Matar a un dios • Spruan

Serendipity

Habían pasado varios días donde Juan no hacía mas que leer en cama por orden de Zorman, tal como dijo la diosa azul un libro había aparecido en su biblioteca con toda la información que podía llegar a necesitar sobre los dioses y el tipo de magia que ellos llegaban a usar.

La diosa que Spreen había matado se llamaba Umbra también apodada la dama de las sombras, hasta donde se sabe ella solía tener una forma completamente humana pero al fascinarse con las dragonas del end decidió añadir aspectos de estas a su apariencia. Según el libro ella tenia una afición por los desastres naturales y el clima, su estilo de pelea se basaba en sacar de quicio a sus oponentes, les hacía perder la cabeza para que lucharan hasta su ultimo aliento, disfrutaba ver que su mayor esfuerzo no era suficiente para ganar contra ella, por lo visto nunca pensó que su arrogancia se volvería su fin. Además de eso, era una buena estratega pero no la mejor de los tres, ese titulo se lo llevaba uno de sus hermanos.

Argentus, amo de las ilusiones. Este es considerado el líder de los dioses del caos, a diferencia de sus hermanos este tiende a tener una personalidad mas fría y callada, observa por mucho tiempo antes de atacar, suele terminar a su objetivo de un solo golpe, los que han sobrevivido al enfrentarse a el no tuvieron suerte, siempre es parte de su plan. Como su nombre lo indica su magia tiene un gran talento al crear ilusiones de cualquier cosa o persona, muchas veces toma la apariencia de los demás e imita su voz y personalidades antes de apuñalarlos por la espalda. Se recomienda prestar atención a las personas de tu alrededor y a detalles que solo tu puedes conocer, el dios puede ser muy astuto pero nada es infalible. Ten extremo cuidado cuando hable en su forma real, la voz de este dios es carismática y encantadora, ni si quiera las sirenas pueden encantar a las personas con tanta facilidad, manipular es su mejor habilidad, una vez tiene una presa en la mira no se detendrá hasta acabar con ella.

Genial pensó Juan, la pelea con Umbra había sido lo suficientemente complicada solo para descubrir que hay alguien peor que ella, lo que le faltaba.

Finalmente esta el dios que lo había atacado ... honestamente Juan no quería leer ese capitulo del libro, no quería saber nada mas de ese dios en lo que le quedara de vida, pero al mismo tiempo es una amenaza que no puede evadir para siempre. La pelea ya no es solo consigo, estos dioses irán tras Spreen despues de lo que hizo, Juan no tiene idea de porque estos dioses lo quieren vivo pero sabe que el híbrido no corre con la misma suerte, si se da la oportunidad van a matarlo y el no puede permitir que eso pase.

Con todo su pesar continuo con la sección de su atacante en el libro, Toska el titiritero de la mente. Toska es el mas inmaduro y joven de los tres, se le considera alguien impulsivo y juguetón, de todos es el que tiene mayor agilidad al moverse siendo capaz de aparecer y desaparecer de un lugar a otro en cuestión de milisegundos. Como su titulo implica el adora jugar con la mente y emociones humanas, disfrutando el poder infligir dolor, miedo y desesperación sin siquiera mover un solo dedo, mas de una vez ha tomado en sus propias manos el generar un trauma en su victima el cual pueda explotar. Sus victimas son atormentadas psicológicamente de forma constante hasta que no queda nada mas que un cascaron vacío, la mayoría de sus victimas caen en la demencia y ellos mismos son quienes terminan por acabar con sus vidas con tal de escapar de tal tormento y finalmente sentirse en paz.

Juan cerro el libro de golpe tras leer eso, el saber como pudo haber acabado no le sentó para nada bien. La idea de que si Spreen no lo hubiese encontrado y el dios hubiera seguido atormentándolo le hacía sentir enfermo, saber que el dios lo había violado únicamente para explotar su mente lo hacía sentir aun peor, Juan ya tenía sus traumas como perder a Rubí o la muerte de sus padres, pero por lo visto eso no era suficiente, Toska quería algo aun peor para usar en su contra. El hechicero se levanto de la cama para buscar a Spreen, abrazándolo por la espalda sin decir absolutamente nada, solo quería sentirse reconfortado antes de tener que continuar.