La historia cuenta sobre como Areum, tiene un amor platónico con su vecino desde que son pequeños y él cuál por azares de la vida termina siendo su profesor.
¿Acaso ese inocente amor podrá sobrepasar las líneas que ella misma a trazado en su mente...
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Cansada, lanzo en algún lado de mi habitación mi bolso y me tiró sobre la cama. Cierro mis ojos, para poder descansar pero recuerdo que nada más y nada menos... ¡Debo ir a casa del profesor Kim, en tan solo unos minutos!
Salto de la cama y busco mi celular por todo mi cuarto, pero recuerdo que lo tengo en el bolsillo de mi falda.
— Ash, que tonta — Me burló de mí misma y coloco la alarma, para luego arreglarme y poder llegar presentable a su casa.
Me dejó caer de nuevo sobre mi cama y esta vez, cierro mis ojos tranquila dejándome envolver por el sueño.
...
La alarma me despierta, con flojera y casi arrastras me levanto de la cama, al ver la hora cualquier rastro de sueño que tenía se me quita. Sin siquiera importame cómo andaba vestida salgo de mi casa en dirección a la del profesor Kim.
— Estúpida alarma, no sonó cuando debía — Farfullo molesta
Una de las cosas que más detestaba Kim, era la impuntualidad y yo... Pues yo llegaría con veinte minutos de retraso a su casa y eso que vivía al lado.
Al estar frente a su casa tocó la puerta, este no tarda mucho en abrir y cuando lo hace estalla en risas al verme.
— ¿Que pasa? — Frunzo el ceño sin entender, hasta que rápidamente recuerdo que tenía puesto mi pijama enteriza de osito.
Por la vergüenza tapo mi rostro con ambas manos, pero al hacerlo siento un papel pegado cerca de mi boca, lo arranco y al leer que decía, solo quería salir corriendo de allí.
“Trata de roncar menos fuerte”
Sabía perfectamente quien lo había hecho y ese era mi terrible pequeño hermano menor, el cual pronto estaría muerto por esto que hizo.
¿Cuando será el día que deje de pasar vergüenza frente a mí profesor?
