1.1 - El ascenso del ladrón.

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1.1-El ascenso del ladrón.

Ocultos tras una pared, un joven vigilaba una pequeña tienda a unos cuantos metros de distancia, intentando calcular el momento ideal para poner en marcha su plan mientras un niño a su lado lo miraba, atento a las palabras que el mayor decía a nadie en especial, vigilando que nada se metiera en su camino.

Aún a esa distancia, el chico era capaz de notar el más mínimo detalle que pasaba dentro de la tienda, le daba risa como el encargado de atender a los clientes se entretenía pensando que estaba consiguiendo ligar con una joven clienta cuando ella, astutamente, solo fingía hacerle caso para poder llevarse alguna que otra pieza gratis; si tan solo el jefe viera esa situación...

Una persona afuera de la tienda se decidía si entrar o no, sin saber muy bien que hacer; él, en cambio, viendo como había actuado ese sujeto en ocasiones anteriores ya sabía lo que iba a hacer. Ese era el momento de ponerse en acción.

Actuando de forma casual, se encaminó a la tienda con el ritmo correcto para pasar detrás del tipo en el momento exacto en que éste abría la puerta. Todo iba como esperaba, con un rápido movimiento podía agarrar la bolsa que tenía preparada al lado de la puerta y pasar desapercibido gracias al otro que, sin saberlo, le ayudaba a ocultarlo con su cuerpo, solo tenía que salir antes de que la puerta se cerrara y todo saldría como había planeado... Si no hubiera sucedido un imprevisto.

Había calculado cada pequeño detalle, sabía cómo actuaban cada uno de los implicados y de lo que eran capaces de hacer, o eso pensaba hasta ese momento. Sabía que el jefe odiaba tratar a los clientes y que se la pasaba dentro de la cocina; sabía que el encargado tendía a coquetear con cualquier mujer que se le pasaba por enfrente y que la chica era bastante narcisista con su propia persona. Pero lo que no sabía era que el encargado era capaz de alargar la mano para intentar tocar de más a la chica.

Ante esa acción inesperada y para nada aceptada por la otra persona, ella no pudo evitar gritar y golpear la mano que se atrevió a tocarla, lo cual provocó que el cliente que acababa de entrar se asustara y diera un brinco a un costado, golpeando con ello al estante que estaba ahí, tirando todo lo que había y así, con el grito y el ruido mezclados, hacer que el jefe decidiera salir de la cocina para ver que estaba pasando.

Todo se había ido al traste. Viéndose atrapado por todos, el chico nopudo hacer más que agarrar la bolsa que había preparado antes que los otrostuvieran tiempo de reaccionar para detenerlo y echarse a correr a toda prisasin mirar atrás. Era obvio, por la cara de los demás, lo que iba a suceder sino se daba prisa en salir de ahí.

—¡Regresa aquí maldito ladrón! —Gritaba un sujeto mientras perseguía junto a otro a los dos chicos.

"Oh, claro, como lo dice tan amablemente lo haré enseguida". Pensaba de forma sarcástica el joven sin dejar de correr mientras que en un brazo cargaba a su hermano menor y con la otra sostenía la bolsa medianamente grande.

—¡Detente maldito mocoso! —Volvió a gritar el señor.

"¿Acaso no se cansan estos?"

Aquel chico, de nombre Dylan, siguió corriendo sin hacer caso a lo que le estaban gritando esos sujetos mientras esquivaban a las personas  y tiraba varias cosas que encontraba en su camino para dificultarle el paso a sus perseguidores.

Ya se estaba cansando de correr cuando entró dentro de un callejón. Casi lograba salir cuando uno de los sujetos que lo perseguía apareció de aquel lado. Al dar la vuelta para regresar por donde vino se encontró con el otro a varios metros de él. Estaba atrapado.

Dylan al ver la sonrisa de superioridad que tenía el hombre se enojó tanto que decidió hacer lo que lo que no tenía pensado. Dejó en el suelo a su hermano y la bolsa diciendo simplemente "cúbrete". El pequeño solo levantó sus brazos con las manos hechas puños y, al hacerlo, el suelo a su alrededor se elevó y lo cubrió como si fuera una tienda de acampada. Dylan al ver que su hermano estaba a salvo  volteó a ver a uno de los hombres con una sonrisa al ver su cara asustada.

Magician's Eternal ElementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora