La historia cuenta sobre como Areum, tiene un amor platónico con su vecino desde que son pequeños y él cuál por azares de la vida termina siendo su profesor.
¿Acaso ese inocente amor podrá sobrepasar las líneas que ella misma a trazado en su mente...
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Al parecer tratar de esa forma a Jeon, solo lo había hecho obsesionarse conmigo. No paraba de perseguirme e insistir de estar a mi lado. Pero para mí no había espacio en mi mente si no era, mi profesor. Hoy me tocaba clases con él, para mí era un sufrimiento, ya no podía seguir faltando o no podría graduarme.
La clase estaba prosiguiendo normal, cuando la puerta se abre de golpe dejando ver a Jeon, el cual no quitaba la mirada sobre mí.
— ¿Que hace aquí? — Cuestiona furioso, pero Jeon solo lo ignora y continua caminando entre los asientos de los demás estudiantes, hasta detenerse frente a mí.
Me toma de la mano y me levanta del asiento, dispuesto a sacarme de aquí. Pero, Nam se atraviesa, impidiéndolo.
— ¿Que crees que haces? — Pregunta, Mirandolo aterradoramente.
— ¿No lo ves? Pensé que eras más inteligente. — Responde el menor, mirándolo desafiante.
— No puedes llevarte a una mis estudiantes así como así. — Habla, ignorando por completo lo que había dicho, Jeon.
— Pues mira como lo hago. — Sonríe burlón, sin importarle en absoluto las palabras del profesor Kim.
Nam, parece querer matarlo con la mirada, veo como su mano empuña, pero a Jeon solo le divierte su actitud.
— Profesor, no me interesa estar en su clase. Así que por favor, apartece del camino. — Hablo, haciendo que ambos volteen a verme.
Sin aún creerlo, lo empujo y salgo corriendo con Jeon.
...
— Sé todo sobre Namjoon y tú. — Habla, sentándose frente a mí.
— ¿De que hablas? — Me hago la desentendida.
— Los escuché el día que te llevo arrastras a su oficina. — Contesta girando su cabeza, apenado.
— ¡¿Que hiciste, qué?! — Exclamó molesta.
— Estaba preocupado por la forma en que te saco del salón solo a ti y a mí no me dijo nada — Aclara rápidamente — Además de que... Él es mi primo y me estoy quedando en su casa en estos momentos. — Agrega, haciendo que me atragante con mi propia saliva.
— ¿Desde... Cuando? — Tartamudeo, incrédula aun.
— Hace como una semana, desde que llegué a esta escuela exactamente. — Contesta — Sé que son vecinos, porque te he visto por la ventana del cuarto — Continua, confesando todo algo incómodo.
— ¿Que has visto? — Pregunto alarmada.
— Solo tú, siendo tú — Dice restando importancia — En pocas palabras, puedes llegar a ser muy rara — Añade, riendo por eso.
— ¡Estupido! — Me levanto dispuesta a golpearlo, pero me detiene sujetando mis muñecas.
— Pero debo confesar que desde la primera vez que te vi llamaste mi atención, pensé que serías como las demás, pero al darme cuenta que tus ojos miraban a otra persona... Eso intensifico más mi interés por ti. — Habla, mostrando sinceridad en casa una de sus palabras.
— Jeon... — Mencionó su nombre, impresionada por ese lado desconocido de él que me está mostrando.
— Areum, si tú quieres puedo hacer que olvides por completo a Namjoon... Solo déjame todo a mí — Asegura lo último.
— Lo siento, pero no te puedo involucrar en esto... Solo terminarías lastimado y no permitiré eso — Explico, bajando mis brazos y haciendo que me suelte.
