CAP 14: Nuevas oportunidades

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-¿Era Arnold? – preguntó la rubia, mientras se secaba el cabello

-Sí, trajo a Nicky y me dijo que, mañana la recogerá a las 10 de la mañana, así que debes tenerla lista

-¿Y dónde está Nicole?

-Está en su recamara, llegó dormida en los brazos de Arnold

-Iré a darle un beso – dijo la rubia, mientras se iba caminado

-Sí, ve...yo ya me voy a dormir – le respondió la oriental, con un dejo de tristeza, que la rubia, no pudo percibir

Helga, mientras caminaba hacia la habitación de su hija, pensaba en todo lo que había vivido ese día, desde el encuentro con Arnold, hasta la conversación que tuvo con Liam

-Liam, es una persona muy amable – se dijo, en voz baja, antes de entrar

Una vez dentro de la habitación, observó que la niña, estaba recostada en su cama, ella se acercó y le dio un beso en la frente y cuando estuvo a punto de salir, alguien le habló

-Mami

-Hola, mi amor – le dijo la rubia – pensé que ya estabas dormida...¿cómo te fue hoy?

-Muy bien mami, mi papi me llevó, al parque de diversiones – le contaba, mientras sonreía, media dormida – mañana iré a conocer a mis abuelos

-¿Tus abuelos? – preguntó, con tristeza

-Sí, conoceré al abuelo Miles y a la abuela Stella

-¿Y...estás feliz? – interrogó, la rubia, mirando detenidamente, a la pequeña

-Si mami, estoy feliz...y seré más feliz, cuando papá viva con nosotras...¿Cuándo vendrá papá?...¿cuándo se quedará con nosotras?

La rubia, no supo que contestar y en su mente trataba de buscar alguna excusa, para poder convencer a su hija, que debe olvidar ese asunto

-Ca-cariño, tu papá...di-dijo que mañana, vendrá muy temprano, para recogerte...y-ya debes dormir – le cambió el tema

-Si mami, ya quiero que sea mañana...hasta mañana

-Hasta mañana, mi hermosa princesa – se despidió con un beso, y salió de la habitación, para dirigirse a la suya

Cuando la rubia, llegó a su cuarto, solo se tiró sobre su cama y empezó a sumirse en sus recuerdos, por más que intentaba no pensar en ello, no podía dejar de hacerlo

Mientras Helga se perdía en sus dolores pasados, Phoebe hacía lo mismo en su habitación.

La morena, se encontraba sentada, sobre el asiento de su ventana, las luces de su cuarto, estaban apagadas, ella tenía su mirada, puesta sobre su celular, lo observaba como si estuviera esperando algún mensaje, en especial

La morena, se encontraba sentada, sobre el asiento de su ventana, las luces de su cuarto, estaban apagadas, ella tenía su mirada, puesta sobre su celular, lo observaba como si estuviera esperando algún mensaje, en especial

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-No sé, que es lo que estoy esperando – se dijo – yo sé que él no sabe mi número...por un momento pensé que, tal vez...Arnold, le había podido dar mi número, porque quizá, a él le interesaba saberlo...pero, ¿a quién engaño?...sé muy bien, que él, en estos momentos, debe estar con ella, con Carla, en un lugar, muy lejos de aquí – se paró de su asiento y se recostó en su cama, mientras algunas lágrimas, hacían su aparición.

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