Un chico está preocupado por cómo se verá en el futuro y un pintor enamorado de él crea un cuadro que lo puede mantener joven a cambio de un precio.
Un muy, muy terrible precio.
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Henry tomó asiento en el borde que tenía el marco de la ventana. Estaba despierto cuando Dorian empezó a llamar a su teléfono una y otra vez, pero apenas le había dado tiempo de echarse una bata de seda encima y ponerse pantuflas para no abrir la puerta desnudo.
Dorian miró alrededor en cuanto puso un pie en la sala. Henry cabeceó hacia un mueble y él se movió hacia este para sentarse.
—¿Tu esposa no estará preocupada porque vine a esta hora?
Henry estaba más ocupado en encender su cigarrillo y respondió sin mucho interés.
—No está. Me pidió el divorcio y planea quedarse con la casa a las afueras de la ciudad, dijo que esta era "demasiado Henry".
—Lo siento mucho, Harry...
Henry apenas le dio un vistazo por encima del cigarrillo. Sus labios se curvaron un poco hacia arriba.
—¿Por qué lo sentirías? ¿Eres tú por el que me ha dejado?
—¡Claro que no!
Él se echó a reír por el horror de Dorian al responderle.
—Ya decía yo que ella tiene gustos interesantes, pero no tan interesantes...
—¿De verdad te ha dejado por alguien más? —Dorian suavizó su tono e intentó pensar en cómo consolarlo, si es que Henry necesitaba algo similar a un consuelo.
Henry sólo se encogió de hombros.
—Eso hacen, ¿no? Bien por ella si el siguiente tonto le gusta más que yo —Le dio una calada al cigarrillo y luego lo apuntó con este—. Pero tú no has venido en plena madrugada a oír sobre mi matrimonio fracasado. ¿Qué pasa? ¿Basil entró en la faceta en que no suelta una palabra o...?
Dorian carraspeó y se retorció un poco en el asiento.
—Imagino que...sabes lo que sucedió hace poco.
—¿Alguien podría no saberlo? —repuso Henry, arqueando las cejas. Lo observaba con cierta condescendencia.
—Te diré la verdad, Harry —indicó Dorian, inclinándose hacia adelante—. Estoy asustado...
—Sabía que todavía tenías miedo de ti —Henry meneó la cabeza.
—¡Le disparé a un hombre, Harry! Y murió. James murió.
—Normalmente eso es lo que se espera cuando le disparas a alguien-
—Henry, por favor —La voz de Dorian tembló—, tómate esto tan en serio como seas capaz.
Henry ahogó un largo quejido, pero se enderezó, sostuvo el cigarrillo entre sus labios y se ató mejor su bata de seda mientras pensaba.
—Bien, un sujeto te acosaba, le has disparado, murió, ¿ahora te sientes culpable?