Hija de 17

Me sobrepasé

-Si lo sé, si tomas las manos de cada chico podremos saber en lo que piensan-deduje inteligente mente

-Pues sí, pero..........tardaría años en eso.....ya lo tengo-chasqueó sus dedos

-Habla

-Descríbeme su olor, ceo que puedo hacer algo con eso, transferiré los datos a Tsuke ya que tiene un gran olfato para estas cosas y lo hallaremos, de acuerdo

Comencé a describir el olor de ese hombre, olía a una combinación de sudor con lavanda, algo extraño de un chico  pero lo imaginaba cada vez que hablaba de su olor, me hacía sentir bien, relajada y feliz.

A la mañana siguiente, planeábamos buscar al chico,Nahomi transmitió los datos de olor en Tsuke y el cómo perro salvaje buscó hasta señalar a Gohan.

-¿Estás seguro Tsuke?-pregunté

-Sí, mi olfato nunca falla, es Gohan-dijo Tsuke serio

-Tenemos que planear otra cosa para desenmascarar a Gohan de una buena vez-habló Nahomi

-Tienes razón, través si.........planeamos un asalto frente a él-dije

-Y hacemos que Gohan se enfurezca tanto que, ahí lo descubriremos-dijo Nahomi imaginando la escena

-Nahomi y yo saldremos con Gohan, ahí Tsuke entrará a hurtar nuestras pertenecías, nos resistiremos, fingirás dispararme,Gohan se enfurecerá y nos demostrará si en realidad es o no el hombre misterioso-avisé a ambos, estaba todo listo para empezar el ingenioso plan nuestro.

A la salida de clases, ambas convencimos de que nos llevara por un helado lejos de la escuela sin personas presentes. Apareció Tsuke e intentó arrebatar nuestras cosas pero Gohan se opuso.

-Déjanos en paz-gritó protector Gohan

-No hasta que me den sus carteras niñas-amenazó, Tsuke traía una máscara de zorro pero era un buen actor.

-Has algo Gohan-gritaba Nahomi fingiendo desesperación que ni Fox la contrataba

-Si no me quieren dar las carteras-Tsuke sacó una pistola de juguete y ''me disparó'', caí al suelo fingiendo.

Gohan se enfureció cambiando su tono de cabello a dorado, un resplandor del mismo color lo acompañó y le dio su merecido a Tsuke hasta que Nahomi le ordenó parar, sacó la máscara de Tsuke ensangrentada. Yo en cambio traté de levantarme del piso y calmar a  Gohan pero este se negaba.

-Creo que se nos salió de las manos-gritó adolorido Tsuke

-Mi amor, te llevaré al Hospital-dijo desesperada Nahomi y lo llevamos al hospital más cercano posible. Las horas pasaron hasta que el doctor llegó.

-El estará bien en unas cuantas semanas, el golpe fue fuerte, le he mandado medicamentos para contrarrestar el dolor, déjenlo descansar-el doctor se marchó.

-Gracias a dios que mi Tsuke está bien-Nahomi se alivió.

-El golpe no fue muy fuerte-calmé a Nahomi.

-Me pueden explicar ¿por qué el ladrón era Tsuke?-preguntó Gohan confundido.

-Queríamos saber si tú..........-interrumpí a Nahomi y está se confundió.

-Aguantabas una broma, a Tsuke se le ocurrió, lo lamentamos-me disculpé mientras Nahomi me miraba aún más confundida.

-El golpe que le di casi lo mata-Gohan nos miró fijamente.

-Ya oíste al doctor, estará bien-habló Nahomi.

-Tu mamá debe estar preocupada, deberías irte-participé.

-Sí, actúan raro-Gohan se marchó.

-¿Qué diablos fue eso Hanna?-Nahomi me miró molesta.

-No quería decirle que planeamos todo esto para saber su verdadera identidad, se enfadaría

-Y qué carajos te importa si se enfada o no, muchas veces has dicho que lo repugnas, no te entiendo, te gusta o qué-se enfadó.

-Ese es mi problema mejor vete preocupando por tu novio enfermo, no sabe cómo soportar un simple golpe, qué marica-salí enfadada. Volé hasta mi casa pensando en que no debí decir nada de eso, pobre de Nahomi, debe de estar llorando, tiene un corazón muy débil.

Decidí ir al planeta supremo tele transportándome y poder pensar tranquilzramente. Me arrimé en un gran árbol con flores rosas hasta quedarme dormida..........

-Despierta, ya es tarde-decía un hombre, yo solo abrí mis ojos lentamente hasta divisar bien la figura, se trataba del supremo kayosama.

-¿Qué quieres?-pregunté somnolienta.

-Tus padres deben estar preocupados por ti, te llevaré a casa-kíbito se preocupó y me llevó a casa.

-Hemos estado muy preocupados jovencita, dónde diablos te has metido-reclamó mi mamá corriendo hasta mí.

-Hay mamá, ya no soy una niña, ya casi tengo 18, no me sermonees -protesté

-Me preocupo por ti hija, aún eres una niña para mí-se puso más histérica

-No peleen, Hanna respeta a tu madre, ambos solo nos preocupamos por ti-habló papá.

-Tienes razón, no sé por qué pero me siento rara, no sé qué me pasa, ando peleando con todos-me disculpé y corrí a mi habitación.

Al día siguiente en la Preparatoria, quería pedir disculpas a mi amiga por todo lo dicho. Cuando llegué no la encontré por ningún lado.