La historia cuenta sobre como Areum, tiene un amor platónico con su vecino desde que son pequeños y él cuál por azares de la vida termina siendo su profesor.
¿Acaso ese inocente amor podrá sobrepasar las líneas que ella misma a trazado en su mente...
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— Ach... — Gruñe haciendo una mueca de dolor, al ponerle en la herida de su mano un poco de antiséptico.
Lo observo cautiva y a la vez sorprendida, nunca antes lo había visto siendo violento o agresivo, podría jurar que era el hombre más pacífico del mundo, pero después de verlo reaccionar de aquella manera, me había hecho cambiar totalmente de parecer.
Tuve que insistir en curar las heridas de su mano, las cuales él no se había percatado que tenía por la adrenalina del momento.
— Gracias... — Susurra, haciendo que levante mi rostro y vea aquella mirada tan clamada que tanto me encanta.
— ¡¿Quien demonios eres?!
— Su profesor.
Mi emoción no dura por mucho tiempo y la realidad me golpea, haciéndome caer en cuenta que hubiera hecho lo mismo por cualquiera de sus alumnos.
— Areum, esa chica que te abrió la puerta de mi casa... No era nada más que una vieja amiga de la universidad — Explica repentinamente, sonando sincero.
— ¿Por qué me explica eso, profesor Kim? — Cuestiono sin mirarlo, mientras continuo vendando su mano — No tiene porque hacerlo. — Añado, tratando de sonar lo más seria posible.
— Lo hago porque se que te importa — Responde y de inmediato levanto la mirada, viendolo totalmente sorprendida — Y porque también me importa... — Agrega.
No sabía que hacer, ni mucho menos como reaccionar, solo me enfoque en terminar con lo que hacía lo más rápido posible.
— Profesor, así que si ella no es su novia... ¿Usted es gay? Solo lo digo, porque nunca lo he visto con una chica en ese tipo de relación... — Murmuró y bajo la cabeza, arrepentida de lo que había dicho.
De repente su risa me hace levantar mi rostro y veo como mi comentario lo hace disfrutar del momento. Lleva una de sus manos a su boca, tapando de aquella manera su hermosa dentadura.
— Definitivamente eres una persona única, Areum — Dice sin parar de reír aún, mirándome con un brillo independiente en sus ojos y sin poder apartar mi mirada lo veo como lo más tierno jamas visto antes.
