Recordatorio: Contenido explícito y temas sensibles.
"¿Qué guerra es esta que combatimos, seguros de nuestra derrota? Aurora tras aurora, extenuados ya de todas las batallas que aún están por venir, nos acompaña el espanto del día a día, ese pasillo sin fin... Cada día, volvemos a experimentar la tristeza del pasillo y, paso tras paso, seguimos el camino de nuestra lúgubre condena."
- LA ELEGANCIA DEL ERIZO- Muriel Barbery.
Fue el frío del agua invocada con un hechizo, lo que trajo a Hermione de regreso de la inconsciencia. Al instante siguiente se percató de que seguía en manos de los mortífagos, aunque había sido trasladada a un cuarto diferente. Era un espacio amplio de alto techo, cuya ausencia de ventanas y olor a rancio, daban la inequívoca sensación del encierro prolongado.
Frente a ella y no a mucha distancia, un hombre bajaba la varita con que la había empapado. Su rostro, aunque algo distinto de lo que ella recordaba, tenía la misma expresión repugnante de sus tiempos de Hogwarts, y puede que incluso algo más ahora, que evidentemente no había ningún empeño por disimular lo obscenos que podían ser sus pensamientos.
Antes de decir nada, intentó moverse, comprendiendo recién entonces su desventajosa situación: tenía ambas manos atadas sobre la cabeza, y al parecer llevaban bastante tiempo así, pues las sentía algo dormidas. Su espalda apenas contactaba la pared y sus pies, por más que lo intentaba, no llegaban al suelo. Habría intentado balancearse para tener una mejor idea de sus posibilidades, pero hacerlo le habría dado un aspecto desesperado que no creía conveniente demostrar frente al mortífago que la observaba con detención.
- Curioso...- dijo Flint de pronto, en lo que parecía el preludio a un discurso que Hermione no tenía intenciones de oír. No cuando sus ojos se habían fijado en la puerta ubicada a las espaldas del mortífago y analizaba las posibilidades que tenía de alcanzarla.- Creí que el agua podría quitar el hedor de tu sangre inmunda, pero creo que todo lo que ha hecho es aumentarlo... Supongo que tendré que conformarme con que lograra despertarte, ¿no es así, sangre-sucia?-
Pero Hermione no quería perder tiempo en responder nada. Buscaba las posibilidades de hacerse con la varita de Flint, por lo que no fue consciente de cómo el hombre había caminado hasta ella hasta que lo tuvo demasiado cerca, apoderándose de su mandíbula con una sola mano, y con tal fuerza, que ella no pudo retener el quejido que escapó de sus labios, lo que provocó una satisfecha sonrisa en la expresión de Flint.
- ¿Sabes? Llevo un rato observándote sin dejar de preguntarme, qué es lo que Malfoy pudo ver en ti.- los ojos de Hermione se separaron de asombro. ¿Cómo podía Flint saber de lo que existía entre Draco y ella?- Y no logro explicármelo. Ni siquiera eres su tipo. ¿Utilizaste alguna poción?- Aflojó algo la fuerza con que apresaba el rostro de ella, con lo que Hermione giró su cabeza para huir del agarre, pero él enredó entonces sus dedos en los cabellos por detrás de su nuca, generando un nuevo quejido. - Siempre fuiste buena para esas cosas, ¿no? Podrías haberlo hechizado sin que él lo supiera. ¿O es otro tipo de hechizo?- Hundió la punta de la varita en su cuello, hasta cerciorarse de dejar una marca, y luego dibujó el camino hacia abajo, buscando el nacimiento de su escote, lo que hizo a Hermione tensarse por reflejo.- Tranquila. Sólo quiero ver qué es lo que atrae a Malfoy de ti. DIFFINDO...
La tibieza del hechizo saliendo por la punta de la varita fue apenas percibido por Hermione un instante antes de que la tela de su suéter y blusa se separaran, exponiendo su busto. En otras circunstancias, las mejillas de la joven se habrían coloreado al instante, pero el miedo comandaba sus reacciones en tal modo, que solo atinó a agitarse descontroladamente, intentando escapar al agarre de Flint, aunque sin mucho resultado.
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OBLIVION
Fiksi PenggemarDRAMIONE. SEGUNDA GUERRA MÁGICA. DRAMA, ROMANCE, SEXO Y FINAL CASI FELIZ Mientras Hermione era torturada por Bellatrix en la Mansión Malfoy, Draco recibió la orden de matarla, y se negó a hacerlo... o eso dice Harry Potter, pues ella estaba inconsci...