capitulo:3

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El amor no siempre se queda en amor, muchas veces se transforma en odio.

Corro y corro sin saber porque, ni mucho menos hacia donde, las lagrimas en mis ojos me nublan la vista , quería acabar con todo esto, a veces, ansiaba desaparecer, perderme o simplemente terminar con mi vida, o con lo que quedaba de ella. No supe nada más de mi hasta que terminé chocando con alguien, solo podía decir que tenía un pecho firme y duro, aquella persona se limitó a agárrame por los hombros permitiéndome mantener el equilibrio y no caer de bruces contra el suelo.
Tardé unos segundos en recuperar mi equilibrio, y cuando finalmente levanté la mirada, me topé con los ojos más increíbles que había visto en mi vida. Eran negros, profundos y llenos de algo que no era capaz de identificar.

_¿No piensas disculparte? _repitió, con una voz tan firme y demandante que casi hizo que se me doblaran las piernas.

No sabía cómo responder, era la primera vez que estaba tan cerca de él, y la primera vez que se dirigía a mí. Pero lo último que había dicho hizo que todo mi cuerpo se congelara.
El silencio entre nosotros se hizo aún más incómodo, mientras él me miraba con una mezcla de superioridad y desprecio, yo luchaba contra el impulso de apartar la mirada. Finalmente reuní el valor para responder, pero mis palabras se trabaron en mi garganta por un momento.

_¿Qué? _tartamudeé, intentando sonar firme y segura, pero fallando miserablemente.

Él se rio suavemente ante mi tono inseguro, y su sonrisa se ensanchó mostrando una perfecta fila de dientes blancos.

_¿No me escuchaste, o es que no sabes hablar?._preguntó sarcásticamente, cruzándose de brazos mientras me miraba con condescendencia.

Jheremy no podía decepcionarme más.
El corazón me latía con fuerza mientras luchaba por controlar mis emociones, sabía que Jheremy tenía la reputación de tener un carácter difícil, pero experimentarlo en persona era aún peor, especialmente teniendo en cuenta que estaba secretamente enamorada de él. Cuándo Jheremy se volvió hacia mí y me miró directamente a los ojos, algo dentro de mí se revolucionó por completo, su mirada era tan intensa y demandante que sentía como si estuviera en una trampa, él se acerco más a mí y yo retrocedí por instinto, sintiendo cómo mi corazón palpitaba aún más fuerte, Su cercanía era intoxicante y sus palabras solo añadieron más fuego a mi creciente desesperación.

_Háblame de usted_ dijo con firmeza. 

Su tono era frío y tajante, como si estuviera hablando con alguien muy por debajo de su nivel. 

Sentí cómo mi frustración y mi enojo aumentaban ante su arrogancia, pero también había algo más, algo que no podía identificar, avanzó aún más y yo retrocedí hasta que mi espalda chocó contra la dura superficie de una pared. Su presencia era abrumadora y su mirada me atravesaba como si estuviera mirando a través de mí.

_Además de sorda e igualada, eres ¿atrasada?._ Su voz sonaba tan cruel y despiadada que sentí cómo mi corazón se rompía en mil pedazos._Creo que el Friedrich está abriendo sus puertas a cualquiera._ Sus palabras me golpearon como una bofetada, dejándome atónita y humillada.

Sentía cómo mi corazón latía aún más rápido y cómo mis manos temblaban por la ira y la humillación.

_no vuelvas a cruzarte en mi caminos._dijo él finalmente, antes de darse la vuelta y alejarse.

Me quedé allí parada, completamente paralizada por la conmoción y la tristeza. Era como si me hubiera caído del cielo y hubiera aterrizado en un pozo de desesperación. No pude ni siquiera moverme, todo lo que había salido de su boca había logrado desconectar mi cerebro de mi cuerpo, lo cual dudaba que fuese posible, pero en vez de sentirme triste me sentí miserable, estúpida y patética por el simple hecho de haber pasado tres malditos años de mi vida enamorada de un imbécil. Nunca imaginé que nuestro primer intercambio de palabras acabaría siendo una mierda total, la verdad es que imaginaba todo romántico, que me mirase embobado, sorprendido por mi belleza inigualable y esas estupideces que muchas veces he leído.

Así que después de que fui tratada de esa manera, decidí simplemente ignorarlo y seguir adelante. Me iba a sentir desmoralizada, pero no quería seguir pensando en eso. No quería seguir recordando el tiempo que tuve las expectativas en él tan altas, para que luego él me tratara como a un pedazo de basura por lo que decidí que iba a continuar con mi día y tratar de ignorar el hecho de que había conocido a la persona en la que creía y luego me decepcioné.

La venganza de Brenda OwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora