Danna Wolff nacida en Palermo, Italia, hija del multimillonario ejecutivo de deportes y el director del equipo Mercedes - AMG Petronas F1 y ex piloto Toto Wolff y de Susie Wolff ex piloto de carreras.
Teniendo un hermano llamado Jack Wolff, llamándo...
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Buscaba con la mirada el auto que suponía Charles tendría en este momento, hasta que un ferrari color negro mate con el número 16 a su lateral me saco de mis pensamientos, viendo como el vidrio bajaba dejandome ver la sonrisa significativa de Leclerc.
– Buon pomeriggio bella signora – enarqué una ceja y negué sonriendo.
– ¡Es Charles Leclerc! – Se escuchaban los murmullos al fondo.
– Dios – cerré mis ojos mientras vi como él abría la puerta por dentro del auto dejándome entrar – Vamos.
– Charles! danos tu autografo!
– ¡Vamos! – insistí de nuevo escuchando como las llantas del auto rozaban contra el pavimento creando un derrape, mientras abrochaba mi cinturón.
– No me dejaste disfrutar a mis fans – río moleston remarcando su acento italiano al hablar.
– Si te dejo que les des autógrafos, no terminas nunca – voltee a verlo.
– Eran pocos – hizo un puchero.
– Creeme, que hasta las que no te conocen se acercarian solo porque eres guapo, Charles.
– Me dijiste Guapo.
– Era solo para que el ego te suba – sonreí ladeado mientras miraba el camino acomodando mi mochila por enmedio de mis piernas.
– ¿Cómo te fue hoy?
– No quiero hablar de ello – negué cerrando mis ojos mientras el aire entraba por la ventana chocando con mi piel.
– Uhm, no tan bien por lo que veo – negó – y sabes ¿por qué nos han citado en Mercedes?
– ¿Nos han? ¿A quienes más han citado?
– Ahm, bueno antes de salir de ahí, vi a Alpine, McLaren, Haas, Red Bull , nosotros– hizo una mueca – No se quienes faltaran la verdad, pero creo que todas las Escuderías estarán presentes.
– Y si todos estarán presentes, ¿para qué quiere que mi papá que yo llegue? – me cuestionaba a mi misma.
– ¿A lo mejor te quiere para que veas las reuniones? – respondió Charles estacionando el auto frente a la sede de Petronas.
– Dudo mucho, si antes no lo hacía menos ahora – reí bajo dando una negación mientras bajaba del auto junto con él.
Entraba al lugar mientras me hacían una revisión en mi mochila, y pasaba por el detector de metales.
– Siendo hija de Toto Wolff aún así ¿me hacen esto? – Negué ofendida mientras los policías reían.
– Son las tres – indicaba Charles acomodando su reloj en su mano.
