11

329 34 11
                                    

Basil se demoró una semana exacta en reaparecer en la puerta de la mansión Gray

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Basil se demoró una semana exacta en reaparecer en la puerta de la mansión Gray. Sospechaba que se tardó demasiado, pero no podía volver sin haber aclarado sus ideas.

Mientras esperaba, pasaba la mirada de la aldaba al papel que sostenía entre sus manos y a sus zapatos y repetía el proceso.

—El señor dice que no está —Escuchó que anunciaba Víctor, sin abrir la puerta.

Basil contuvo un bufido de risa.

—¿No está en la biblioteca?

—No, no está en la biblioteca —contestó Víctor desde el otro lado.

—Gracias entonces. Ten un buen día, Víctor.

—Igualmente.

Basil se alejó de la puerta principal y dio un rodeo a la casa para ir hacia la ventana que sabía que daba a la biblioteca. Había pasado tanto tiempo allí con Dorian que ya creía tener memorizada toda la estructura y no se podía equivocar.

Se detuvo frente a la ventana que estaba junto al asiento favorito de Dorian. Él se encontraba leyendo. Basil tocó el cristal con los nudillos y Dorian dio un brinco, casi cayéndose de la silla al notar su presencia.

Por su expresión, estaba considerando seriamente la posibilidad de huir.

—Quédate ahí —pidió Basil—, sólo quédate ahí, tengo algo que decirte.

Dorian debió notar que su expresión era bastante seria, porque a pesar de su reticencia, abrió la parte inferior de la ventana.

—¿Qué decías?

—Necesito decir algo —explicó Basil— y tú te tienes que quedar quieto ahí y escucharlo. Necesito decirlo —repitió para dejarlo en claro.

Dorian tragó en seco y se hundió en el asiento, como si tuviese intenciones de fusionarse con el respaldar si así podía evitarlo.

Pero eso no ocurriría. Basil se inclinó hacia adelante, apoyó sus brazos en el marco de la ventana y no pudo evitar una débil sonrisa apenada cuando Dorian vio el papel que sostenía. Él incluso lo giró para que lo detallase mejor.

Tenía varios párrafos llenos de tachones, borrones y notas.

—Creo que las palabras son...algo que se me da bien, no sé si te has dado cuenta, a veces explico muy bien las cosas, me parece. Pero las...las cosas que tienen que ver realmente conmigo, las cosas que tienen que ver con mis sentimientos, eso siempre me cuesta. Siempre es muy duro. Tuve que escribirlo para estar seguro de que diría lo que necesitaba decir y no me quedaría con las cosas adentro o me perdería o asustaría o...lo que fuese.

Dorian se limitó a observarlo mientras Basil carraspeaba y le daba un vistazo a las primeras líneas de lo que escribió para recordar el punto principal.

Dorian GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora