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Minho ahora podía llamar, segundo hogar a la casa de Kim.

Si antes otros se quejaban de que pasaba demasíado tiempo en la casa del menor, ahora podían tener una razón válida.

Por obvias razones el menor tenía que tener a alguien que lo ayude, no solo por su condición si no por la reciente operación.

- Yo lo haré, estaré contigo siempre - había mencionado el rubio.

Al principio se se le hizo complicado, no podía mover mucho la cabeza del menor y cada cierto tiempo tenía que asearlo. Tenía miedo de cometer algún error y hacer las cosas más complicadas.

Por fortuna lo hizo de maravilla, y bueno con el paso de los días el castaño también ya lo ayudaba.

Aunque no todo era tan malo.

- Relajate bonito, no puedes tensarte tanto, te podría hacer mal, déjalo en mis manos - Minho tenía una sonrisa grande y como no.

Era día de baño, tenía el permiso del menor pero aún así el mismo se avergonazaba.

Lo había desnudado casi por completo, dejando solo su ropa interior, el rostro de menor adquirió un tono sonrojado, y bajaba la cabeza abochornado.

- Te he visto muchas veces Minnie no hay por que avergonzarse - Lo cubrió con una bata y lo llevó al baño.

La tina estaba hasta arriba de espuma tal y como al menor le gustaba.

Los pies del menor estaban sobre la peluda alfombra, Minho se acercó por la espalda y con delicadeza deslizó la tela por sus hombros hasta que la escuchó caer al suelo, el mayor lo sujetó con una mano en su cintura y la otra en su mano, antes de que pueda entrar dejó un casto beso en su mejilla.

Lo ayudó a adéntrarse a ese baño relajante lleno de bombitas de distintos colores y aromas.

Sus manos se aferraron a la esponja que jabonaria al menor...

No era todo malo, aún que suene pervertido podía ver al menor en poca ropa y eso de cierta forma le gustaba, le gustaba por que él era el único con ese privilegio, sus dedos pasaban por la húmeda piel de menor, suave y lisa, "lindo" amaba ver sus mejillas rojas.

- Sabes Min me alegra poder ser yo el que haga esto, me joderia que alguien más lo haga - terminó su labor de jabonar sus brazos y ahora pasó a sus piernas - no todos son dignos de ti bebé.

Estiró la pierna del menor y con suavidad dejó caer un poco de espuma, esta resbaló por su talón y se perdió en el agua, admiraba la belleza de todo él, sin duda estaba más que colado por ese castañito que lo hacía suspirar en todo momento.

- Que celoso - respondió el menor divertido- a mi no me gustan los chicos celosos.

Minho abultó los labios en un berrinche próximo.

- No soy celoso... solo...solo....solo cuido lo que me gusta ya deberías de saberlo - cambió de pierna para ya culminar con su labor.

- És lo mismo - Seungmin estaba muy cómodo tanto que le provocaba sueño, Minho era delicado con él.

Empezó a jugar con la espuma de la bañera, desprendía un olor florar apto para disfrutarlo en todo momento. Tomó un poco de esta en sus manos y se la echó a Minho, este fue manchado en el hombro.

- Que mala puntería, cariño yo soy experto en dar en el blanco - habló coqueto.

- Te recuerdo que no te veo genio - tomó más espuma y se la lanzó, más o menos sabía en donde estaba, su respiración lo delataba.

- ¡Hey! - la espuma le llegó al rostro - No te la devuelvo porque eso no hace un caballero como yo - acabó con su misión y se dio por enjuagarlo.

Seungmin se reí, Minho decía que cuando esté bien jugarían con la espuma de manera justa, esperaba ese día con ansias.

- Un caballero siempre dice cosas bonitas - mencionó el menor sujetandose del cuello de Minho mojandolo por el pecho.

El mayor lo observo unos segundos, estaba cautivado por ese niño bonito.

- Mmm.... quieres escuchar algo bonito - el menor asintió - Seungmin, eso es bonito - Seungmin bajó la cabeza mientras sonreía - pero algo más bonito es.... saber si quieres ser mi novio Minnie, me gustas cariño, me gustas de una forma poco convencional.

El rubio abrazó por la cintura al menor lo levantó y cubrió su cuerpo desnudo con la bata, Seungmin se aferró a sus caderas con las piernas y se dejó llevar a a su habitación.

- Que tanto me quieres - preguntó en voz baja, las mejillas le explotarian en cualquier momento.

- Es más fácil decir cuanto no te quiero, pero imagina que te amo infinitos ceros tras el uno, eso es mucho - le aviso como a un niño pequeño- o era al revés?

Seungmin se carcajeo por lo infantil que a veces era el mayor, aún cuando Minho se sentó en la cama con su cuerpo sobre él, claramente expuesto se aferró más a su cuerpo.

- Si me quieres con un infinito de ceros tras el uno te diré que si, pero si es al revés también te diré que si- Seungmin levantó el rostro, y lo acercó al de Minho, el nombrado imitó la acción con una sonrisa.

- Es un si? - lo sujetó de la cintura con ambas manos.

- Si Min, si quiero ser tu novio - y con esas sencillas palabras se unieron en un dulce beso.

Por fin eran ese algo que estaban anhelando desde hace meses.

°°°°

El tiempo les dio una oportunidad, una única oportunidad, ahora debían de elegir como mantenerla.

Después de tres largos meses de recuperación llegó el día.

- Familiares de Kim Seungmin - habló la enfermera.

- Yo... Soy su novio - lo dijo orgulloso, ahora era su novio.

- En un par de horas entra a quirófano puede ir a verlo ahora, en unos minutos cerramos visitas.

Llegó el día donde por fin descubrirán si Seungmin podía recuperar la vista.

- Estoy nervioso - habló el menor sujetandole la mano.

- Todo saldrá bien, bebé, haz llegado muy lejos - el mayor le dio un beso en la frente y le sujetó la mejilla.

Pero algo siempre se nos complica no es así.

Su celular vibró.

- Hola Minj...

- Nuestro bebé va a nacer, ya rompí fuente, Minho entraré en labor de parto! - casi grito la chica del otro lado de la línea - P-por favor ven, te necesitamos....

Es elegir o elegir ¿a quién elejira Minho?






No eres TÚ // 2MIN - KNOWMIN \\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora