11-. Nacer y Renacer

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¡¡¡¡¡¡¡IMPORTANTE!!!!!!! Ya se que muchos de ustedes me quieren matar por tardarme tanto en subir esto, pero la Preparatoria consume mucho de mi tiempo y además aun tengo vida social.

Quisiera decir muchas cosas acá pero no quiero hacerles spoiler, por lo que les recomiendo que lean las notas finales. Solo les aviso y recuerdo una cosa: ¿Recuerdan que había dicho que esto tendría M-preg?





11-. Nacer y renacer.

Iñaki se encontraba a fuera de la entrada este mirando a lo lejos las olas chocar con la arena en ese frío día de Enero. Mientras la puerta a su lado se abría para dejar paso a Astrid, él acercó un nuevo cigarro a su boca y lo encendió al prender una pequeña llama en la punta de su dedo. La chica del viento se le quedó viendo con enojo pero también con tristeza al saber la razón de por qué estaba haciendo eso: Iñaki, desde aquel día, solía fumar cuando se encontraba inquieto o recordaba lo sucedido, lo cual, desgraciadamente, era más seguido de lo que debería ser. Lentamente se sentó en el suelo a un lado de él y se le quedó viendo unos momentos antes de también dirigir su vista al lejano mar.

—Si sigues así tendrás cáncer y morirás. —Le regañó a medias.

—Han pasado cinco meses, si llego a morir será por otra cosa.

—Tal vez lo que pienso decir solo lo diría Ámber o Gretchen, pero lamentándote y fumando sin control no te lo traerá devuelta.

Iñaki se mantuvo en silencio unos pocos segundos y, sin apartar su vista de donde la tenía, le dijo:

—Tienes razón... Eso solo lo dirían ellas. Hablando de la callejera, ¿Cuándo volverá del pueblo?

—Llamó ayer, parece que a más tardar llega mañana pero lo más probable es que aparezca en unas horas. Me sorprende que regrese tan pronto, pensaba que se tardaría más.

El Fire no mencionó nada, simplemente se dedicó a terminar su cigarro. Recordó como la chica de la luz estuvo por varios días sin molestar ni dirigirle la palabra a nadie, mejor dicho era como si su alma haya dejado su cuerpo y entonces solo actuara automáticamente, pero al pasar del tiempo volvió a reaccionar a las cosas y comenzó a entrenar día y noche para que algo como eso no volviera a pasarle a nadie que ella conociera, pero unas semanas atrás había decidido sin más regresar por algún tiempo a Ville Lumière para hacer algo que creía que era necesario. Antes de volver a hablar esperó a que se consumiera por completo el cigarro y entonces pidió:

—Por favor, quítame el olor, tengo que ir a ver a Elías.

Astrid, sin dignarse a mirarlo en esa ocasión, atrajo una fuerte corriente de viento con la cual hiso lo pedido. Iñaki, al verse libre de aquello, regresó al cálido interior de Elements sin despedirse de su amiga y fue en buscar del pequeño niño; eso no era una tarea difícil al ser que el niño siempre se encontraba en el mismo lugar a excepción de unos breves momentos.

A cada paso que daba iba notando y recordando todos los cambios que había entonces en el Cuartel. Uno de esos cambios era que desde el encuentro contra los Dark la mitad de los Magician que conformaban a Elements ya no tenían ningún odio hacia Dylan (algo tarde, pensaba el Fire) ni a Ámber, de hecho, esta última ya tenía a muchos pretendientes (y pretendientas hay que decir) detrás de ella, pero como era de esperar ella siempre los despechaba y segaba apenas le hacían alguna proposición, no importaba si la proposición era tan inocente como una cita o algo más fuerte que eso. Todos tenían que saber lo agresiva que podía ser, pero eso solo les aumentaba el gusto por ella en vez de disminuirlo como debiera. La otra parte, en cambio, seguía odiándoles como siempre, o incluso más al ser que el Eternal fue capaz de enfrentarse a uno de los generales Dark y matarle; a pesar de lo que le sucedió al chico a ellos no les carcomía la conciencia por agradecer lo que le llegó a pasar.

Magician's Eternal ElementDonde viven las historias. Descúbrelo ahora