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Sus ojos se abrieron con lentitud, la luz lo cegó y dejó escapar un gemido, alertando a los que estaban con él. JiMin cerró sus ojos tratando de acostumbrarse a la luz del dia. Frotó sus ojos soltando un bostezo, había dormido tan bien, pero su cuello quedó doliendo por tan incómoda posición.

— Al fin despiertas —, dijeron a su lado, JiMin giró su rostro y se sorprendió al ver que no estaba en una habitación, sino en una de las mesas de la cafetería de la universidad. — Pensé que te tenía que despertar.

— Taehyung —. Musitó bajito, no comprendiendo que pasaba. — ¿Qué hago aquí? ¿Dónde está Yoongi?

— ¿Yoongi? El hijo de perra ese está allá, con esa zorra. — señaló con su cabeza, manteniendo una mueca de desagrado en el rostro. — Vinimos a las prácticas y como Soyeon se retrasó, te quedaste dormido.

JiMin giró su rostro hacia la dirección en que Taehyung le dijo, ahí lo vio, con su uniforme de fútbol, hablando animadamente con una chica que no conocia y nunca había visto. Se levantó dispuesto a ir hacia él pero la mano de Taehyung lo detuvo, se giró y lo miró confundido, esperando una respuesta.

— ¿A dónde crees qué vas?

— Él no tiene nada que estar hablando con ella, es mi novio.

— JiMin, Yoongi te terminó hacia dos días, no quiere saber nada de ti, por lo tanto no tienes porque irle a reclamar a ese hijueputa por estar con otra. — le recordó y JiMin negó, Taehyung asintió e hizo que se sentara —. Acepta que...

— Estás loco, Yoongi y yo ayer nos vimos y nos reconciliamos, ¿Por qué dices eso?

— JiMin, ey, ayer no te viste con Yoongi, nunca estuviste con él y no se reconciliaron, Yoongi te odia.

— ¡Eso es mentira, ayer yo me ví con él, me dijo que en todo este tiempo el supo que yo era un chico! — dijo con histérico, con sus mejillas mojadas por las primeras lágrimas. JiMin se negaba a creer que todo lo que hizo con Yoongi haya sido un jodido sueño.— Si me ví con él, me dijo que solo era un broma, ¡Taehyung, créeme, yo me ví con Yoongi!

Rogó con un hilo de voz que le erizó la piel a Taehyung, sus lágrimas caían una tras otra, los hipidos y sollozos destrozaron el corazón de su amigo. JiMin se veía tan vulnerable, como un niño pequeño queriendo a sus papás. Se apresuró a ponerse de pie y estrechó en sus brazos a su amigo, escondiendo su rostro en la curva de su cuello.

— Perdón, si yo no hubiera dado la tonta idea de convertirte en porrista quizá no estarías aqui, llorando por ese imbecil. — Murmuró acariciando sus rosados cabellos, Taehyung cerró sus ojos y dejó descansar su mentón en la cabeza de JiMin. — Llora todo lo que quieras, yo estaré aquí contigo, no te dejaré solo hasta que tu dolor se haya ido.

— Tata...

— Chicos —, Soeun llegó a su lado, pero cayó al ver cómo JiMin lloraba desconsoladamente en los brazos de Tae —, sé que es difícil para ustedes pero, Soyeon a pedido reunirnos para iniciar la última práctica.

— Soe, danos un minuto — pidió a la fémina, quien asintió dejándolos solos. Taehyung se separó de JiMin y limpió sus lágrimas con sus dedos. — Todo estará bien, Mimi, falta poco para que todo esto termine. Ya mañana podremos irnos y olvidar esta amarga etapa.

— Si todo fue un sueño entonces, ¿JungKook? Ayer también me ví con él.

— JungKook está bien, está en la casa con papá, ustedes ayer se vieron y luego se reunieron con nosotros en casa de Soeun. Por eso es imposible que ayer estuvieras con Yoongi, nosotros hicimos todo lo posible para que no pensaras en él y lloraras.

𝐂𝐇𝐄𝐄𝐑𝐋𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 |YM| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora