La segunda vida de BaekHyun || [ChanBaek]

Capítulo 7. SeHun.

No podía quejarse, como general del ejercito, ChanYeol tiene obligaciones para cumplir. No pasaron demasiados días cuando fue convocado en las puertas del reino. Aparte de algunos alborotadores, no hubo otra amenaza real que mereciera su preocupación. Habiendo terminado su trabajo debían apresurarse a establecer un campamento antes del anochecer.

—¿Qué tiene de especial el príncipe? Probablemente se lo merecía —Kim JongIn, otro oficial militar, respondió.

—Estás siendo irrespetuoso, JongIn —lo reprendió JunMyeon, el segundo al mando. JongIn hizo una mueca.

—Yo si confió en la sinceridad del príncipe, nadie puede actuar así y estar mintiendo.

De repente recordó su último encuentro y la charla que tuvieron. ChanYeol también lo creyó.

—Estas hablando de un miembro de la familia real —advirtió ChanYeol, ocasionando un silencio glacial. Usualmente, ChanYeol ignoraría la conversación, pero esta vez hablaban del príncipe BaekHyun.

—Debes estar bromeando, es el mismo príncipe que te causó tantos problemas...

Eso era cierto, ChanYeol podía enumerar ahí mismo las situaciones que tuvo que soportar. Llegando al punto de evitar descaradamente al príncipe BaekHyun para no enfrentarlo. Pero ahora...parece que es el propio príncipe quien lo evita a él.

Vaya giro de las cosas.

—Pareces demasiado interesado en mis asuntos, JongIn —la mirada penetrante de ChanYeol estremeció al otro.

—No te entrometas, JongIn. Tenemos mucho que hacer aquí —como siempre, JunMyeon era el más sensato de todos.

—Solo decía...el príncipe nos hizo pasar momentos difíciles.

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Sin importarle el decoro, el príncipe corrió al palacio de su hermano.

Como se esperaba, la situación era un desastre. Sin prestar mucha atención, BaekHyun atravesó el pasillo principal dirigiéndose directamente a los aposentos de SeHun.

—Apártense —ordenó BaekHyun al ser detenido por dos guardias.

—Su alteza —le llamó el eunuco al servicio de SeHun. —El estado del príncipe heredero es delicado. Si su alteza entra...podría ser peligroso para usted...

—¿Se atreven a desobedecer las ordenes de un príncipe? ¡He dicho que se aparten!

Sin darles tiempo de responder BaekHyun abrió las puertas. SeHun yacía postrado en su cama, inconsciente. El rostro de su hermano ahora estaba cubierto de furúnculos con pus deformándole el rostro.

—Su alteza, por favor aléjese —rogó el eunuco, conteniéndose de tocar a BaekHyun.

—¿Qué es esto? —susurró BaekHyun. Si no fuese por la marca de nacimiento en el dorso de la mano derecha de SeHun, BaekHyun dudaría de que ese hombre se tratase del príncipe heredero.