Y la semana pasa sorpresivamente rápido. Cada día el tiempo se lleva un poco de la vida de las hortensias que descansan en el buró de Akaashi, con el agua de un florero intentando salvarlas. Se pone triste al verlas morir y ni hablar de lo mal que se siente al tener que tirarlas. Sin embargo se pone feliz de vuelta cuando Bokuto le dice que no se preocupe porque le comprará más y de todos los tipos. Parece ser que sabe qué decir en momentos así.
Cuando el día viernes llega, él se despide de sus padres. La excusa es fácil: Akaashi es amigo de uno de los patinadores donde el entrena y sus padres lo conocen. Ha dicho que entrenará con él y que después se quedará a dormir en su casa, para mañana levantarse y seguir entrenando. Como sabe que Kyara y Seiji Akaashi le preguntarán a su compañero, se ha tomado el tiempo de decirle. Y aunque este se ha negado, tuvo que aceptar porque le debe favores a Akaashi.
Y así es como ha logrado llegar al partido de Fukurodani.
—¡Akaashi, estás aquí!
—Sí, Bokuto-san. ¿A qué hora empiezan?
—Dentro de un rato. Debería estar cambiándome para la entrada en calor pero no quería hacer nada antes de verte. ¡Estoy muy feliz de que hayas venido! —Se le tira encima, abrazándolo. Akaashi ríe, palmeando su espalda—. ¿Cómo hiciste?
—Bueno, dije que me iba a quedar en la casa de un amigo de patinaje. Mis padres creen que estoy entrenando ahora mismo.
—Espero no se enteren que es todo lo contrario. Me llegan a ver contigo y nos matan... Ah, mis próximos suegros me odian —Lloriquea falsamente.
Akaashi toma su mano y da un apretón, negando con una sonrisa enternecida.
—Mejor concéntrate en el juego, Bokuto-san.
—Seguro. Pero ya debería irme, ¿vas a las gradas?
—Sí —Akaashi se ruboriza al sentir los dedos de Bokuto entrelazarse con los suyos—. Suerte, Bokuto-san.
—¡Quizás un beso sería lo que realmente me daría suerte!
—Claro que no. Ni lo pienses —Se suelta de él y Bokuto hace un puchero sin perder la diversión—. Ya vete con tu equipo.
—¡Adiós, Akaashi, fíjate en el número cuatro por favor!
—Está bien, Bokuto-san.
Y todo va bien. Akaashi está tranquilo viendo lo increíble que es el As de Fukurodani, sin embargo hay unos cuantos errores en la recepción y el armador que los hacen perder.
Akaashi tiene ganas de llorar.
Pero cuando ve a Bokuto caminar hacia él con una sonrisa, se confunde.
—¿Nos vamos, Akaashi?
Suena tan tranquilo y este asiente, pensando que el mayor estaría destruido. Decide no preguntar nada hasta que salen, pensando que quizás es una máscara de Bokuto para no amargar a su equipo; después de todo es el capitán y seguro piensa que no está bien llorar enfrente de todos.
Akaashi tenía razón, sin embargo recién se rompió a poco pasos de llegar a su casa. Bokuto lo miró con su sonrisa ahora amarga y no piensa antes de abrir sus brazos, soltando un suspiro y dejando que este se tire sobre él.
—Solo fue un partido, Bokuto-san.
—¡Pero perdimos, Akaashi y justo tú viniste! ¡Seguro piensas que soy un asco jugando! —Solloza con fuerza y Akaashi piensa que en cualquier momento se van a caer.
—Bokuto-san, tú no-
—¡Siempre juego bien y hoy fui un asco, Akaashi, lo siento mucho! —Lloriquea, mirándolo destrozado—. ¡Y-yo te juro que juego bien, que soy el mejor!
ESTÁS LEYENDO
The cold in your eyes | Bokuaka
Fanfiction-¿Te conozco? -Ah... eh... yo soy... eh... ¡Me gustas! Bokuto Kotaro desde hace años se interesa completamente en el vóley. Y hace un año se interesa en Akaashi Keiji, el bonito chico de segundo año que... ni lo registra. Hasta que un día, Bokuto si...