Capítulo 11

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—Amo hacer esto.

—Es ver vitrinas, Kotaro.

—Y por eso lo amo.

Akaashi sonríe al ver la sonrisa de Bokuto.

Es sábado por la mañana, la pareja camina tomados de las manos por la ciudad observando todos los negocios. Bokuto lo lleva para todos lados mientras que Akaashi lo escucha en silencio, aunque de vez en cuando acota con sarcasmo.

—¡Entremos aquí!

—Es un negocio de artículos descartables.

—Amo estos lugares.

Bokuto tira de él para entrar al lugar. Akaashi suspira.

—¡Platos descartables! Vamos a necesitar millones de esos para cuando tengamos hijos.

—¿Por qué? —Akaashi frunce su ceño, observando los precios—. Tendremos platos normales y ya. Los niños no comerán en esto.

—¿Niños? —Bokuto sonríe, haciéndolo sonrojar—. ¿Quieres tener más de un hijo, Akaashi?

—Pensé que tú sí.

—¡Claro que sí! Me gustaría que fuéramos muchos... ¡Como si fueramos un equipo de voley! O sea que... Eh, ¿te parece mucho cinco hijos?

Akaashi niega.

—Ya había pensado que seguramente querías tener muchos hijos, así que no. Suena genial. Estresante también, pero podremos sobrevivir.

Bokuto lo mira deslumbrado.

—En serio tengo que hacerte mi marido...

—Ya lo soy —Ríe.

—Hablo de legalmente. Estamos casados bajo los ojos de un sacerdote falso. ¡Pero volviendo al tema de nuestros hijos! Si tenemos muchos niños, deberíamos tener una casa realmente grande.

—La verdad es que sí.

—¡Trabajaré para tenerla!

—Yo trabajaré para las decoraciones.

—¡Hacemos muy buen equipo!

Y chocaron los cinco, riendo.

Se la pasan todo el día juntos. Comen en un restaurante y luego Bokuto va a ver a Akaashi entrenar: Se supone que él también debería, pero le cambiaron los días de entrenamiento así que los sábados le quedan completamente libres para estar con el amor de su vida.

Quien patina ahora mismo, practicando una coreografía para un concurso. Bokuto escucha los gritos y aplausos que marcan los saltos por parte de Reyna, con quien ha conseguido llevarse bien y sacarle unas risas.

Se concentra en los movimientos de Akaashi, perdiéndose en su esfuerzo y lo bello que se ve sobre el hielo. Cruza miradas con él, incluso llega a sonreírle pero es fugaz porque gira. Bokuto, en estos momentos, esos exactos segundos donde ve sus ojos, piensa que son fríos. El color extraño en sus orbes le demuestra eso, le hace pensar que Akaashi es idéntico a sus ojos. Es frío.

Quizás sus ojos son cálidos, por eso contrastan tanto en personalidad. Lo que lo hace sonreír, porque hasta en eso son diferentes pero aún así coordinan y sobreviven el uno al otro para estar juntos. Piensa que obviamente tendrán peleas, pero cree que podrán seguir juntos. ¡El poder del amor es más fuerte!

Pero cree que será complicada una relación con Akaashi. Sí, que ya lo están, pero se le hace difícil todavía pensar en el hecho de conocerlo. Puede que sepa qué le gusta comer y a qué es alérgico, pero no sabe nada realmente de su familia o de si tiene algún pasado oscuro o algo. Notó desde el principio que Akaashi no se abre fácilmente con nada ni con nadie, ¿tendrá suerte y podrá conocerlo a él realmente? Se esforzará para que el menor confíe plenamente en él. Seria buena idea hablar de eso. Quiere contarle todo sobre él a Akaashi y viceversa.

The cold in your eyes | BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora