La puerta de mi habitación se abrió lentamente y seguido de eso también logré percibir unos leves pasos detrás de mí. No podía ver quién era -no quería- ya que aún estaba muy adormilado y mi cuerpo daba la espalda a aquella dirección.
Tampoco le di demasiada importancia porque sabía que podría ser sólo mi hermana buscando algo o algo así y menos iba a hablarle recordando nuestra disputa de ayer. Aunque me arrepintiera de haberla gritado así ayer, aún estaba bastante sensible y esperaría a recuperarme para hablar, no quería empeorarlo más.
Cerré los ojos cuando oí la puerta cerrarse nuevamente, pero los volví a abrir al sentir como el colchón se hundía detrás de mí. Esperaba oír algo, pensé que tal vez Jiwoo venía a disculparse o algo por el estilo, pero nada pasó.
Decidí ignorarlo de nuevo; pensé en creer sólo la primera opción. Pero ya habían pasado un par de minutos y seguía sin suceder algo, era como si el peso de una mirada se recostara sólo sobre mí.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo tras sentir una respiración cerca de mi oreja y como acto de reflejo volteé con la mirada despavorida a esa dirección.
-¿¡Pero qué mierda!?- medio grité sentándome de golpe en la cama, mirando a aquella chica; la tipa que detuvo mi auto, quien deshizo mi intención.
Fruncí el ceño recordando aquello y apreté con fuerza la manta que me cubría.
-¿Qué mierda haces aquí?- ella sólo se quedó viéndome atentamente. Luego reparé en que aún seguía sentada al lado de mí.
-¿Por qué rayos no respondes? ¿Acaso no hablas? Y sal de mi cama, ahora.Con la misma expresión, hizo caso a lo que le ordené y se incorporó. Ya sé, fue algo cruel, pero vamos, ni siquiera sabía quién era.
-¿No piensas responder?- insistí con una mirada tosca.
Ella bajó la vista.
¿Era muda o qué demonios?
Claro que no, la voz que oí en la cocina era de ella.
-Dime que hacías hace un instante.
Me miró expectante por unos segundos más. Luego, apuntó hacia una dirección, dirigí la mirada al lugar, la mesa de noche; había un vaso con agua y algunas pastillas reposados ahí.
-¿Sólo venías a eso?- dejé de mirar aquello para dirigir los ojos a ella.
-¿Para qué es esa mierda?Hizo una señal; apuntó primero a los objetos de la mesa, luego a su boca y por último a mí.
Desvié la mirada con ambigüedad.
-¿Qué? ¿Quieres que me las tome?- asintió. Fruncí los labios mirando aquello. Según entiendo, probablemente fue Jiwoo quien la envió.
-Ni creas que me tomaré eso.- me crucé de brazos, ella me imitó, sólo que con una expresión de reproche.Volvió a señalar los medicamentos, permaneciendo con la misma expresión.
Fruncí el ceño.
-No se ni quién eres y ni siquiera me hablas. No voy a aceptar nada de tu parte, mucho menos si se trata de pastillas.
Tomó el vaso y lo puso frente a mi rostro. Giré mi rostro como berrinche y oí un gruñido de su parte.
Volví a mirarla serio. Deslicé mi mirada por las pastillas que llevaba en sus manos -muy cerca de mi rostro, por cierto- y las miré con desprecio.
-¿Qué si se trata de alguna droga o... veneno?
Agitó rápidamente la cabeza en negación. Y señaló con la mirada hacia mi herida en la cabeza.
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The stranger ➸ J. HoSeok ©
Fiksi Penggemar¿Para qué vivimos? ¿Qué nos impulsa a seguir de pie pese a las atroces situaciones que nos depara la vida? Hoseok tenía un porqué. Pero lo perdió. ¿Ahora de qué le sirve seguir en éste mundo entonces? Todo se oscureció completamente para sí y por m...