My crystal girl || SeoJun

UNO

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Intentaba concentrase en leer su libro, no quería ver el camino hacia  Saebom High School. Detestaba a su madre por haberla inscrito en ese colegio, a pesar de haber sido testigo de sus terribles pesadillas y ataques de ansiedad.

La mujer que iba a su lado carraspeo, al no escuchar alguna respuesta le arrebato el libro de las manos.

— ni siquiera estaba leyendo — dijo viendo hacia la nada.

— Cassi lo estoy haciendo por tu bien — respondió con su tipica voz fingida que intentaba aparentar empatizar — escapar a EE.UU fue un grave error.

— no lo fue...

— no tenias control, hacias lo que querias sin importarte las consecuencias y tu padre te apoyaba — respondió dejando el libro en el regazo de la joven — además tengo buenas noticias para que no sigas con esa expresión de muerto... Lee Su-Ho esta en Japón y Han Seo-Jun ya no estudia porque esta trabajando para mantener a su familia.

La joven miró a su madre, mientras se quitaba los lentes de sol y los guardaba  — no sabes como estoy saltando de alegría — respondió con evidente sarcasmo.

Aunque no quisiera admitirlo, lo que más anhelaba era verlos. Apesar de que sería muy doloroso no hablarles.

— es mi última oportunidad, no la desperdicies — respondió cuando el auto se detuvo, la expresión de la mujer se endureció — no estoy para soportar tus berrinches y quiero que no faltes a tus practicas.

— comprendí perfectamente — el chofer le abrió la puerta — que te vaya bien en tu viaje.

La joven salió del auto cargando su mochila y llevando su libro. Inmediatamente las miradas se fueron hacia ella.  Para Cassiopeia era normal que la miraran así, pues no tenía los rasgos asiáticos coreanos, su padre un piloto y arquitecto Europeo muy conocido en varios paises. En tanto su madre era una patinadora profesional y actualmente era primera ministra en Corea. A veces no entendia como su padre se había fijado en su madre, eran como el agua y el aceite.

Se detuvo a escuchar el sonido de una motocicleta, al ver hacia donde provenía quiso salir corriendo pero sus pies simplemente no se movieron. Solo su cabeza se movió hacia la izquierda, si antes quería correr ahora estaba a punto de desmayarse. Sus ex amigos se encontraban a unos metros sólo mirándose.

— ahhhh ¡no puede ser! ¡Cassi!.

La voz de Choi Soo-Ah le taladro los oídos, sus ex amigos y Cassiopeia cruzaron rápidas miradas. De inmediato ella giró sobre sus pies.

— hola — sonrió cuando Soo Ah se lanzó a sus brazos.

—¡no puedo creerlo!— exclamó saltando junto a ella.

— sueltala la asfixias.

— Kang Su-Jing — dijo con una gran sonrisa.

La nombrada la abrazó con delicadeza — bienvenida.

Ella notó a una chica muy linda, estaba detrás de su amiga con una sonrisa nerviosa — hola — la saludó.

— hola — respondió nerviosa — me llamó Im Ju-Gyeong — se presentó inclinándose levemente hacia adelante.

— Cassiopeia Edevane, solo llámame Cassi — respondio asintiendo.

— tienes que contarnos todo — dijo Soo-Ah emocionada llevándola hacia el colegio.

— realmente todo fue aburrido — dijo bajando la mirada para no encontrarse con las miradas de sus antiguos amigos y solo pasó por sus lados como si no los conociera.

— pensé que EE.UU era un paraíso, como en las películas — respondió la chica de cabello corto haciendo un puchero.

—  lo único que me gustaba era que no habían reglas — respondió ladeando una sonrisa — por ejemplo... en la forma de vestir o en los estándares de belleza.

Cassiopeia había nacido en Inglaterra, sin embargo desde los dos años, su madre la trajo a Corea después del divorcio. A medida que crecía no podía hacer amigos por sus características físicas, de hecho nadie creía que fuera la hija de la talentosa coreana Song Ha-Neul, tal vez en lo único que se parecía era en el cabello castaño oscuro. Pero si ella mostraba una foto de su padre, era como una versión femenina de él, Cassiopeia tenia ojos azules claros, las facciones faciales marcadas delicadas, unos labios rosados carnosos, su estatura era de un metro setenta y un cuerpo perfectamente proporcionado. Cuando llegó a Saebom a estudiar no se sentía cómoda, su madre insistía en que debía estar en ese lugar pues asi las personas la apoyarían cuando ella ascendiera a Ministra, sus compañeros no dudaban en golpearla y romperle sus cuadernos hasta que Han Seo-Jun y  Yun  Se-Yeon  la defendieron, luego ayudaron a Lee Su-Ho que también sufría acoso de sus compañeros por venir de Japón. Por último conoció a Soo-Ah que le dio su casaca para que se abrigara cuando Jiyu le había lanzado agua, desde ese dia se volvió su mejor amiga.

Sus amigas se fueron al salón y ella se fue a la dirección a recoger su carnet.  Al llegar el director  la recibió prácticamente con vítores.

— ¡ya volvió el diamante de Saebom! — dijo con una gran alegría — tus calificaciones son maravillosas ¡esplendidas! ... matemáticas, comunicación, idiomas, ciencias, música y deporte ¡todo un prodigio!.

Mientras el director seguía hablando de las cualidades de la castaña el subdirector le entregaba su carnet, ella agradeció con una reverencia.

— señor director... gracias... ya es hora y tengo que volver a clases — dijo cuando el hombre había empezado a hablar de su madre.

—¡por supuesto!— dijo el señor con una gran sonrisa —¡ bienvenida a Saebom High School!.

— gracias... — dijo asintiendo.

Giro sobre sus pies, se detuvo al ver a Seo-Jun. Bajo la mirada y paso por su lado, supuso que también era su primer día de clases.

Camino apresuradamente hacia su salón, cuando giro hacia la derecha se detuvo en secó  — genial... lo que me faltaba —  sé dijo mentalmente al ver al grupo de chicas que la molestaban hace unos años.

— ¡con que no era una broma!— dijo la lider del grupo.

— Jiyu... — murmuró la ojiazul

Una chica pasó por su lado golpeándola con su hombro — creo que ya no tiene quien la defienda, vi como Seo-Jun ni siquiera volteó a verla.

El grupo de chicas sonrieron maliciosas, sin darse cuenta que Seo-Jun escuchaba desde la esquina. Si bien es cierto que los tres no se hablaban, él joven tenía un gran cariño por Cassiopeia y aunque estaba molesto con ella no iba a dudar en defenderla.

Todo pasó muy rápido, Jiyu habia alzado su mano para golpear a la castaña, a su vez Seo-Jun que habia corrido para defender a su ex amiga, pero se detuvo de golpe al ver como  Cassiopeia le habia roto de un puñete la nariz a Jiyu.

— ve a llorarle al director o a tu madre, porque ya no estoy para tus estúpidos juegos — dijo mientras se limpiaba la mano con un pañuelo — veamos quien sale ganando.

La amiga de Jiyu solo avanzó dos pasos para querer golpear a Cassiopeia, pero se detuvo al ver a Seo-Jun y solo se hizo a un lado para dejar pasar a la joven.

Al llegar fue recibida por el Sr. Han con una amable sonrisa, la hizo sentarse a lado de Su-Jing. Seo-Jun fue recibido con una rápida bienvenida y para la mala suerte de la castaña se sentó detrás de ella.