Capítulo 7

612 63 1
                                    

Harry se estremeció bajo el frío aire de la noche. Enseguida floreció una lámpara agitándose sobre las cabezas de los alumnos.

— ¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí!

La gran cara peluda de Hagrid desbordaba alegría.

—... Miren bien dónde pisan —siguieron a Hagrid por lo que parecía un estrecho sendero. Nadie hablaba. Neville, sollozaba de vez en cuando—. En un segundo, tendrán la primera perspectiva de Hogwarts, justo al doblar esta curva.

El sendero angosto se abría inesperadamente a la orilla de un gran lago negro. En la punta de una alta montaña, al otro lado, había un impresionante castillo.

— ¡No más de cuatro por bote! — gritó Hagrid, señalando los botes alineados en el agua, al lado de la orilla. Harry buscó con la mirada a Malfoy, el bote donde iba ya estaba lleno. Harry y Ron subieron a uno, seguidos por Neville y Hermione.

— ¿Todos han subido? — continuó Hagrid —. ¡Venga! ¡ADELANTE!

Y los botes se movieron al mismo tiempo, deslizándose por el lago. Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo que se elevaba sobre sus cabezas.

— ¡Bajen las cabezas! — soltó Hagrid, repentinamente. Todos agacharon la cabeza y los botecitos los llevaron a través de un túnel oscuro, hasta que llegaron a una especie de muelle subterráneo, donde treparon por las rocas y los guijarros—. ¡Eh, tú, el de allí! ¿Es éste tu sapo?

— ¡Trevor! — gritó Neville, muy contento, extendiendo las manos. Luego subieron por un pasadizo en la roca, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.

Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta de roble.

— ¿Están todos aquí? Tú, ¿todavía tienes tu sapo?

Hagrid llamó tres veces a la puerta del castillo. La puerta se abrió de inmediato.

— Los de primer año, profesora McGonagall — dijo Hagrid.

—Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.

Siguieron a la profesora McGonagall a través de un camino de piedra, hasta a una pequeña habitación vacía, fuera del recibidor.

— Bienvenidos a Hogwarts — dijo la profesora McGonagall —. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupen sus lugares en el Gran Comedor deberán ser seleccionados para alguna de las casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estén aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de la casa que les toque, dormirán en los dormitorios de sus casas y pasaran el tiempo libre en la sala común de la casa.

»Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts, sus triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor. Espero que todos ustedes sean un orgullo para la casa que les toque.

»La Ceremonia de Selección tendrá lugar dentro de pocos minutos, frente al resto del colegio. Les sugiero que, mientras esperan, se arreglen lo mejor posible.

Los ojos de la profesora se detuvieron en la capa de Neville, y en la nariz manchada de Ron.

—Volveré cuando lo tengamos todo listo para la ceremonia — dijo la profesora McGonagall, y salió de la habitación.

Harry Potter y La Moneda Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora