Hija de 17

El hombre que salvó mi vida

Al siguiente día en la Escuela

Desperté temprano para llegar a la escuela, la primera clase era educación física hoy correríamos 5 vueltas a la pista atlética.

-Jóvenes, traten de correr lo más rápido posible al principio y después sigan a un ritmo específico para no cansarse, ¡empecemos!-gritó el maestro

Comenzamos a correr las 5 vueltas, todo iba excelente iba primera seguida por Gohan, Shapna y Videl.

-Para ser mi novia eres bastante genial-se impresionó Shapna cansado

-Lo sé-terminé

-No puedo creer que una chica me haya ganado-continuó Shapna

-¿Piensas que las chicas no somos mejores que los chicos?, estás mal Shapna-dije enojada

-Dejen de pelear por estupideces-reclamó Nahomi apaciguando la situación

-Mejor me voy a duchar-dije enfadada, caminé hasta las duchas y empecé a quitarme la ropa sudada que llevaba puesta.

Al terminar de ducharme envolví una toalla blanca enrollándola sobre mis hombros, salí de la regadera, observé que no había nadie y posé mi mirada en el espejo, cuidadosamente miré mi cuerpo, no se veía nada mal, mis complexiones estaban definidas, cualquier hombre estaría agradecido de tenerme a su lado. Regresé a clase, Shapna estaba ahí admirado por chicas bonitas como siempre, al él no le importaba tenerme como novia, ignore aquella escena y tomé asiento hasta que llegase el maestro.

En el receso

Salí en camino a la biblioteca ,Nahomi, Tsuke y Shapna me invitaron a salir pero los rechazé,quería estar un tiempo a solas y este era una buena opción, cuando entré miré a Gohan y le hice compañía.

-¿Puedo sentarme aquí?-pregunté agarrando su hombro

-Claro-dijo sonriente el muchacho

-¿Qué lees?-pregunté al sentarme

-No es nada, solo un libro de reflexiones

-Dime una-supliqué y el acepto

-''Si quieres vivir una vida feliz, átala a una meta, no a una persona o a un objeto'''Albert Einstein

-Es hermosa, yo se me otra ''Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo inclusive aquellas que perdemos 'Anónimo

-Interesante, ¿Y qué vienes a hacer a la biblioteca?

-Quise estudiar matemática, he tenido tiempo libre y no dudé en pensar en este lugar

-Pensé que saldrías con Shapna y los demás-volvió a mirar su libro

-Odio que los hombres piensen que son mejores que nosotras, ¿Qué piensas cerca de eso?-pregunté mirándolo fijamente, segundos después el me miró

-Está bien lo que dices, estamos en un mundo donde predomina el hombre sobre la mujer, no necesariamente la mujer debe ser débil ante el hombre y no el hombre sobre la mujer, debería existir una igualdad en esto, Shapna debe estar agradecido por tener a una bella muchacha como tu-concluyó y yo lo miré eufórica

-Gracias por pensar igual que yo Gohan, antes pensaba que eras un nerd inocente, tímido, sin gracia pero descubrí que eres una piedra en sal, hablo que eres único, Videl debe estar contenta de tenerte

-Videl y yo no somos nada no importa lo que te haya dicho

-Prefiero creer en ti que en ella y si, estuve celosa de ti-me levanté de la silla y miré hacia atrás

-Me hubiese gustado que Sarah no interrumpiera ese día, estaría gradecida por eso-salí de ahí hacia afuera.

Las clases terminaron

Cuando salí de la preparatoria, entré a un callejón por error y varios sujetos comenzaron a acercarse rápidamente sin dejar que escapara.

-¿A qué hora abren esas piernas hermosa?-preguntaba un vago acercándose

-Estás bien linda, se ve que es una colegiala-reían otros

-Yo quiero ser el primero-peleaban

-Déjenme en paz malditos-grité queriendo escapar pero sostenían mis brazos con mucha fuerza

-No escaparas sin antes darnos lo que queremos y si no, te veremos en el infierno-reían y uno sacó una navaja afilada

-Déjenla en paz malditos bastardos-gritó un muchacho, la oscuridad no dejaba ver nada, se acercó y uno de esos maleantes golpeó mi cabeza haciendo que desmayara.

Entre abrí mis ojos, un joven peleaba con ellos, no podía ver nada más y cerré mis ojos de nuevo.

Cuando los entre abrí, estaba volando, percibí el perfume de la persona que me llevaba, olía delicioso. Cerré mis ojos de nuevo y cuando los abrí me encontré en casa encima de mi cama.

Mi cabeza daba vueltas, ¿Quién podría haber sido la persona que me salvó?, su voz se me hizo algo familiar, me parece haberla escuchado antes pero de quién....

Decidí llamar a Nahomi, tal vez ella podría ayudarme. Agarré mi teléfono celular y empecé a buscar su número hasta que contestó.

-Hola Nahomi, tengo algo que contarte

-¿Qué pasa?, ¿te sucedió algo?-se preocupó

-Cuando salí de la Preparatoria, unos hombres quisieron abusar de mí

-¡Qué!-gritó alarmada                      -¿Pero te hicieron daño?

-Nada, gracias a un hombre misterioso que apareció y salvó mi vida

-Gracias a Dios, ¿sabes de quién se trataba?

-Su perfume olía delicioso, se me hace muy familiar Nahomi pero no se aún de quién pero tú me ayudarás a descubrirlo.

-Ojalá que sea guapo, así terminen enamorándose-lo dijo con una voz suave y angelical

-Nahomi-grité

-¿Qué?, dije algo malo-se retractó

-Deja de decir tonterías y concéntrate, tú tienes poderes, ¿es verdad?

-Claro, soy una doncella suprema, tengo poderes supremos que ningún humano tendría en 1000 años-presumió

-Si lo sé, si tomas las manos de cada chico podremos saber en lo que piensan-deduje inteligentemente

-Pues sí, pero..........tardaría años en eso.....ya lo tengo-chasqueó sus dedos

-Habla