Capítulo 10

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Hill no podía creer lo que veían sus ojos, cuando vio que Harry y Draco todavía estaban en Hogwarts al día siguiente, de lo más tranquilos y relajados. En realidad, por la mañana Harry observaba como Draco, Blaise y Theodore ideaban estrategias para evitar que el perro de tres cabezas continuara en Hogwarts.

— Es algo muy valioso, o muy peligroso — dijo Pansy.

Blaise y Theo no dejaban de pensar en lo que había debajo del perro y la trampilla, a lo contrario de Pansy y Draco que no podían dejar de pensar en el perro de tres cabezas. Por su parte Harry, tenía claro que necesitaría de ayuda para pasar algunas de las pruebas.

Sin embargo lo único que le importaba a Harry era evitar todas las muertes posibles y para ello debía deshacerse de Voldemort, tal vez sí lograba que Draco lo invitara a su casa durante vacaciones podría coger el diario de Tom, y si mataba al basilisco de una vez podría tener un año tranquilo, pero y si no lo conseguía y si sus amigos no tenían deseo de involucrarse, y si le contaba a Draco lo que sabía. El miedo comenzaba a asfixiarle. ¡ Su amistad todavía no era tan fuerte! , o al menos eso creía Harry.

— ¡...HARRY! — gritó Draco.

— ¿Qué pasa? — reaccionó Harry saliendo de sus pensamientos —. ¿Por qué gritas?

— Eso iba a preguntar — dijo con voz chillona —.Tengo rato llamándote.

—Lo siento, — dijo rápidamente Harry — ¿Decías...?

— Muy bien — dijo Draco, mirando radiante a Harry —. Sígueme.

Draco y Harry salieron rápidamente del comedor, subieron por la escalera, hasta un aula vacía.

— ¿Qué sucede? — dijo Draco —. Aunque tus labios digan "no es nada", tus ojos piden apoyo.

— Me preguntaba — continuó Harry con la mirada hacia el suelo —. ¿Soy un verdadero Slytherin? ¿Uno de ustedes, Draco?

Los labios de Draco se curvaron en una sonrisa, mostraba desolación y confianza. Suspiró y negó delicadamente con la cabeza.

— Nunca lo serás. Para ser un Slytherin se necesita más que un Sombrero Seleccionador — argumentó Draco —. Debes desearlo, sentirlo y confiar en tu casa, Harry. Nosotros, sabemos que estamos en una cuerda floja, te ofrecimos nuestra amistad pero tenemos realmente la tuya.

— ¿Qué puedes saber tú? — replicó Harry

— Nada, y supongo que tú no me lo contaras.

Antes de que Harry pudiera contestarle, Draco desapareció por la puerta del aula.

Tal vez fue porque estaba ocupado con las distintas asignaturas, por lo que Harry se sorprendió al comprobar que ya habían pasado dos meses en Hogwarts.

En la mañana de Halloween se despertaron con el delicioso aroma de calabaza asada flotando por todos los pasillos. Pero lo mejor fue que el profesor Flitwick anunció en su clase de guardianes que pensaba que ya estaban listos para empezar a hacer pequeñas misiones, algo que todos se morían por hacer. El profesor Flitwick puso a la clase por equipos de tres para que practicaran. El equipo de Harry era Theodore y Goyle (lo que fue un alivio, porque Harry nunca había realizado misiones cuando estuvo en Gryffindor). Draco, sin embargo, tuvo que trabajar con Blaise y Crabbe

— Y ahora no olviden todo lo que hemos estado practicando — dijo con voz aguda el profesor; subido a sus libros, como de costumbre —. Agua y Fuego; recordar, Agua y Fuego. Un encantamiento de levitación también podría ayudar. Es muy importante que confíen en su equipo y también que pronuncien las palabras mágicas correctamente.

Harry Potter y La Moneda Del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora