04

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Tord estaba tan, tan atrasado.

—¡Maldita sea, Hermione! —dijo, tratando de infundir cierta autoridad a su voz—. Ven en este instante.

Su gato no se movió una pulgada.

—Vamos, chica — declaró, mirando su reloj. Estaba tan jodidamente atrasado—. Ven, princesa. Por favor. Yo sé que puedes—. Al menos nadie podía verlo implorándole a su gato. Un beneficio adicional de vivir solo.

Hermione no se movió, siguió maullando patéticamente desde su lugar en la parte superior del armario. Tord suspiró, rozando sus dedos por el cabello cuidadosamente arreglado. No quería dejarla allí. Probablemente estaría fuera hasta la mañana siguiente y no estaba seguro de su capacidad para bajar mientras que estaba fuera. No sería la primera vez que su gato había subido sobre algo y luego no pudiera bajar. Tord amaba a Hermione,lo hacía, pero no era ciego a sus defectos. Ella era un poco... no muy inteligente, la verdad. Su hermana, Tori, siempre se quejó y lo llamó idiota por nombrar al "gato más tonto que existe" como uno de los personajes de ficción más inteligentes. Para ser justos, él no podría saber exactamente cuan inteligente era ella -o no- cuando Hermione había sido una gatita.

—Está bien —dijo con un suspiro, mirando de nuevo su reloj.

Ya estaba quince minutos tarde—. Es tu propia culpa —dijo, tratando de alcanzar la escoba.

Media hora más tarde, después de conseguir a su gato en el suelo y cambiar su atuendo, Tord estaba subiendo a su Range Rover, tratando de no sentirse culpable. Tal vez su madre tenía razón y no debería ser responsable de otro ser vivo. Con suerte Hermione no quedó demasiado traumatizada. Pero no era como si él tuvo mucha opción, ¿verdad? Era grosero llegar tarde a la fiesta de compromiso de su jefe. Bueno, estrictamente hablando, Mark Álvarez no era su jefe... Tord fue empleado por una agencia de modelos y firmó un contrato para ser la cara de una nueva línea de moda de Mark Álvarez para hombres, pero aun así. Llegar tarde no era aceptable. Hacerlo viéndose como si hubiera estado luchando con su gato, era aún menos aceptable. La fiesta no era exactamente un asunto pequeño, y había probabilidades de que estuvieran miembros de la prensa asistiendo. El compromiso de Mark Álvarez con otro hombre era una gran cosa, después de todo. No todos los días un ex futbolista del calibre de Mark salía del closet.

Tord sonrió tristemente, preguntándose cuándo el mundo del deporte iba a cambiar. Tuvo suerte que el negocio del modelaje no era tan cruel e implacable con las personas no heterosexuales. Claro, había culos en todas partes, pero las cosas no eran tan malas como en el fútbol. Había unos pocos diseñadores y modelos gays en la industria de la moda, y la mayoría de las personas estaban bien con Tord siendo abiertamente bisexual. En realidad, a veces se preguntaba si el hecho de que no fuera hétero había influenciado directamente a Mark en la elección de él como la cara de su línea de moda. Tal vez. De cualquier manera, fue una gran oportunidad. La línea de moda de Mark estaba recibiendo mucha publicidad. Tord no dudaba de que fuera un gran éxito. Gay o no, Mark Álvarez había sido siempre un favorito de los medios. Era el Niño de Oro de Inglaterra, con su exquisita apariencia, encanto sin esfuerzo, una triste historia de infancia, y el trágico final de su prometedora carrera. Mark también tenía un gran instinto en los negocios y pertenecía a la rara categoría de las personas que tenían éxito en todo lo que se propusieron lograr, y Tord estaba realmente halagado de que Mark lo hubiera elegido para ser la imagen de su línea de moda. Eso iba a ser enorme.

Tord sonrió con entusiasmo ante la idea, apagó el motor y salió de su coche. Tal como esperaba, había un grupo considerable de paparazis enfrente del club.

—¡Tord, nos das unas palabras, por favor!

—Tord, ¿es verdad que vas a ser la cara de la línea de moda de Mark? ¿Qué pasa con el contrato exclusivo rumoreado con Burberry?

𝙈𝘼𝙇𝙑𝘼𝘿𝙊 ✩ TomTordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora