𝗱𝗼𝘀 - 𝗎𝗇𝗂𝗈́𝗇

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Harrison abre más la puerta e ingreso a la habitación, veo una mesa centrada y a Tris, Tori y Cuatro sentados, me observan y veo la impresión en sus ojos—. Grecia—dice Tris, pero levanto la mano para detenerla, avanzo y el dolor en mi pie es más fuerte, así que cojeo un poco, me siento en una silla y apoyo mis manos en el reposabrazos.

—Fui exonerada, no hui así que tranquilos, hablemos —digo, evité ver a Cuatro en todo el momento en que pasó la reunión, más que nada intentaba escucharlos tranquila sin demostrar mi molestia por mis heridas y golpes.

Resulta ser que Evelyn bloqueo la salida a todos, nadie sale de la ciudad, selló los muros y ahora se prohibió las facciones, además de que los traidores serán enjuiciados por el suero de la verdad, otorgado principalmente por Jack—. Entonces ya no somos una facción, ya no se nos permitirá ser llamados Osados —digo.

—Evelyn ahora sólo ve dos bandos. Los sin facción y los traidores —dice Harrison.

—Haremos una alianza con Evelyn —dice Tori—, pero es momentánea, no quiero perder a ningún osado, pero tampoco pienso someterme a este régimen absurdo.

—Debemos salir—dice Tris—, afuera nos están esperando.

—No es seguro —comenta Cuatro—. Aún no sabemos qué hay allá afuera, si es bueno o malo para quienes no son Divergentes.

—Eso lo averiguaremos después —dice Harrison—, ahora hay que votar. Nos unimos a Evelyn o simplemente buscamos otra salida.

—Unión—dice Tori.

—Contra—dice Tris.

—Unión—Comenta Cuatro.

—Unión, si me permiten participar los juicios—digo, Harrison asiente, puedo sentir como Cuatro y Tris me observan.

Quiero participar porque soy osada y ellos me eligieron como una líder, sé que no debo pensar así, pero tal cual como Cuatro le dio paz a Eric, así quiero hacerlo con Max.

No voy a darle su vida a los sin facción.

—Unión y Grecia nos representará ante Evelyn—comenta Harrison.

—¿Qué? No creo que sea buena idea —dice Cuatro—, estuviste encarcelada por tres días.

—Pero fui exonerada, porque soy inocente —lo veo a los ojos, por primera vez en todo el tiempo en que entré a la habitación—. El suero de la verdad lo confirmó, no habrá duda alguna en mi ¿no? —Tori y Harrison asienten.

—Bien, terminemos esta reunión, ya se decidió todo, y buscaremos más ropa para que no tengamos problemas con los sin facción —dice Harrison al levantarse, se va y Tori detrás de él.

—¿Peter vino contigo? —preguntó Tris, sin darme cuenta sonreí.

—Sí, de hecho, creo que está peor que yo, si lo ves, salúdalo—digo, ella asiente algo extrañada por mi comentario, pero se va de la habitación. Solo cuando la vi irse, entendí que me quedé sola con Cuatro, hice una mueca.

—No quería dejarte —comentó—, Evelyn me dijo que si te seguía sería todo peor para ti, porque podrías sufrir más y no permitirte un juicio.

Así que eso le dijo.

No dudo de él, de lo que dudo es de su inocencia ante su madre, porque eso es Evelyn, su madre.

—Está bien —dije al fin, lo observé—. Estuve con Peter, así que fue buena compañía comentándome cosas, estuve entretenida—digo, él se pone en cuclillas y queda un poco más bajo que mi altura estando sentada. Su mano toca mi mejilla y siento su tacto, él es suave y me hace sentir que mi dolor físico desaparece, se acerca a mí, pero bajo mi mirar evitando así su beso, él frunce el entrecejo.

—Necesito ducharme—le digo, el entonces se da cuenta que visto la misma ropa de la última vez que nos vimos, asiente y me ayuda a levantarme, pero cojeo.

—Ven —dice, me levanta en sus brazos y lleva a su habitación, ahí me deja en su baño y me da una toalla—te voy a traer ropa y vendaje para tus heridas —dice, asiento y me ducho. El agua me relaja, pero me hace arder mis raspaduras.

Salgo de la ducha una vez estoy lista y me cubro con la toalla, mi cabello aun este húmedo y caen gotas de este. Veo en la cama que hay ropa, unos jeans negros, una camiseta color mostaza de Cordialidad y unos zapatos blancos de Verdad. Parece ropa normal de mi vida anterior, pero también me siento algo incomoda, me había acostumbrado a las ropas de las facciones.

Me visto y cuando estoy lista oigo unos toques en la puerta, esta se abre y veo a Cuatro, viste ropa de osado, supongo que al ser hijo de la líder tirana no lo tocarán, aunque lo pillen—Encontré esto—dice al acercarse a mí y arrodillarse, toca con cuidado mis pies y desinfecta mis heridas, después me cubre con un vendaje. El tacto de su mano en mi pierna me hace estremecer, desvío mi mirada a otro lado, pero no puedo negarme el hecho de que amo a este hombre.

—Tobias —digo, él levanta sus ojos a mí y me acerco a juntar nuestros labios, me corresponde y se sube a la cama. Sus manos pasan por cintura, se introduce bajo mi ropa y me hace sentir tan feliz.

No necesito vacaciones.

Lo necesito a él.

Al final la ropa que me demoré en ponerme salió más rápido de lo que creí.

Él deposita varios besos en mi rostro, cierro los ojos y disfruto de su tacto, una sonrisa aparece y río leve, él besa mi cuello y lo veo— Cuatro—se detiene, me mira unos instantes, sus ojos profundos me ven directamente y suspira.

—No me llames así —dice, antes de preguntarle él continua—, antes odiaba mi nombre porque me recordaban a Marcus y lo que viví, pero cuando me llamas así, simplemente esa cicatriz sana —dice, pasa su mano por mi rostro quitando el cabello rebelde—. Sólo tú llámame así.

—Tobias —digo, sonrió cuando me besa—. Te amo.

—Y yo te amo a ti, Grecia. 

𝐓𝐇𝐄 𝐎𝐔𝐓𝐒𝐈𝐃𝐄 - 𝖫𝖾𝖺𝗅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora