Magician's Eternal Element

12-. Preparación: Viaje al Valle de los Truenos

12-. Preparación: Viaje al Valle de los Truenos.

-¿Segura que quieres hacerlo? Ya no habrá vuelta atrás.

-¿Crees que eso me importa?

El día siguiente ya iniciaría la misión de rescate por parte de los chicos. En ese instante Dylan, con Aiden en brazos, se encontraba con Ámber, quien tenía a Elías abrazado a su pierna sin querer soltarla, a la espera de la llegada de los otros para hablar con el Capitán.

En el tiempo en que el chico pasó congelado, ella convivió lo suficiente con los otros como para no odiarles tanto como antes, obviamente aún quedaba el granito de molestia que siempre aparecía cuando estaba con los otros, pero al menos los soportaba más que a los demás Magician. Era gracias a ese tiempo por lo que ahora ella pensaba contarles su secreto; no era algo tan importante, pero sí que podía provocar reacciones en la gente que no le gustaban... Bueno, no es como si alguna vez se lo haya contado a alguien aparte de Dylan y Elías (mentira, el chico lo descubrió por si solo cuando se coló por primera vez en su mente), pero Sarah varias veces había pensado en lo que podía pasar cuando se lo dijera a alguien.

Al ver llegar poco a poco a sus amigos decidieron entrar a la sala de reuniones en donde les estaba esperando el Capitán para darles los últimos detalles de lo que tenían que hacer. Ahí adentro, aparte de encontrarse el Sr. Rosewood también estaba la Sra. April y Erika. Cuando la última persona llegó, siendo ella Gretchen, y antes de que el Magician mayor hablará, el chico tomó la palabra.

-Ya sé para qué estamos aquí, pero antes les quiero presentar a alguien.

Todos los demás le miraron confundidos mientras él hacía que los hilos de sus muñecas fueran enredándose en una de las de los otros. Con los hilos de la derecha unía a Iñaki (quien llevaba cargando a Melody), Gretchen, Astrid y Elías; en cambio, los de la izquierda tenían atados a Kerem, April, Erika y al Capitán; pero, sin importar del lado en que estuvieran los hilos, al final terminaban en la Light, indicando con ello que sería la mente de ella en donde entrarían.

El chico les recomendó que cerraran los ojos un momento para que la confusión que iban a tener no fuera demasiada. El nuevo cambio de iluminación dejó ciegos a la mayoría de las personas por no estar acostumbrados a ello. Dylan, conociendo lo molesto que era todo aquello, les entregó a cada uno un par de lentes de sol que había llevado consigo en una bolsa sabiendo que eso iba a pasar; estaba claro que cuando salieran de ahí ya no las tendrían puestas por habérselas dado en la mente, pero al menos funcionaba bien la idea.

Sin esperar a que se acostumbraran, comenzó a caminar a través de la extraña mente que compartían sus dos amigas, casi hermanas, en busca de la que controlaba la luz para poder hallar a la que manejaba la oscuridad. En unos minutos sus acompañantes le dieron alcance, aún un tanto confundidos por el lugar en donde se encontraban. Apenas vieron de nuevo a Ámber esta se dio la vuelta mientras una sombra aparecía debajo de ella, creciendo de forma rápida a la vez que se alejaba de ella para hacer un camino que les llevaría hasta donde ellos deseaban. Para Dylan le era algo curioso que si quería hallar a la Dark primero debía ver a la Light, en el caso de que fuera Ámber quien estuviera controlando su cuerpo cuando él entraba a la mente de ellas, lo mismo sucedía en caso contrario cuando era Sarah quien se mantenía afuera y quería hablar con la otra.

Las demás personas se sentían demasiado confusas en ese lugar. Nunca antes habían estado dentro de la mente de otra persona, pero tenían el vago pensamiento de que se vería diferente, tal vez como una biblioteca de sueños y pensamientos o un laberinto de recuerdos, o incluso como el lugar favorito de la persona en cuestión, pero nunca como un lugar tan iluminado que podía dejar ciegos a las personas que se adentraban ahí. Tal vez la mente de un Magician tomaba forma del elemento que poseía.