capitulo:7

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Nos sumamos en un duelo de miradas, ni él ni yo decimos nada, algo dentro de mi tiembla y ansia saber que sabe de mí, es cierto que mi familia es muy reconocida, mis padres representan una de las familias más fuertes de Hamburgo, hasta podría decirse que estamos a la par con los mackualer, pero de allí a que esté hombre me conozca hay una gran diferencia.

_debemos irnos._me susurra Cinthia logrando así que apartará la mirada de aquel estupido.

_¿ sabes algo de lo que está ocurriendo?.

Niega pero en su mirada hay algo que no logro identificar, es raro lo que me pasa con Cinthia, siento que la conozco y al mismo tiempo que no.

_espero no tener que volver a ser testigo de tu insolencia.

¿Pero ese imbecil quien se cree para hablarme así?. Me levanto de mi silla y camino en dirección a la puerta pero antes de eso, paso al lado del agente capullo y me detengo justo en frente suyo.

_eres tú el que no debería cruzarse en mi camino._no apartó la mirada de sus ojos._no quieras conocer mí insolencia.

Sonrió antes de apartarme de él y salir de allí a toda prisa, siento mi corazón latir con fuerza, ¿no tenia suficiente con Jheremy que deben traer a otro imbecil a mi ya miserable vida?.

_porque tanta prisa.

Miro detrás de mi a Cinthia agarrarse las rodillas y respirando con dificultad, lo cual significaba que me estuvo siguiendo.

_me duele la cabeza y no me estoy encontrando bien.

_podrías haberlo dicho antes, vamos a mi habitación y te doy unos analgésicos para el dolor de cabeza y la migraña.

Asiento siguiéndola hacia su habitación, mi mente no hace más que intentar averiguar que está pasando conmigo, las alucinaciones, los dolores de pecho, las agitaciones, hasta mis reflejos , todo está confuso. Todos estos síntomas se parecen a los que me daban cada que me drogaba, pero como dije a Laura hace mucho que no lo hago, desde ese día dejé de meterme esa mierda en el cuerpo.

De camino hacia su habitación no hacía más que pensar, lo cual se había vuelto mi más fuerte habilidad, pensaba en todo lo que había pasado en mi vida desde aquel día, la relación con mis padres, con las amistades, mis fracasas amorosos y ahora esta travesía hacia una venganza que no parecía mía, una que ansiaba completar pero al mismo tiempo dudase de que fuese justa.

_debes tomarte estas pastillas justo antes de cada comida._me tendió varias cápsulas de un médicamente que nunca antes había visto.

_de donde las sacaste.

_ahh me las dio Laura, es que siempre tengo dolores de cabeza y de estómago entonces me las dio._ asiento confiando en ella.

_con todo esto no habíamos podido hablar sobre tu primer contacto con Jheremy.

Me congelé de golpe y los recuerdos vinieron a mi como ráfagas y no pude evitar llevarme los dedos a los labios, su sabor seguía allí, era como una droga que no te abandona.

_ammmm,_la miré pensativa sin saber que decir, yo no había hecho nada malo pero ¿porque mierdas me costaba decirla la verdad?, decirla que me había besado con él.

_tienes razón._dijo llevándose los dedos a la sien pensativa._debemos estar todas reunidas y así planeamos lo siguiente, mientras tanto ve a dormir y descansa.

Asiento saliendo de su habitación en un completo silencio, me sentía miserable y no sabía la razón exacta del porqué, de camino a mi habitación, no hacía más que pensar en las chicas, en Jheremy y en mi hermana, en el hecho de si era correcto no decirles nada acerca del acontecimiento con Jheremy, no entiendo porque tenía miedo si este era nuestro propósito desde el principio, tanto ellas como yo fuimos conscientes de que al seducir a Jheremy tendría que tener contacto con él, uno que va más allá de enamorarlo.

La venganza de Brenda OwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora