Yuu estaba seguro de que Thomas y Tord estaban teniendo una relación ilícita. La idea le hizo reír tontamente -eso le recordaba a esas novelas románticas de mala calidad que solía leer- pero "relación ilícita" era una expresión perfecta para definir lo que estaba pasando entre Thomas y Tord. No era que había algo moralmente malo en tener una relación sexual entre dos adultos que lo consienten, pero Thomas ciertamente parecía pensarlo si sus esfuerzos por ocultar su relación de Yuu eran un indició.
Thomas dejaba el departamento de Yuu únicamente por la noche, después de que Yuu se fuera a la cama, y estaba siempre de regreso antes de que Yuu se levantara por la mañana. Yuu no habría siquiera sabido acerca de las ausencias nocturnas de Thomas si no hubiera comprobado los registros de seguridad. No era difícil de averiguar a dónde iba Thomas todas las noches, teniendo en consideración que últimamente Thomas parecía bien jodido y relajado o increíblemente sombrío y tenso.
-Puedes hablar conmigo, tú sabes -Yuu dijo un día, mientras estaban teniendo una cena tranquila. Thomas parecía distraído y tenso, más diferente de lo habitual.
Thomas levantó la vista de su plato, una arruga apareciendo entre sus cejas.
-¿Sobre qué?
Yuu lo observó cuidadosamente antes de llegar a la conclusión de que Thomas aún no estaba listo para esta conversación. Thomas estaba claramente luchando con llegar a un acuerdo con su sexualidad y no necesitaba saber que Yuu sabía de lo suyo con Tord. Si Thomas no estaba cómodo con su relación, era poco probable que estuviera cómodo con otra gente sabiéndolo.
-Sobre cualquier cosa -dijo Yuu con un encogimiento de hombros-. Pareces tenso. Más tenso que de costumbre.
La penetrante, mirada sospechosa de Thomas casi lo hizo retorcerse en su asiento.
-Estoy preocupado por Yanov -dijo Thomas.
Yuu miró a su guardaespaldas. Thomas sabía lo preocupado que estaba por Yanov. Usarlo para desviar la atención de Yuu era una táctica sucia... sucia pero efectiva. Yuu había estado tratando de mantener su mente ocupada con otra cosa aparte de Yanov; se volvería loco por la preocupación de otra manera.
-¿Alguna noticia? -Yuu dijo rígidamente.
Thomas sacudió la cabeza.
-No después de la llamada de Larry hace dos días. Ellos todavía deberían estar en algún lugar en las montañas. Se rumorea que Eduardo tiene una base allí.
-Probablemente no hay señal dónde está -dijo Yuu con más optimismo del que sentía.
Thomas asintió bruscamente, su expresión sombría.
Yuu sintió una punzada de culpa por sus pensamientos anteriores. Tal vez se había equivocado y Thomas realmente estaba preocupado por Yanov, también.
-No estás acostumbrado a esto, ¿verdad? -dijo Yuu-. Probablemente odias que en lugar de estar allí, estás atascado como mi guardaespaldas protegiéndome de una amenaza inexistente -La última vez que Yanov se había puesto en contacto con ellos dijo que Eduardo estaba definitivamente en Perú y era poco probable que fuera una amenaza para Yuu.
Thomas se encogió de hombros.
-Se siente extraño. Larry es bueno, sin embargo. El va a cuidar su espalda -A pesar de sus palabras tranquilizadoras,
Thomas todavía parecía tenso y distraído.
Yuu estaba seguro de que había algo más molestando a Thomas.
¿Pero qué?
[...]
