La historia cuenta sobre como Areum, tiene un amor platónico con su vecino desde que son pequeños y él cuál por azares de la vida termina siendo su profesor.
¿Acaso ese inocente amor podrá sobrepasar las líneas que ella misma a trazado en su mente...
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No derramaría ni una sola lágrima por él, no me lo permitiría, está vez no.
Salgo de la escuela, pero veo el tumulto de chicas que rodean al chico nuevo, el cual está sobre su moto y parece buscar a alguien entre la multitud. Camino en busca de mi bici, ignorando todo y a todos a mí alrededor.
- ¡Hey, tú! ¡La pequeña con carácter de perro! - Grita con cierta burla en sus palabras.
¿Acaso era conmigo? Lo dudo. Y sin prestar atención sigo caminando, cuando escuho cómo enciende el motor de su motocicleta y está se detiene a mi lado.
- Estoy hablando de ti. - Comenta con jocosidad.
- ¿Disculpa? - Giro a verlo atónita y alzó un ceja con diversión.
- Lo sé, lo sé... Es increíble que Jeon Jungkook, te este ofreciendo a que subas a su moto, pero es real linda. Eres toda una afortunada, vamos. - Lo dice de los más normal, ¿Acaso no se está escuchando?
- Por favor, deja de hacerte quedar en ridículo... Diciendo todo eso me das pena ajena. - Hablo y sigo caminando, ignorando por completo su presencia.
- ¿Que? ¿Estas hoyendo lo que dices? Si rechazas esto... Creo que la que daría pena serías tú. - Reclama, abrumado por mi rechazo y continua siguiéndome en la moto.
Veo a mi alrededor y veo como todos nos observan, a lo lejos puedo divisar al profesor Kim, saliendo de la escuela. Sin siquiera creerlo, hago lo nunca imaginaria hacer.
- Está bien, vamos. - Acepto, arrancando de su mano el casco que me ofrecía.
- Sabía que no podrías rechazar... - Habla con aires de grandeza, sonriendo victorioso.
- Pero te callas la boca - Me apresuró en hablar, interrumpiéndolo y me monto como puedo en aquella moto.
- Debes sujetarme - Informa con autoridad.
Al ver que no lo hago, toma mis manos, haciendo que las pase alrededor de su abdomen y sin más nos vamos. Al salir de la escuela y cruzar una calle me dispongo a hablar.
- Deten la moto. - Ordenó.
- ¿Por qué? Aún no te he llevado a conocer el sitio que... - Explica desencajado.
- No me interesa, solo detén la moto o me tiró - Amenazo molesta.
Hace caso y me bajo e ignorando sus gritos me voy en dirección a mi casa.
