capitulo:10

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Otro capítulo más, comenten y voten, que les está pareciendo la historia, no pierden nada, solo unos segundos.

Miro todo sentada en un rincón del sótano, veía cómo el agente capullo traía varios oficiales entrando y saliendo cerrando el parámetro.

_tendre que hacerla algunas preguntas señorita Owen.

No digo nada, y no es porque no quiera, más bien no puedo, me encuentro perdida en mi mente, absorta en ese rincón en el que me metía cada que me encontraba en situaciones cómo estás, últimamente me encontraba rodeada de muerte, sangre, emociones y sensaciones que no podía entender y mucho menos dominar.

Miro a la chica de nuevo en el suelo, pero no logro sentir empatía, ni tristeza o algo por él estilo, al contrario, siento unas ganas tremendas de acercarme al cuerpo y destriparla, me pican las manos, mi pecho arde, cierro los ojos tratando de controlar esa sed que llevo sintiendo desde que tengo uso de razón.

Soy arrastrada fuera del sótano, no me quejo ni mucho menos armo escándalo, dejo que el agente capullo me guié hacia donde quiera, espero que aproveche su suerte, porque no creo que vuelva a encontrarme tan desorientada e incapaz de reaccionar o defenderme, si alguien quería acabar conmigo, este era el mejor momento.

_me va ha explicar por las buenas como es posible que usted se encuentre metida en más de un asesinato.

Miro mis manos entrelazadas, nunca me había dado cuenta que las tenía tan frágiles y pequeñas.

_de nada va ha servirte guardar silencio.

_ahora me tutea._inquiero con una pizca de humor.

Se que es increíble que esté bromeando en momentos como estos, pero yo no conocía a la víctima y la verdad tampoco me interesa que ahora esté muerta, ese era el ciclo de la vida y todos debíamos aceptar esa realidad.

_me parece immoral que esté haciendo bromas cuando hay una chica muerta.

Ruedo los ojos y por primera vez desde que me trajeron aquí observo el lugar a detalle, parece una sala de interrogatorios provisional.

_y a mí me parece inmoral que me tengan aquí , cuando se supone que deberían estar investigando y atrapando al asesino.

Suspira acercándose más a mí, miro su rostro y no puedo evitar comprobar que es demasiado hermoso para mi gusto, empezaba a odiar esto, estar rodeada de tantos hombres guapos no era apropiado para mí salud, para la de nadie exactamente.

_tiene unos ojos azules impresionantes.

Su mirada me escruña con cautela, sé que está ansioso por saber algo, pero yo misma tampoco podía explicar nada de lo que estaba pasando.

_puede retirarse, pero recuerda que estaré pendiente de ti.

Sonrió antes de abandonar la sala y caminar en dirección a mi habitación, el pasillo estaba casi vacío, la razón era tan absurda como la vida misma, se acercaban los exámenes finales de este primer semestre y por tanto , todos estaban repasando y centrándose en lo más importante en estos momentos, pasar el año, lo cual debería estar haciendo, en vez de involucrarme en una venganza contra él demonio.

Me quedo unos instantes mirando los retratos y cuadros que adornaban el pasillo, pero me quedé inmersa en una en particular, era un cuadro de dos niñas, en ella la mayor sonreía con malead hacia la más pequeña , la cual llevaba un cuchillo lleno de sangre.

_la maldad hecha pureza._ese era el nombre de aquel cuadro, uno que era imposible olvidar y más cuando viví toda mi vida con ella._Miranda Owen.

Por más que trate de dejarla atrás no puedo, todo en esta maldita vida me recordaba a ella, todo me recordaba aquel día, me recordaba que por mi culpa ya no está con nosotros.

La venganza de Brenda OwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora