Capítulo 1: El accidente

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Era un día tranquilo y calmado en la bella ciudad de Namimori... bueno lo calmado y normal a lo que se estaba acostumbrado en la residencia Sawada, ya que se podían escuchar los gritos, explosiones y risas acostumbradas.

Era verdad que desde la llegada de cierto asesino a su vida, está ya no era la misma pero al mismo tiempo ya no se sentía tan solo porque ahora tenía amigos en quienes confiar y a quienes podría llamar su familia, con los cuales había pasado momentos buenos y malos superando diversas pruebas, las cuales los habían unido aún más.

Después de liberar a Reborn y a los demás arcobalenos de la maldición, las cosas habían regresado a una tranquilidad y normalidad muy agradable, si cierto castaño ignoraba que aun sufría los entrenamientos espartanos de su tutor con la excusa de convertirlo en el Neo Vongola Primo... pero ese ritmo de vida ya era costumbre.

Los chicos recién habían terminado la escuela y en ese momento estaban disfrutando de sus últimos días en Namimori ya que dentro de poco se mudarían a Italia para cumplir sus deberes como la nueva generación que manejaría Vongola. Realmente parecía un sueño todo lo ocurrido y las batallas vividas pero al mismo tiempo de todas esas experiencias había conseguido muchos amigos y aliados poderosos.

Era una mañana algo calurosa, por lo cual Reborn les sugirió a los chicos ir a pasar el día en la playa, como una buena forma de despedirse del lugar al que llamaron hogar durante toda su infancia, a lo cual todos accedieron, aunque claro que unos tuvieron que ser convencidos de otra forma para acudir.

En la playa se podía apreciar que algunos estaban haciendo competencias de castillos de arena, otros nadaban, algunos acomodaban la merienda o simplemente dormían disfrutando la brisa marina; definitivamente Tsuna amaba ver esos momentos donde miraba a todos como una gran familia y recordaba la verdadera razón por la cual acepto el título de Decimo: para protegerles y poder vivir a su lado todos esos bellos momentos.

- Tsuna ven, te necesitamos para completar los equipos – le llamo divertido Yamamoto.

- Voy – le contesto alegre el castaño, corriendo hasta la orilla del mar.

Al llegar noto que Reborn estaba organizándolos por equipos para una competencia de natación, noto que el mar tenía unos extraños obstáculos y para su horror notaba que su tutor mencionaba que sería una competencia al "estilo Vongola": la cual consistía en llegar hasta la pequeña isla que se veía a lo lejos, rodearla y regresar a la orilla... fácil, bueno pero debían evitar las trampas que había colocado en el mar... obviamente...

Se dividieron en dos equipos conformados por 4 personas. Equipo A, conformado por: Hibari, Enma, Yamamoto y Ryohei; mientras que el Equipo B estaba conformado por: Tsuna, Dino, Gokudera y Mukuro; el resto estaba de espectador y Chrome junto con Reborn serían los jueces.

Los primero en salir fueron Mukuro y Ryhoei, de los cuales se podía notar que el peli morado llevaba un poco la delantera debido a que el peliblanco acciono de forma accidental una de las trampas haciendo detonar una bomba y sacándolo fuera del juego.

Para el segundo turno fue una competencia entre Gokudera y Yamamoto, ambos estaban parejos pero a determinados momentos se sacaban algo de ventaja al mismo tiempo que se podía escuchar sus habituales riñas verbales... claro que dicha distracción les coto el juego ya que al no fijarse por donde iban por estar silenciando al friki del beisbok y el otro simplemente reír accionaron una trampa provocando que ambos fueran heridos por la detonación de la dinamita... con ello el resultado quedo en empate.

Para la tercera ronda se enfrentaron Dino y Enma, lamentablemente aquí ocurrió algo demasiado obvio para molestia de nuestro organizador de la competencia... ya que sin sus subordinados Dino se las había ingeniado para accionar todas las trampas que Reborn coloco y de esta forma a paso lento pero seguro Enma había resultado ser el ganador, dejando empatado el marcador 1 a 1.

Lamentablemente y como era costumbre con la suerte que tenía le castaño, esta humilde diversión acciono accidentalmente el origen de un gran problema... ya que la isla la cual debían rodear era uno de los antiguos laboratorios de Verde, claro que el científico jamás cargaba el equipo ya que siempre afirmaba que solo necesitaba su computadora y su cerebro... lamentablemente las sacudidas de las explosiones causaron que accidentalmente se activara uno de los experimentos olvidados del ex-arcobaleno...

En ese momento era turno de Hibari y Tsuna, como ya no habían obstáculos solo era cuestión de velocidad... aunque realmente era una carrera de vida o muerte ya que antes de empezar Mukuro había provocado al pelinegro y ahora perseguía al castaño para morderle hasta la muerte... aunque claro él no había hecho nada, pero en el momento que estaban terminando de rodear la isla... esta exploto...

Obvio que esta acción preocupo a todos, mientras que por su parte Hibari dejo de perseguir al omnívoro y busco sumergirlo para que ambos no sufrieran daños graves...

Los que estaban en la costa inmediatamente se lanzaron a ayudarles y lograron sacarlos, donde notaron que Hibari estaba inconsciente y después de ser ayudado Tsuna igual perdió la conciencia, lo bueno es que el equipo médico llego rápidamente y les reviso informándoles a los demás que ambos estaban bien y solo fueron daños menores.

Por lo cual todos regresaron a casa ya más tranquilos después de dejar a ambos chicos dormir en la comodidad de sus hogares.

De cierta forma Reborn se preocupó por un momento ya que la finalidad del día de la playa era que su alumno la viera como una fiesta de despedida porque él debía viajar a Italia al día siguiente para empezar a acoplarse a la vida en la mansión y los chicos irán la semana entrante. Así que aprovechando la calma de la noche para tomar al castaño que aun dormía para llevarlo al aeropuerto donde ya les esperaba el jet privado de Vongola...

Cuando el avión arribo, el bajo primero para saludar a Nono, el cual fue a recogerles al aeropuerto y por ello le pidió a la azafata que despertara al castaño.

- Reborn viejo amigo, me alegra ver que llegaron - le saludo Nono muy alegre, el cual era acompañado por sus guardianes.

- Tarde, pero al fin cumplí tu encomienda – sonrió orgullo de sí mismo.

- Sabia que no me fallarías, porque yo mismo soy testigo de que Tsuayoshi será un gran... - empezó a hablar pero...

- ¡¡¡¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!! – se escuchó como la azafata gritaba y salía corriendo de la aeronave... como si su vida dependiera de ello.

- ¿Pero qué...? - dijo Nono desconcertado mirando a ver como Reborn ya había sacado su pistola e igual sus guardianes tenían sus armas listas.

El lugar quedo en silencio y se podía escuchar como alguien caminaba a paso lento hacía, por lo cual todos estaban apuntando hacia la entrada del jet... donde después de pasar unos segundos vieron que era Tsuna quien les miraba con enojo desde la puerta.

- ¿Qué significa esto, bebe? – pregunto molesto mirando a ver a Reborn.

Nono estaba extrañado jamás había visto al castaño así o menos que le hablara de esa forma al pelinegro por lo que al mirarle de reojo noto que este se veía ligeramente sorprendido.

- ¿Porque la azafata salió corriendo y gritando? – pregunto Coyote mientras bajaba su arma pero aun así miraba con desconfianza al castaño.

- Porque le di su merecido, quien se cree esa herbívora para tocarme con tanta confianza – contesto de mala gana.

- Dime que no es cierto... - susurro Reborn el cual ya había entendido la situación pero no se explicaba cómo o porque... - ¿Hibari? – le nombro notando que el mencionado le miraba a ver a los ojos.

- ¡Reborn!, ¿qué significa esto? – pregunto molesto Nono

- No lo sé, pero pronto lo averiguare... - hablo enojado el pelinegro mientras ocultaba su mirada debajo de la sombra de su sombrero.

En tus zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora