- CAPÍTULO 9 -

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– 12:00 AM –

Danna Wolff –

El silencio reinaba entre ambos, el aire entraba por la ventana baja del lado de Carlos solté un pequeño suspiro captando su atención.

¿Sucede algo? – murmuró poniendo su otra mano encima de la palanca de cambios, estaba roja y con pequeñas manchas de sangre corriendo de ella.

Nada – murmure de igual forma tomando su mano y negar

¿Qué harás?.

– Nada – refunfuñe sacando una toallita húmeda, y pasarla por su mano quitando las gotas de sangre.

No deberías... – lo interrumpí.

– No me digas que no debería de hacerlo, lo estoy haciendo porque lo has hecho por mí y es la única forma de pagarlo – musitó en un aliento.

– Okey ya no diré nada más – río, tomo mi mano acercandola a sus labios y dejar un beso en ella con una sonrisa.

Sentí mis mejillas automáticamente arder, esa acción que sabía que solo él ocasiona en menos de 2 segundos, su sonrisa ladeada y su mano enganchandola con la mía mientras la ponía en su pierna manejando.

Levante mi vista notando que el camino era diferente a lo que voltee a verlo de nuevo.

¿A dónde vamos?, este camino nunca lo hemos tomado – dije con cierto desconcierto.

Si vamos a los departamentos, toma en cuenta que habrán miles de reporteros esperando su nueva primera plana – relamió sus labios, soltando por unos segundos el volante para hacer su cabello hacia atrás, mientras pequeños cabellos rebeldes volvían a su frente haciendo que se viera como todo un Bad boy.

– Uhm, tienes razón, Bad boy.

– Bad Boy? – frunció su entrecejo volteando a verme con cierta sonrisa molestona.

Olvidalo – negué viendo de nuevo el camino detenidamente.

Nunca había conocido Bélgica, las calles estaban aún transitadas a pesar de la hora que era, me quite los zapatos subiendo un poco mis rodillas al sillón y recostar mi cabeza viéndolo manejar con una mano, sintiendo su mano acariciar la mía dejándolo hacer aquello.

Estaciono el auto frente a la playa, frunci mi nariz volteando a verlo.

Estamos...

– En la playa, vamos – soltó mi mano estirandose hasta mi lado y tomar mis zapatillas, mientras bajaba del auto haciendo que yo imitara su acción.

Al bajar el aire caliente toco mi piel haciendo que sonriera, caminaba a su lado escuchando el mar chocar contra sí misma, sentí como su mano tomó la mía poniéndola en su brazo y así poder sostenerme de él hasta llegar a una casa un poco alejada del mar y casi del público. Una casa con paredes de vidrio de dos niveles, creo que ya me estoy acostumbrando a ver ese tipo de casas, al entrar era un espacio bastante grande, sonreí ampliamente caminando lento notando cada pequeño detalle de esta, un sillón colgante y por debajo una piscina para descansar, una pequeña sala con una fogata por enmedio de esta, voltee buscando con la mirada a Carlos el cual ya no tenía camisa y solo tenia un short dejándome ver su marcado abdomen, camino hacia mi algo rápido tomando mi cintura cargarme y ponerme encima de su hombro.

Carlos, Carlos! – decía en alto sabiendo lo que iba a hacer.

Toma aire – dijo antes de saltar junto conmigo hacia la piscina.

Cerré mis ojos sintiendo el agua recorrer mi cuerpo agradecia el llevar un vestido pegado y de color negro, rapidamente puse mis pies al final de la piscina saliendo del agua para tomar aire y quitandome el exceso de agua de la cara, viendolo recostado en la orilla con una sonrisa en sus labios.

Te recuerdo que no tengo ropa – dije con un tono "molesto" caminando hacia las escaleras para salir del agua.

Te doy algo mío, podré meter dos Danna ahi – río.

Que chistoso – ate mi cabello en una coleta dejando que goteara de las puntas mientras tomaba asiento en la orilla viéndolo en la otra esquina.

Su sonrisa se desvaneció al momento de meterse al agua, buscandolo con la mirada negué metiendo mis pies al agua y sentir unas manos en mis tobillos jalando un poco dejándome ver al piloto con su cabello mojado, sus manos subieron a mis muslos acariciando estos, mientras le esbozaba una sonrisa tierna.

Puedes ponerte mi camisa – murmuró.

Okey – respondí pasando una mano a su cabello y hacerlo hacia atrás, su vista se clavaba en la mía, las luces que iluminaban la piscina hacía que sus ojos se miraran más atractivos.

Vale – respondió dejando un beso en mi muslo y darse la vuelta para meterse de nuevo al agua nadando.

Saque mis pies del agua notando dos toallas a un lado de esta, tome una extendiendola, voltee de nuevo notando que Carlos aún estaba en al agua a lo que me dio tiempo de quitarme el vestido y ponerme la toalla alrededor de mi cuerpo, caminar hacia el sillón y tomar la camisa de el pasándola por mi cuerpo volviendo a donde él estaba pero ahora recostando mi espalda en el sillón viendolo nadar.

– ¿Dónde dormiré? – dije en alto captando su atención rápidamente.

Hoy, la chica de las llaves se fue temprano, pero hay una habitación abierta – recostaba sus brazos y ponía su mentón en ellos viéndome de pies a cabeza.

Uhm, y ¿cual es?

– Es, esa – señalo la única puerta abierta, asentí ante aquello caminando a aquel lugar donde me había señalado, al entrar a la habitación noté como solo había una sola cama, bastante grande para ser el solo, escuche sus pasos haciendo que volteara a verlo con duda hinchando mis mejillas con aire.

– ¿Te quedarás aquí cierto? – señale la otra mitad de la cama

– ¿Me lo permites? – Verlo sin camisa, recostado en el marco de la puerta su abdomen marcado y el cabello mojado por estar en la piscina, es una tentación bastante estremecedora y más cuando el alcohol aun sigue en mis venas, o eran las ¿hormonas?.

Mhm – dije sin más.

El silencio reinaba entre ambos, sentía su cuerpo caliente por detrás del mío mientras no podía conciliar el sueño, al dar una vuelta quedando frente a él, sus ojos cerrados sus pestañas y sus cejas espesas, una sonrisa salió de mis labios sintiendo su respiración chocar con la mía al momento de estar frente a él, puse mi mano en su mejilla acariciando delicadamente, noté como sus labios también formaban una sonrisa y sus ojos se abrían lentamente.

¿Te he despertado? – murmure viéndolo aún.

No, he estado despierto desde que sueltas suspiros al no poder dormir – murmuro de igual forma.

Lo siento.

– Tranquila – murmuró tomando mi mano que aún tenía en su mejilla y besarla, sus ojos se enfocaban en los mios, bajo mi mano lentamente posando ahora su mano en mi mejilla acercándose y besar mis labios en un beso deseoso entre ambos.

- 𝓘𝓷𝓼𝓽𝓪𝓰𝓻𝓪𝓶 -

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- The pilot (Carlos Sainz jr.) -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora