·*cuentos*·

andromeda y otras galaxias

Los astronautas aún no han pisado marte, pero a mí me bastaba con el sabor de tus labios.

Vi galaxias enteras en tus ojos, contemplé la luna y todas las estrellas que bailaban al son de tu vals favorito, que ahora suena en la radio distorsionada del bar más antiguo del barrio.

Tarareo la melodía y mis dedos abandonan la taza de café para golpear de manera rítmica la mesa de madera.

¿Me seguirás amando aún? ¿Ahora que mi belleza forma tan solo parte de una nostalgia egoísta?

La música me transporta y de nuevo vuelvo a llevar el vestido de flores que me regalaste por mi cumpleaños, tus brazos me agarran de las caderas con la pasión de un momento que no quise entender nunca, que era efímero.

Cada una de tus caricias es un recordatorio de que esto no durará para siempre.

Ahora tan solo eres una memoria más. Una daga en un corazón que no debería seguir sangrando.
No sabes cuantas veces he lamentado no ser capaz de superarte.

Tú eres mis recuerdos y yo me condeno a ellos, a ti. Me condeno vivir una vida donde mi alma incomprendida lamente la pérdida de tu voz, de tu sonrisa y de tus lágrimas.
Lamento que no llenes mi vida de luces tan complejas como andromeda y tan bonitas como los anillos de Saturno.

Observo mis manos y reposo en las arrugas y en las manchas que el tiempo me ha regalado. Me hago vieja, pienso. Y nada es para siempre.

Fuiste tan efímero y tan eterno como una flor de mayo.

En el reflejo de la ventana que da a la carretera veo mi silueta desdibujada. La ciudad avanza y los coches suenan y el ruido es distante, pero la forma
adivinable de la mujer no se mueve.

Una señora de ojos cansados me devuelve la mirada,
tiene el pelo liso y blanco, y los hombros encogidos con desgana.

Si tan solo cerrando los ojos puedo volver a ti, recorreré la luna y todas las galaxias mientras sueñe, y lloraré con lágrimas de luna un amor que jamás tuve el valor de intentar explicar.

Quien se crea digno de explicar un universo tiene por cerebro una gaviota, pienso.

El pensamiento de las gaviotas me arranca una sonrisa. Tú amabas las gaviotas. Decías que significaban la cercanía al mar; Y el mar es el único digno de tocar las estrellas.

Vuelvo a mi café que ya no está caliente y la canción se termina y, con una lágrima delatora, confirmo que aún lamento que nunca más brillaran tus ojos, que fueron siempre mi universo favorito.

Mi mama dice que este poema es bonito así que lo publico hoy, en el día de los enamorados.
Feliz san valentín 💌
-lunn🎧