𝐂𝐇𝐄𝐄𝐑𝐋𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 |YM|

O8

Su cabeza se fue hacia un lado, su mirada sin expresión alguna se clavó en la cámara por unos cortos segundos, tan tediosos que el camarógrafo se sintió extraño, esa mirada tan intensa que le estaba dando, lo tenía completamente hipnotizado y se perdió en el paraíso cuando JiMin le regaló una media sonrisa.

Dejándose caer en la fortaleza de manos que tenían sus compañeros abajo. Se acomodó la falda tomando un pequeño suspiro y miró hacia atrás, la cancha estaba vacía, lo entendió, ellos tenían que grabar y los únicos en el lugar debían de ser ellos.

Volvió a tomar otro suspiro cuando vio como sus dos compañeras extendieron sus manos hacia él. Las tomó con firmeza, con ayuda de la base y las dos chicas, dió un giro en el aire con un split tan perfecto que todos quedaron sorprendidos. Sonrió una vez más cuando sus pies tocaron la espalda recta de un chico que no reconoció ni mucho menos conocía, miró a la cámara una vez más e hizo una linda pose que derritió al camarógrafo.

Cuando Soyeon dió por finalizada la toma del vídeo, JiMin bajó con ayuda de Taehyung, estaba cansado, aún no estaba al cien como para estar haciendo ese tipo de cosas. Acomodó su uniforme y tomó de su botella de agua.

— Estuviste increíble, JiMin —ese mismo chico le habló. — Si sigues así, lo más seguro es que el director te agarre como nueva capitana.

— Todo lo que hago es increíble. — Alzó sus hombros, dándole una sonrisa prepotente. — A esto, ¿Cómo te llamas?

— Jackson, Jackson Wang. — Se presentó estirando su mano, teniendo una sonrisa en su rostro. — Un gusto, linda.

— Ni como presentarme porque ya sabes quién soy. — Se rió estrechando su mano.— Un gusto Wang, espero llevarnos muy bien.

— Más que bien nos vamos a llevar. — Su sonrisa en ningún momento desapareció y JiMin sintió extraño. — Algún día de estos salgamos para conocernos mejor.

JiMin apartó su mano cuando Jackson acarició la palma de su mano con uno de sus dedos, mientras lo mirada con una mirada llena de deseo o eso creyó al verlo.

— Me debo de ir. — Sin esperar alguna respuesta, JiMin caminó hacia su mejor amigo. — Tata.

— ¿Todo bien, Mimi? — Inquirió bebiendo de la botella de agua que tenía JiMin. — ¿Qué te dijo ese imbécil?

— Que un día de estos le gustaría salir conmigo en plan para conocernos. — Rodó los ojos negando lentamente. — Idiota, si no supiera sus intenciones.

— Con esto compruebo que Soeun tuvo razón al decir que él se a cogido a todos los del equipo, quitando de esa lista a Soe.

— Y ahora va por los nuevos, maldito imbécil. — Murmuró moviendo su cabeza hacia un lado y cuando lo vio, una gran sonrisa se formó en su rostro. — Ahora vengo.

— No demores que nos tenemos que ir, mirá que nos hemos escapado de clases y si papá se entera a los dos nos mata JiMin. — Le advirtió viendo el reloj en su mano izquierda. — Son las diez, si queremos estar en las dos últimas clases te debes de apurar.

— Bueno. — Asintió caminando hacia las mesas, no quedaban tan lejos de la cancha y eso lo puso un poco feliz ya que si Yoongi estuvo todo el tiempo allí, lo vio. — Hola.

Yoongi levantó la mirada, dejando el libro que estaba leyendo en la mesa.

— ¿Ya te sientes mejor? — JiMin negó sentandose en frente de él. — No deberías de haber venido si te sientes mal, ¿Ya has tomado algo?

— Era obligatorio venir. — Arrugó su nariz, haciendo un ademán con sus manos e inclinándose hacia él, sonrió. — Ya tomé algo pero... Te necesito a ti para estar bien.