My crystal girl || SeoJun

CUATRO

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—¡es suficiente!— Su-Jing se puso al medio de los chicos para separarlos — en la mañana los castigaron ¿no creen que es estúpido pelear en estos momentos? — preguntó, los ex amigos solo se miraron como si quisieran matarse o enterrarse vivos.

— Su-Jing tiene razón — dijo Ju-Gyeong, los demás prestaron atención — todos queremos saber como se encuentra Cassiopeia.

—  llame al señor secretario Kim Kwan...— todos miraron a Soo-Ah, ella se sonrojo ligeramente por las atentas miradas de sus compañeros — pero no me quiso dar la dirección de la nueva casa de Cassi... dice que la señora Song le prohibió dar información por seguridad. Solo me aseguro que va a volver al colegio en los próximos días.

— al menos lo intentaste — dijo Su-Jing suspirando — me temo que tendremos que esperar.

La mente de Seo-Jun se iluminó como si fuera un relámpago, se quería golpear al no haberlo pensado antes — buena suerte, espero que la encuentren — dijo empezando a caminar.

— idiota — murmuró Su-Ho cruzando sus brazos, sabía que Seo-Jun tenía información por la tranquilidad con lo que les había deseado buena suerte.

Él se detuvo — me sorprende que no sepas donde esta  —  dijo encogiendo sus hombros  —¿no que la conocias como la palma de tu mano? Recuerdo que en algún momento dijiste que con ella te casarias — soltó una sonora carcajada y continuó con su camino.

Todos vieron a Su-Ho con sorpresa, él se sintió un poco incómodo, pero decidió concentrarse para encontrarla.  Por su mente pasaron miles de recuerdos hasta que se detuvo en uno en concreto, un recuerdo donde Cassiopeia estaba con gripe que no pudo ir al colegio y a las prácticas, dos días después aún con los síntomas, la señora Song la había hecho faltar a clases tres días y dedicarse solo a su entrenamiento.

— sé donde esta — dijo caminando.

Soo-Ah, Su-Jing, Ju-Gyeong y Tae-Hoon corrieron para alcanzarlo. El trayecto en el bus fue en completo silencio, solo habían algunos miradas rápidas hacia Su-Ho que sólo miraba por la ventana, mientras recordaba las palabras de Seo-Jun.
El día que Cassiopeia había sido golpeada con la pelota, había ido a buscarla a la enfermería después de cumplir el castigo, la enfermera le dijo que la habian llevado de emergencia al hospital, definitivamente había sido uno de los peores dias de su vida. No podía negar que el amor que sentía hacia Cassiopeia no habían desaparecido. Pero también sabía que que no era el único que se había enamorado de ella, Se-Yeon había tenido sentimientos románticos y Seo-Jun aunque lo negará mil veces sabía que también sentía algo por ella.

Su-Ho inconscientemente soltó una pequeña risa triste, se preguntó en qué momento los tres se habían enamorado de Cassiopeia, de pronto a su mente llegó la letra de la canción que un dia Seo-Jun les habia mostrado "Ella es una niña de cristal, refleja los objetos que se encuentran a su alrededor... cambia de tonalidad con la luz de las estaciones. Se puede leer tal cual como un libro abierto, en especial cuando esta triste o feliz... esto en ocasiones hace enfadar a las personas, ya que resulta insoportable poder ser testigos de los sentimientos más reales y transparentes". Esa letra la describía perfectamente y le hacía comprender porque Cassi se había convertido en el primer amor de los tres.

— Su-Ho...

La voz de Su-Jing lo hizo salir de sus pensamientos — ya estamos cerca...

Bajaron en la parada, al frente vieron un estadio de no tan grandes dimensiones.

— nunca había venido aqui— comentó Ju-Gyeong con una sonrisa ladeada.

Los cinco vieron la motocicleta de Seo-Jun estacionada, entonces confirmaron que estaban en el lugar correcto. Al ingresar al lugar vieron una hermosa pista de hielo.

— ¡ya la vi!— dijo Soo-Ah apuntando hacia  el lado izquierdo.

— no grites tanto — regañó Su-Jing.

— hay que acercarnos — dijo Soo-Ah aún con su sonrisa.

Caminaron hasta llegar a unos cuantos metros de Seo-Jun, que estaba sentado mirando a la castaña.

Cassiopeia estaba muy agotada, no había parado de entrenar en casi dos horas y su entrenador le había dicho que tenía que hacer toda la rutina sin fallar para que se pueda ir.

—¡VAMOS!¡TU PUEDES!— él gritó de Soo-Ah hizo que ella la buscará, no pudo evitar sonreír al ver a sus amigos, se sorprendio al ver a Seo-Jun y a Su-Ho.

— ¡concéntrate!— dijo César provocando que diera un pequeño saltó y de inmediato asintió — ve al centro.

Cassiopeia fue al centro una vez más, pero esta vez era muy diferente porque sentia que podia lograrlo. La canción " Praying" de Kesha empezó a reproducirse y ella sólo se dejó llevar.

Cuando la ansiedad llegó a su vida la privó de esa libertad; libertad de respirar bien, de sentirse tranquila, de disfrutar la vida sin presiones, estaba  en un estado de expansión y movimiento libre, en el que ella podía decidir cómo pensar y cómo sentirse. Después de tanto tiempo el patinaje le habia otorgado una sensación de libertad, algo que solo una vez pudo sentir cuando su padre la vio por primera vez entrenando.

Al terminar hizo su saludo de despedía y patinó hasta llegar a donde se encontraba su entrenador, mientras sus amigos aplaudian y lanzaban vítores.

— nada mal... — dijo el entrenador girando sobre sus pies — puedes irte, te veo mañana a las cinco de la tarde.

— hasta mañana, entrenador — dijo ladeando una sonrisa y fue hacía sus amigos.

— ¡estuviste asombrosa!— exclamó Ju-Gyeong cuando la chica estaba acercándose.

— ¡ese vestido azul te queda bien!— halagó Soo-Ah  levantando ambos pulgares.

— ¡Su-Ho se quedó sin palabras! ¡no sé si sea por el vestido o por tu presentación! — dijo Tae-Hoon, al mencionado se le subió la sangre al rostro.

—¿qué hacen aqui?— preguntó con una gran sonrisa.

— vinimos a ver como estabas — respondió Su-Jing tratando de sonreír, aún no había podido procesar la idea de que a Su-ho le gustará Cassiopeia, pero lo intentaba llevar con optimismo.

— yo vine a entregarte esto.

Seo-Jun levantó la mochila de la joven.

— ah... lo había olvidado — respondió con un  sonrojo en sus mejillas.

— también te traje chocolate caliente y donas — dijo levantando la otra mano y mostrando la bolsa con un vaso grande y una caja, Cassiopeia iba a hablar, pero él la interrumpió — no quiero un no, debiste estar entrenando desde la mañana, te vas a resfriar.

— b b bueno... sólo iba a decirte que iría a cambiarme, no he almorzado y quiero una de esas donas — dijo bajando la mirada apenada.

— rápido — exigió el chico.

Ella sólo frunció el ceño aún con una sonrisa, a veces Seo-Jun se comportaba raro.