Luego de ese lunes catastrófico, Bokuto no sabe nada de Akaashi. No hay mensajes, no hay llamadas ni fotos. La preocupación por pensar que a su novio le ha pasado algo y todo es culpa de sus padres lo carcome, lo hace sentir más ansioso de lo normal.
Su madre le ha dicho que no vaya, pero a él no le importa. Necesita ver a Akaashi antes de tener un ataque de locura e ir a golpear a la asquerosa familia que le ha tocado al pelinegro. El simple hecho de no saber por qué falta a la escuela sin razón alguna o por qué no contesta nada de lo que él le manda le pone los pelos de punta. Quiere ver a Akaashi ahora mismo.
El reloj marca que son las tres de la tarde un miércoles. Bokuto está parado en la puerta de los Akaashi y ni siquiera sonríe cuando Seiji abre la puerta.
—¿Por qué vuelves?
—¿A dónde está Keiji?
No le gusta hablar así, se siente irrespetuoso. Siente a su madre reprochar su actitud en su oído pero esta vez es necesario. Está tan enojado con los padres de Akaashi que piensa que tratarlos tan despectivamente es lo mejor.
—No te diré. No te tiene porque importar.
—Es mi novio. Es obvio que me importa.
Seiji no se la deja fácil. Su mirada seria y molesta, demostrando claramente que no le gusta la presencia del chico ahí. Es un sentimiento mutuo con Bokuto de todos modos.
—Hace dos días no se ven y él te ignora —Se cruza de brazos. Parece disfrutar esto—. ¿Por qué crees que siguen siendo novios?
—Con todo respeto, usted es realmente insoportable.
—Solo quiero lo mejor para mi hijo.
—¡Akaashi debe estar sufriendo!
—Y es por tu culpa, chico. Si ustedes no fueran novios, esta situación no estaría. Pero como no nos dejan otra opción...
—¡¿Lo tiene encerrado aquí?! —Bokuto pregunta, intentando mirar adentro del la casa. Seiji asiente, congelando la sangre del menor—. Usted..
¿Cómo un padre sería capaz de hacer eso?
—¿Yo qué?
—Usted es... el peor padre de todos.
—Ya te dije, hago todo esto para proteger a mi hijo.
Hay una pelea en voz baja entre Bokuto y Seiji Akaashi, que termina haciendo que el menor, cansado del cinismo del hombre, se vaya irritado, con los nervios a flor de piel.
Pero eso no lo detiene, claro que no.
Él es Bokuto Kotaro y hará todo lo posible para ver al amor de su vida, al próximo padre de sus hijos y a su marido. No le interesa que su madre lo quiera matar por salir de casa tan tarde si eso significa que podrá ver a Akaashi.
Entonces, cuando el reloj marca las doce en punto, él corre a la casa de Akaashi y cuando llega, observa el balcón de su habitación. Supone es fácil, después de todo, el pelinegro bajó con la mayor facilidad del mundo. No debe ser difícil subir.
A las doce y media está encima de la rama de un árbol, estresado por la situación en la que está. Se tambalea y se lastima los codos por culpa de las ramas, pero por suerte llega al balcón del pelinegro. Golpea lo más bajo que puede el vidrio hasta notar el movimiento entre las sábanas de Akaashi: La mirada confundida del pelinegro que parece recién despierto y cómo se tropieza con sus propios pies al notar que quién está parado ahí, con una sonrisa hermosa, es Bokuto.
—¡K-Kotaro!
—¡Mi vida!
Bokuto exclama cuando Akaashi toma sus mejillas, mirándolo confundido. Es como si hubiera pensado que Bokuto jamás llegaría, que él estaría adentro de ese cuarto encerrado por lo que resta de su vida.
ESTÁS LEYENDO
The cold in your eyes | Bokuaka
Fanfiction-¿Te conozco? -Ah... eh... yo soy... eh... ¡Me gustas! Bokuto Kotaro desde hace años se interesa completamente en el vóley. Y hace un año se interesa en Akaashi Keiji, el bonito chico de segundo año que... ni lo registra. Hasta que un día, Bokuto si...