado observando cada foto de su familia y amigos.

— Hey ¿que haces revisando esto? — me arrebato el celular de las manos.

— Nada nada — dije algo nervioso.

— No tienes porque revisar eso — no sabía que responder ahora ¿que invento?

— Está bien disculpa — se llevó su celular me quedé sin Internet y sin observar las fotos.

No hablamos mas durante el día quedamos en hacer un proyecto juntos pero solo hablamos de eso.

Azly Ercel.

Revisé mi celular y tenia varios mensajes de Khan más canciones, era algo que adoraba me parecía muy tierno de su parte.

— ¿No tienes tarea? — Preguntó mamá.

— Estoy en eso.

— Yo solo te veo en ese celular — me regañó.

— Ya lo dejo — Deje el celular hasta que me dejó sola en mi habitación, respondí los mensajes del proyecto a Aslan.

El profesor de cultura física nos propuso un baile como nota de exámen, las chicas lo organizaron y debíamos reunirnos todas las tardes, Aslan pidió ser mi compañero de baile pero la coreógrafa no lo aceptó por ser mucho más alto que yo.

La rutina de mis días era ir al colegio salir, llegar a casa, comer cambiarme y volver a salir para los ensayos en la tarde, esto me estaba matando, pero no podía negar que había ayudado mucho en la manera de menear mis caderas.

Aslan Bolat.

Desde hace un tiempo atrás Irem esta algo rara diría yo distante, puede ser por lo que no nos vemos seguido, ya no sé de que manera llevar la relación, no se si realmente esto esté funcionando.

Solo eran largas horas de llamadas y mensajes constantes, todo se había vuelto monotonía, no sabíamos si era costumbre o amor verdadero.

Los días pasaban y seguíamos en lo mismo habían peleas constantes y nos dormíamos sin un adiós. 

Tratábamos de que funcione, vaya que tratábamos.

Como me gustaría sentir sus caricias sus besos. Veía parejas en todos lados. Y sentía envidia realmente la sentía.

Todo eso me lo guardaba no me gusta contar mis problemas, reservarlos es lo mejor que puedo hacer, por mas cerca que estuviera por una llamada o un mensaje me sentía aún más alejado de ella.

Creo que Azly lo empezaba a notar mis cambios de humor constantes, ya no solía pasar todo el receso hablando con Irem, pasaba más tiempo con ella nos reíamos, hablábamos aún no sabía si me había ganado su confianza pero tratábamos de llevarnos bien.

— Otro día mas que no me dirás ¿que te pasa? — Dijo Azly con una sonrisa que la caracterizaba.

— Ya te he dicho no es eso — Me interrumpió.

— Siempre es lo mismo contigo — Se cruzó de brazos.

— Te lo diría si nadie nos escucha pero ya ves aquí las paredes tienen oídos — Me refería a Gamze.

— Ok me resignare a nunca saber de tu mal humor.

— Vaya hay mucho interés — Gamze se metió a la conversación.

— Sigamos ensayando o quedaremos mal — Dijo Azly y negué con la cabeza porque lo mío no es el baile, definitivamente no.

— Vamos — Tomé del brazo a Azly y empezamos a practicar la coreografía ya que no había llegado su compañero de baile.

— Lo haces bien — Azly se refería a mí, pero eso ni yo me lo creo.

— jaja si claro — Me perdí en sus ojos, en el marrón de sus ojos.

— Deja de mirarme así — La vi sonrojarse y continuamos bailando.

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