𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 - 𝖿𝗂𝗇

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—¿Crees que tomaste una buena elección? —me pregunta mi padre. Charlie tiene una suave sonrisa amplia, el entorno ayuda a ver mejor sus facciones, no me parezco a él, pero por las cosas que describe de cómo actúa, sé que soy como él.

—Creo que tomé la que más me pareció ideal —digo al verlo—, soy egoísta, pero tengo que abandonar a quienes amo, lo debo hacer para ser feliz. La vida es una y en la otra dudo poder recordar todo ¿no?

—Quién sabe, ellos controlan todo, si su deseo es ese, así será, mientras tanto lo que vale es que, aunque ellos quieran algo, siempre dependerá de nosotros decidir —dice, sonrío al verlo.

—¿Por qué por instantes te vi en el suero de muerte?

—Estuve ahí, intenté hacerte reaccionar, pero Eric decidió que es mejor una cachetada a unas caricias, intenté negarme, pero cuando me di cuenta de que respondías bien ante sus palabras, no lo hice.

—Eric fue un tipo que estuvo en muchos paisajes del miedo, no me sorprende que me hiciese reaccionar—digo, reímos y seguimos conversando múltiples cosas, este es uno de tres peticiones que pedí. Cuando Eric me dijo que eligiera, le dije que entregase un mensaje, que por las muertes trágicas que me hicieron pasar, por haber salvado a la mayoría de las vidas y haber traído la paz a este tiempo, me concediesen tres peticiones. La primera, compartir un día completo con mi papá, lo aceptaron. La segunda que me dejaran en el mundo donde Tobias estaba, por lo tanto, me dijeron que mi cuerpo en donde yo fui atropellada moriría, lo acepté. Ellos cumplieron y cuando abrí los ojos vi a Tobias sosteniendo mi mano, nuevamente estaba con el rostro cansado, pero ahora al verme lloró.

—Hola —dije inaudible, mi voz está muy rota y seca, Tobias acaricia mi mejilla y deposita un beso en mis labios, junta su frente contra la mía, tiene sus ojos cerrados y su voz tiembla un poco.

—No vuelvas a hacer esto, por favor —llora, levanto mi mano, tiemblo un poco, pero puedo tocarlo y acariciar su mejilla.

—Tranquilo, creo que todo esto ya acabó —me mira, sus ojos azules oscuros están brillosos por las lágrimas—, ya no más acción. Quiero estar contigo, vivir junto a ti, casarnos y tener una familia, quiero vivir feliz junto a ti hasta mi último aliento, el cual deseo que sea de vejez y no por someterme a algún suero de muerte —río, pero lloro a la vez, Tobias igual y sus brazos me cubren.

—Te amo, y ese deseo que tienes es mío también —me dice, ya todo terminó al fin.

—Yo, debo decirte lo que sucedió —le digo, él se distancia un poco y la silla que tenía junto a la camilla la acerca más para estar junto a mí y no soltar mi mano.

—Está bien, aquí estoy —me dice.

—Estaba muriendo, y me dieron la oportunidad de volver a mi anterior vida, pero eso significaría morir aquí —el traiga saliva, sé lo que piensa—. Sí Tobias, me quedé aquí porque te escogí a ti —sus ojos vuelven a derramar lágrimas— un mundo sin ti es una tortura, así que, perdóname por haber intentado borrarle la memoria a Evelyn.

—Sé por qué lo hiciste —me mira— y sé también qué tenías razón con Nita, estuve cegado con la necesidad de demostrar que no estoy dañado, que iba a hacer algo estúpido, pero Tris me hizo reaccionar y cuando vi a Peter junto a Will subirse a un auto, me apresuré en interrogarlos. Por eso fui con ellos, porque sabía que tenías razón, la guerra tenía que terminar de una u otra forma.

—Hablaste con Evelyn —digo tras recordar lo que Eric me dijo. Tobias asiente— Entonces ya recuperaste a tu madre —los ojos de Tobias se fijan en los míos, ve mi sonrisa y asiente nuevamente, las lágrimas siguen ahí, demostrando que, a pesar de sufrir toda su niñez, valió la pena todo, porque ahora dos personas que amaba lo eligieron.

𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐔𝐓𝐒𝐈𝐃𝐄 - 𝖫𝖾𝖺𝗅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora