The cold in your eyes | Bokuaka

Capítulo 9

Akaashi se encoge en su lugar cuando el beso se intensifica, subiéndose más a la cama y sintiendo la mano libre de Bokuto tomar su cintura, acariciándola con su pulgar.

Y siente un millón de sensaciones nuevas que erizan su piel. Besar a Bokuto se siente como un respiro de todo lo malo del mundo; su semana ha sido una mierda, pero este beso ha cambiado todo. Así es exactamente cómo se siente que sus labios se muevan sobre los de él, no solo es físico; Akaashi siente calidez en su corazón.

Y se sorprende a su vez porque Bokuto rompe el beso, desviando sus labios a sus mejillas y comenzando a dejar besos. Akaashi ríe, acunando el rostro del mayor entre sus manos.

—Akaashi, te quiero mucho.

Murmura sobre su piel, dejando unos cuantos besos más para luego abrazarlo con fuerza. El menor vuelve a reír avergonzado, no sabe qué decir y rueda cuando Bokuto hace que termine sobre él, acunándolo en sus brazos.

—Eres el amor de mi vida. Mi próximo novio, esposo y padre de mis hijos —Bokuto sigue diciendo, mirándolo en la oscuridad—. Te amo, te amo, te amo. ¡Mucho!

—Bokuto-san...

—Y yo no sé si el beso significó algo para ti, pero para mí significaron seis millones de pasos adelante en este camino contigo —Dice ahora tomando su rostro y apretándolo suavemente—. Pero te pido por favor que no te canses de mí.

—¿Por qué lo haría, Bokuto-san? —Akaashi lo mira confundido, acariciando sus mejillas.

—Porque soy insoportable. Y tengo mucha energía, ¡y tú no eres así! Tú eres... como el mar en la noche y yo el mar durante el día. ¡Dos polos opuestos!

—¿Y por qué crees que me alejaría aún siendo polos opuestos?

—Porque la gente tiende a hacer eso conmigo...

—Yo no lo haré. Soy diferente a los demás.

—¿Lo juras?

Hace un puchero. Akaashi asiente.

—Te quiero mucho.

—Y yo a ti, Bokuto-san.

—¿Puedo besarte otra vez?

—Sí...

Susurra, tanteando su mejilla con sus dedos. Bokuto sonríe y vuelve a besarlo, abrazándolo con fuerza mientras Akaashi enreda sus dedos en su cabello, disfrutando el contacto con su corazón inflándose de amor. Y deja que Bokuto suba sus manos hasta su espalda, acariciándola.

Y cuando se separan, no hablan. Simplemente se acuestan en silencio con Bokuto temeroso por si Akaashi no quería dormir con él. Sin embargo se calmó cuando el menor se metió debajo de las sábanas con él y lo miró: Bokuto piensa que tiene los ojos más lindos del universo.

—Buenas noches, Bokuto-san.

—Puedes decirme Kotaro si quieres, Akaashi.

Susurra, estirando sus brazos para abrazarlo. Es sorprendente que Akaashi se acomode entre estos, generando calidez en su corazón.

—Está bien. Buenas noches, Kotaro.

—Buenas noches...

—Keiji.

—¡Genial! —Dejó un rápido beso en su frente y se acomodó—. Buenas noches, Keiji.

Los días siguen pasando y conforme ellos, Bokuto y Akaashi actúan más y más cerca el uno del otro, siempre estando a espaldas de los padres del pelinegro. Pero por suerte ya no lo detestan tanto como antes, sin embargo siguen teniendo un ojo sobre Akaashi y su «amistad» con Bokuto, ya que entendieron que no podrán separarlos.