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Salir de la habitación caminar y cruzar por el largo pasillo hasta el ascensor, bajar al último piso e ir directo hacia el patio siempre custodiado por un enfermero que vigilaba cada uno de sus putos pasos con la intención de evitar cualquier tontería de su parte.

Ya tenía grabado el mismo día en su cabeza y la peor tortura era que se seguía repitiendo una y otra vez desde que su hermana lo había arrojado en ese lugar ese maldito internado para desquiciados.

Lo único que podría agradecer es que por una vez en el día le dejaban salir de aquella aburrida habitación donde ni siquiera se le permitía comer con un tenedor por el miedo de que de nueva cuenta hiciste algo estúpido pero qué más da tal vez  esta nueva vida era mejor ya que la anterior sólo se resumía en acontecimientos que le hacían mierda la cabeza y tal vez este era el único lugar donde iba a estar libre de todo pese a ser aburrido y deprimente.

Llegó al patio; un muy amplio lugar verde con bastantes banquetas y muchos árboles, se sentó en un lugar y espero a que pase el tiempo, solo mantenía la vista en un punto hacia la nada misma pensando una y otra vez en su tonto existir y todo lo que le había pasado últimamente o más bien estuvo re pensando aquel día cuando Blue se fue cuando lo abandono.

Pudieron haber pasado días semanas tal vez meses pero no recordaba eso solamente sabía que estuvo varado en ese lugar por demasiado tiempo. Tal vez era su angustia lo que le hizo perder la noción del tiempo o tal vez aquellas pastillas que debía tomarse todos los días contra su voluntad que lo hacían perdón todo actuar como un tonto vivir como un idiota y perder toda su esencia.

Decidió entonces recorrer un poco Ángel lugar entre los árboles y la hierba mirando alrededor aquellas personas vestidas al igual que es como si fuesen todos clones con el mismo aspecto la misma sensación de pesadez en el cuerpo y caminando como zombis dando vueltas por ahí con sus vidas rotas y sin saber que hacer más que solo intentar sobrevivir.

Por primera vez su vista se detuvo en una sola persona que por alguna razón algo le decía que estuvo ahí siempre pero no quería creerlo esa persona ya conocida que estaba ahí por la misma razón que destruido por la pérdida de alguien tan importante entonces le hablo sin esperar respuesta.

—Ha pasado mucho tiempo Jimin.– dijo en un tono nostálgico.

...

Su pasó era cansado era obvio ya que tuvieron que caminar cientos de kilómetros a pie porque según para taehyung así era más seguro ya que sinó corrían el riesgo de dejar evidencia de su paradero, por un demonio que fue difícil ni cuando se había fugado de ahí había sufrido tanto cansancio pero por fin llegarme aunque no estaba ansiosa para nada su garganta temblaba por el nerviosismo y el miedo ya que no sabía que le deparaba al pasar a que el portón abarrotado con un acero indestructible y con alambres de púas en el final parecía estar más preparado para la fuga de alguien y ya lo veía venir sabía que ahora iba a ser peor todo por su culpa pero debía hacerlo por el bien de su hermano y por el bien de su amado ya jamás podría ser feliz ni libre.

Cruzaron la entrada y enseguida alguien que reconoció al instante los recibió con un rostro irónico algo que le frustraba bastante.

Sabía que algún día tenías que volver a tu lugar sonrío el tipo.

Blue solo se mantuvo cabizbaja para que él no pudiese notar su mirada impotente.

Siguieron siguieron el paso,  detrás de Seokjin, ella recorría la mirada por toda la gran mansión; seguía bastante igual a cuando escapó de ahí hace un año. Esas decoraciones antiguas y elegantes, jamás iba a olvidarlas ya que pasó la mayoría de su infancia ahí, bueno, sólo una pequeña parte de ésta ya que la mayoría del tiempo sólo era mantenida aprisionada en ese maldito laboratorio subterráneo, cual conejillo de indias de su loco padrastro difunto.

Aunque pese a que el anterior estaba muerto, no se sentía alivianada para nada porque al parecer su hijo Seokjin era mucho peor. Estaba perdida.

Tenía miedo por lo que le iba a suceder.

Llegaron a la planta subterránea gracias al lujoso ascensor. Era obvio que las instalaciones iban a ser las mejores, después de todo el difunto señor Kim se había convertido en uno de los mejores químicos de toda Corea, luego de innovar a todos con muchos de sus prototipos biológicos. Todo gracias a los experimentos realizados en la pobre muchacha, Somin.

Entraron por un amplio pasillo, todo ese lugar si que estaba completamente diferente, era como si en ese momento estuvieran en un edificio distinto y no debajo de la gran mansión.

Siguieron caminando y Seokjin se detuvo frente a una puerta blanca, tenía los bordes reforzados con metal y en la parte de arriba una pequeña escotilla que permitía ver lo que sea que hubiese dentro de ésta.

Abrió la puerta con un reconocimiento de huella dactilar y se hizo a un lado dando a entender a Blue que debía entrar primero.

La chica hizo caso e ingresó a la habitación. Rodeo la vista por todo el lugar que era completamente blanco, tenía una cama, un inodoro y lavabo; era una prisión.

—Intenta utilizar tu don aquí y te será inútil, esta habitación fue hecha para evitar otra de tus fugas.— Jin sonrió. —Me estuve preparando más que nunca para tu regreso. Espero que estés cómoda cariño.— dijo aquello y le dió la espalda.

Mientras Blue oía eso se sintió impotente, apretó su puño con fuerzas mientras veía la espalda de Jin y a Taehyung mirándola sin expresión alguna, como si le diese igual verla en esa situación; siendo encerrada como un animal de laboratorio.

Ella era la más fuerte entre ellos tres y aún así parecía como si sólo fuese una pequeña cucaracha, pero por la manipulación mental que recibía por parte de ese monstruo, su fuerza se reducía a nada.

Todo por mantener a salvo a aquellos que amaba.

Pero preferiría estar así que a volver soportar el dolor de perder a alguien importante.

...

—Sabes, estos últimos años he estado de la mierda.—miró al chico sentado a su lado que abrazaba sus piernas y miraba a la nada misma, era obvio que no lo estaba escuchando. —Pero creo que tu has estado peor de jodido.— rió amargamente.

Jimin se mantuvo en la misma posición. Hoseok se empezaba a sentir un tonto por intentar confabular con éste pero algo dentro de sí le decía que siguiera hablando.

—Ese accidente nos cambió la vida a ambos. Nos hizo mierda la cabeza y nos hirió el alma. A ti por hacerte sentir culpable y a mí por lo mismo ya que a pesar de que tú manejabas ese auto ese día fue realmente por mi culpa que ella muriera. Ya que de no ser porque no dediqué mi tiempo a estar a su lado y disfrutar momentos con ella, Ahri no habría estado triste y estresada todo el rato, provocando así la discusión que hizo que perdieras el control al conducir. Todo fue por mi egoísmo y por obsesionarme con trabajar todo el día, dejándola atrás a ella.— los ojos de Hoseok picaban, tanto así que su voz se quebró y las lágrimas brotaron. —Fui un imbécil por haberla descuidado. Así que tú no eres el culpable Jimin, yo sí. Todo fue mi maldita culpa.

Hoseok palmeó el hombro del chico que permanecía inmutable, dando y buscando un poco de consuelo, sentía que jamás iba a tener esa conversación con él o iba a ser capaz de siquiera hablarlo ya que desde que Ahri murió en ese accidente éste se limitó a enfurecerse con Jimin y evitar hasta visitarlo en el hospital; porque en ese tiempo no tenía a quien culpar y lo eligió a él pero con el pasar de los días supo que todo sucedió por sus acciones pasadas.

—Esto es irónico. Yo dije que jamás iba a necesitar que me encierren en un hospital psiquiátrico pero después de pensarlo creo que este es el mejor lugar para mí. Juro que intenté seguir con mi vida pero todo me sale mal. Creo que ya no tengo remedio. Estoy perdido.— eso fue lo último que dijo antes de levantarse de la banqueta y caminar unos pasos para volver, pero lo que oyó lo dejó atónito.

—Tú no estás perdido Hoseok, jamás lo has estado.— era la voz de Jimin, que por primera vez en dos años respondía a un estímulo del mundo exterior. Él lo había oído todo.

Una gran sonrisa se formó en el mayor, debía reconocer que lo había extrañado demasiado.

...

The stranger ➸ J. HoSeok ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora