Hija de 17

El poema

 La maestra de Literatura llegó, en este día estudiaríamos el poema y tendría que escribir uno, pero para quién, no para mamá ni papá, ni para Nahomi ni Tsuke, quería escribir para alguien especial, alguien que me haga sentir lo que nunca he sentido antes, pensé escribir uno de amor, este era el momento especial de profesar mi sentimientos por Gohan , el me gustaba pero no sé si yo a él.

-Señorita Hanna, pase adelante, queremos oír su poema-la maestra ordenó y pasé adelante y mostrar mi poema inspirado en Gohan, el chico que me gusta.

Imagino tu mano sobre mi mano,

paseando miradas y caminando amores,

imagino mis sueños, siempre en tus sueños

rindiéndome ante tus pasiones,

sucumbiendo ante sin resistirme, 

imagino tus besos, su sabor a placeres

e imaginando, muero por amarte, porque ya te amo.

-Se nota que está muy enamorada señorita, ¿se puede saber de quién?-bromeó la maestra.

-Primero termina con uno y después de enamora de otro, qué zorra-susurró Videl y todos rieron.

-Oye,no pido que te metas en mi vida personal Videl, estás celosa porque no tienes novio y a nadie a quien amar excepto a tu almohada que cada noche te imaginas que es Shapna,me das asco-me defendí y todos abuchearon como vacas hambrientas.

-Eso dolió-hablaron algunos chicos a favor mío.

—Recuerda que soy la hija de Mr.Satán ,no deberías hablarme así-se levantó de su asiento goleando su escritorio.

-No me importa si eres la hija de Carlomagno, yo te-interrumpió harta la maestra de Literatura.

-Basta niñas, estoy aquí y en mi presencia no voy a permitir que se insulten de esta manera, ¡a la dirección!-gritó y ambas caminamos furiosas hasta la dirección. Recibimos un buen sermón del director, cuando salimos de ahí, Videl habló.

-Todo esto es culpa tuya Hanna -Videl se acercó amenazándome y apuntándome con su dedo índice.

-Tu empezaste diciéndome zorra niña bonita-quité su dedo torcido de mi cara                     -No me importa si eres la hija del campeón del universo, te romperé la cara tarde o temprano si me haces perder la cordura-amenacé aproximándome.

-No podrás, soy la hija del campeón del mundo, además-me miró de arriba hasta abajo                     -Te ves débil, no dañarías ni a un mosco roja

-¿Quieres probar?, las apariencias engañan y mis puños están ansiosos-le mostré a mis dos amigos.

-Ni creas que me asustas, desaparece-se marchó, después de poco, mi collar empezó a vibrar, era la llamada el supremo kayosama.

-Su majestad, la necesitamos ahora mismo-insistió el hombre.

-Estoy en clase, no puedo ir

-Es una emergencia, por favor venga-colgó. Me transporté hasta el otro mundo

-¿Sucedió algo?-pregunté preocupada, pues era la primera vez que lo escuchaba así.

-Se trata de bíbidi, el mago y quiere revivir a Mayin bú-kíbito me explicó preocupado más de lo normal, sus ojos parecían que se iban a salir.

-Tenemos que detenerlo antes de que cause destrozos como lo hizo aquí-el supremo planeó ir a la tierra y encontrar su escondite. Buscamos y buscamos por todos lados inútilmente, vaya, ese mago si sabía cómo esconderse.

-Tengo una idea, bíbidi irá al Torneo de las Artes marciales que comenzarán en breve buscando personas con suficiente energía para revivir al monstro-sugerí como  toda una experta.

-Mandará a sus secuaces y la seguiremos, buena idea su alteza-exclamó eufórico el buen kíbito.

Dos semanas pasaron rápidamente dando la bienvenida al gran Torneo.

-Ten esto-Nahomi me entregó ropa, quería que vistiese una capa negra, unas botas color negro hasta la rodilla acompañada de una falda y saco blancos.

-Qué!, iré a una fiesta de disfraces-bromeé y se enfureció.

-No bromees, es el último grito de la moda en el planeta Crip, necesitas verte bien y un buen camuflaje-dijo acomodándome y me dio un antifaz negro, creo que el negro estaba de moda en su planeta.

-Te ves bien-aplaudió muy contenta la Criptoniana.

-Aún sigo pensando que voy a una fiesta de disfraces- un segundo más tarde mi collar empezó a vibrar,era el supremo de nuevo.