TRECE

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Baekhyun había ido a la tumba del señor Han en contra de lo que Chanyeol hubiera podido decir acerca de salir de la casa, sentía que tenía que decirle muchas cosas, sentía que tenía que hablar con él, como si pudiera escucharlo, pero no podía hacerlo, de todos modos, Baekhyun siempre iba y le contaba cosas, era como su manera de sentirlo cerca, porque el señor Han había sido la persona que más lo había ayudado en esa vida, más que cualquier persona que hubiera sido cercana a él, le dio casa, le dio vida, le dio todo lo que alguien alguna bien hubiera querido, está vez, tenía algo más grave para decir.

-Uh, señor Han, temo que pasó lo que temíamos tanto, bueno, lo que yo temía más que usted.- el señor Han estaba sepultado al lado de su esposa y sus ojos, cosa que realmente podría llegar a perturbar, pero a Baekhyun le pareció que eso era lo único que el señor Han había querido, estar cerca de ellos de algún modo como nunca pudo en vida, Baek miró a los costados. -Creo que… ha pasado un tiempo desde que vine, lo lamento, había estado algo ocupado, aunque esa no debería ser una excusa tampoco.- le dijo y entonces estaba viendo que ya le habían ido a dejar flores, eso fue bueno, pensó que a pesar de todo tenía un montón de trabajadores que se quedaron a su mando, que aun querían al señor Han, así que solo se inclinó a limpiar un poco la lápida y dejar sus flores también. -Supongo que al final siempre tuvo razón con respecto a enfrentar a mis demonios, no se puede vivir con la cabeza enterrada debajo de la tierra, ójala pudiera decirme algo.-

Baekhyun se sentó ahí y se quedó en silencio, mirando alrededor, había un montón de hombres por ahí, cuidándolo, hablaban por su radio y estaba sosteniendo una conversación en voz baja, seguro que era para poder estar de acuerdo con que Baekhyun estaba a salvo, que no había nadie en metros, estaban todos alerta, un error y Chanyeol iría contra ellos, claro que era algo que temer.

-He conocido a un buen hombre, señor Han, seguro que usted lo quería mucho, era un buen socio suyo.- dijo Baekhyun y sonrió un poco. -Se llama Chanyeol, seguro que era alguien de su confianza entera, por completo porque solía hablar mucho de usted cuando nos conocimos, me hace muy feliz, la verdad es que nunca me imaginé que podría ser así de feliz alguna vez en vida, más allá de lo que siempre espere.- Baekhyun sonrió avergonzado por eso, pero luego mordió su labio algo avergonzado al darse cuenta de que estaba hablando de romance con Chanyeol.

El señor Han muchas veces había bromeado con respecto a que debería casarse mientras él estuviera ahí mirando, porque quería que fuera feliz, quería que alguien joven y fuerte lo cuidará, eso era un dulce pensamiento, eso pensaba, pero en realidad tenía mucho miedo de estar con alguien y que le hiciera daño, pensó que era entendible su miedo, pero el señor Han siempre le decía que debería ser valiente, que nadie hacía nada en la vida siendo temeroso.

Aun así Baekhyun pensó que podría estar con Chanyeol si dejaba solo de tener miedo, eso iba a ser complicado, pero pensó que al menos ya había comenzado a luchar contra eso, contra el miedo.

-Realmente estoy deseando con muchas fuerzas estar con él por mucho tiempo, espero que se haga realidad, espero poder ser libre por completo para pertenecer.- dijo Baekhyun, que era más como un consuelo hacía él, estaba orando con todas sus fuerzas, por un buen final para sí mismo.

Baekhyun solo terminó juntando sus manos frente a él, para poder orar en silencio por todo eso, quería agradecerle por todo, de alguna manera, era por él que conoció a Chanyeol y quería agradecerle por el hecho de que lo salvará, que le diera una buena vida y una nueva oportunidad, pensó que nunca se lo dijo directamente al señor Han, lo que fue una pena, pero era rara la relación que tenía con el señor Han, nunca fue de hablar con confianza sobre cómo se sentía o cosas de ese tipo, una pena, porque habían tenido que pasar por todo eso para llegar a eso, así que Baekhyun le estaba agradeciendo por eso en esos momentos, por eso y a la vez le estaba compensando cuidando de su negocio, que era la cosa que el señor Han amo más que a nadie y que a nada.

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