La historia cuenta sobre como Areum, tiene un amor platónico con su vecino desde que son pequeños y él cuál por azares de la vida termina siendo su profesor.
¿Acaso ese inocente amor podrá sobrepasar las líneas que ella misma a trazado en su mente...
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— Areum, te estaba esperando — Habla, mientras se levanta de la acera.
— Disculpe profesor, pero si quiere hablar conmigo podemos hacerlo en la escuela — Espetó sin siquiera mirarlo, pasado a un lado de él.
Pero me sujeta de la muñeca, haciendo que entrara junto a él a su casa.
— ¿Profesor, que ha...? — Cuestionó, pero soy interrumpida por sus labios, los cuales me besan con desespero.
Me remuevo, pero me sujeta de los brazos con fuerza, obligándome a seguirle el beso. inconscientemente me dejó llevar y paso mi mano por su espalda, acercando su cuerpo más al mío.
¿Que estaba sucediendo? ¿En que momento me deje llevar por todo esto? ¿Acaso dejaría que se burlara nuevamente de mí? No lo sabía, no quería luchar con eso, lo que si sabía es que solo deseaba permanecer entre sus brazos y sentir su cuerpo cerca del mío.
— Perdón, Areum, por favor.... Perdóname... — Pide arrepentido — No me importa mi carrera ni lo que piensen los demás, incluso esperaré por ti para formalmente ser una pareja — Habla, sujetando entre sus grandes manos mi rostro, haciendo que lo mire directamente a los ojos.
— Profe... — Musitó, pero nuevamente me calla con un beso.
— Di mi nombre, no me llames más así mientras estemos solos — Susurra cerca de mis labios.
— Namjoon — Menciono su nombre, luego de unos segundos de procesar todo.
Está vez me besa en el cuello, siento un pequeño dolor y chillo, mientras me remuevo.
— Esa marca es para que sepan que tienes novio — Susurra en mi oído, haciendo que los vellos de mi piel se ericen.
— Espera, ¿En que momento acepte ser tu novia? — Pongo mi mano en su pecho, haciendo que se detenga.
— Tienes razón, no te pregunté si eso es lo que tú querías — Acepta y baja su cabeza, viéndose muy lindo de aquella forma — Solo bromeó, claro que eso es lo que quiero — Confieso soltando una pequeña risa.
Levanta su cara con un brillo en sus ojos y me levanta, sujetándome hasta dejarme caer en el mueble, colocándose sobre mí en horcajadas.
— Entonces... ¿Mantendremos esta relación en secreto hasta que te gradúes? — Inquiere, ladeado su cabeza.
— Está bien — Asiento con una sonrisa en mi rostro.
Lo jalo del cuello de su camisa, acercando su rostro al mío, para hacía seguir besándolo.
