Heart of gold

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El cielo se lleno de nubes negras y relámpagos ante la muerte de la diosa, los otros dioses no estaban contentos con lo sucedido y no tardo mucho para que empezase a llover. "Están heridos! Ayúdenme improvisar camillas para cargarlos!" Grito Zorman en un intento de dirigir a sus compañeros, no conocía cuan profundas eran las heridas, pero temía que las costillas de Juan estuvieran rotas y pudieran perforar sus pulmones, además estaba seguro de que Spreen fue apuñalado en algún lado durante el final de su pelea. "Pueden trasladarlos a la iglesia hijos, es el lugar mas cercano y seguro." Ofreció el profeta, sin embargo, nadie parecía estar de acuerdo con eso.



"Pero si tu los ibas a dejar morir! No vengas con eso ahora!" Zorman escucho a alguno de ellos decir, su mente se encontraba procesando cual era la mejor opción. La iglesia era el lugar mas cercano y tomaría menos movimiento, pero el Profeta no era confiable especialmente despues de lo que vieron. Su laboratorio era una opción, ahí tendría todo lo necesario para poder tratarlos, pero no estaba seguro de si el ataque había terminado, hasta donde sabían ella podía ser solo la primera oleada, su laboratorio era un punto vulnerable y lo mismo aplicaba para el hospital de Spreenfield. Finalmente estaba el santuario de Juan, era un lugar lo suficientemente grande para que estuvieran todos sin estorbarle, sabía que el santuario estaba protegido contra los dioses haciéndolo el lugar mas seguro, pero estaba muy lejos y no tenia idea de si Juan si quiera tenia un botiquín.



"Silencio!" Grito Zorman llamando la atención de todos. "El santuario de Juan esta protegido, los dioses del todo le advirtieron y lo volvió un lugar seguro en caso de que esto pudiera pasar!" El científico hacia lo mejor que podía para medir sus palabras intentando evitar decir algo sobre lo que realmente paso. "Drako necesito que los tele transportes a la cima del santuario con la mayor delicadeza que puedas. Mayichi, ve con el y realiza una revisión superficial de sus heridas, hazme saber si hay algo de gravedad. Ari, Barca y Axo, acompáñenlos y obedezcan a Mayichi si les pide ayuda." Los mencionados asintieron Drako tardando un poco mas que los otros, Zorman sabe que el y Juan no están en los mejores términos y que su relación con la mayoría de los habitantes es neutral o mala, pero el científico y el se han llevado mejor, pensar que puede confiar en el es lo único que puede hacer por ahora. "La iglesia esta aquí y es segura, no hay necesidad de-" Intento insistir el profeta, sin embargo Zorman lo interrumpió con cierta molestia. "Ella destrozo las luces de la iglesia sin si quiera entrar, lo que sea que hiciste fallo, aquí no es seguro!"



El profeta no solía ceder ante la mayoría, pero en este caso no tuvo mas opción especialmente cuando su ayudante ya había accedido al plan del científico. "Auron, Reborn, Noni y Tanizen conmigo, necesito ir por cosas a mi laboratorio para tratarlos y necesito ayuda para cargarlas. Profeta, si realmente quiere ayudar acompáñeme en caso de necesitar transportar alguna maquina." El profeta estaba molesto por ser ignorado, pero si quería ganarse la confianza de este pueblo aun tenia que mantener un carácter amistoso, así que termino por acceder, tiene todo el futuro por delante para vengarse por esta insolencia. "Los demás diríjanse al santuario a pie y por favor no interrumpan a Mayichi. Hay una alta probabilidad de que las heridas que tienen sean de alto riesgo, un error podría dejar daños permanentes!" Hubo algunas quejas por tener que ir a pie, pero hacerlos entender porque era una prioridad que los mencionados llegaran tan rápido como fuera posible los hizo parar.



Todos siguieron sus respectivas instrucciones y Zorman solo podía rezar por ser lo suficientemente rápido y porque ninguno de los dos tuviera alguna herida fatal.



Por su parte Juan despertó en un lugar vació sin sentir ningún tipo de dolor por su reciente pelea, se sentó notando que estaba sobre ... ¿agua? Se levanto viendo como cada movimiento creaba ondas en el piso, no entendía muy bien que era este extraño lugar, tampoco comprendía porque le parecía un lugar relajante o porque le hacía sentir seguro estar aquí. Un orbe de color azul apareció cerca suyo, dando un par de vueltas a su alrededor antes de quedar frente a el. "Es un gusto finalmente poder conocerte Juan!" Una voz femenina salió del orbe dando pequeños parpadeos al hablar, el hechicero se veía un tanto confundido, hace un minuto casi lo matan y ahora no tiene idea de donde esta. "Veo que no me reconoces, supongo que te acostumbramos demasiado a los rayos, una disculpa por eso pero es la manera mas rápida que tenemos de ayudarte."

Matar a un dios • SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora