𝐂𝐇𝐄𝐄𝐑𝐋𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 |YM|

Epílogo.

JiMin apretó la mano de Yoongi, ambos viéndose fijamente con una sonrisa, en la espera de que la puerta sea abierta. Uno estando más emocionado que el otro.

Hace unos minutos habías llegando a la propiedad de su amigo, luciendo emocionados por verlos luego de unos torturosos meses. La puerta fue abierta dejando a Taehyung al descubierto, ya no compartían color de cabello, ambos decidieron cambiarlo por un color diferente pero que se complementaba con sus actuales parejas.

— ¡Tata! — saludó saltando hacia su amigo, ¿Cuántas veces no deseó abrazarlo? Todas las noches, desde que él decidió hacer su vida al lado de su novio. — Me da mucho gusto verte.

— ¿Ya se cansaron de culiar? — fue lo primero que preguntó, viéndolos con sus brazos cruzados. — JiMin, te soporté todo, incluso que te fueras a vivir a otra ciudad, pero eso de que hablemos por videollamada una vez al mes y solo dos minutos no te lo perdono, me dejas plantado solo coger con este.

— Eso es mentira, tata, ¿Cómo crees eso?

— Hola Tae, no puedo hablar, hoy es noche de sexo, lo siento —, imitó la voz de JiMin, simulando hacer un teléfono con sus manos. — Caen tan mal.

— Hola, tonto hermano —, Yoongi se metió en la conversación, poniendose frente de JiMin. — Yo también te extrañe, gracias.

— Hasta que te acordaste que tienes un hermano y ni el paro le haces para ir a culiar con Hoseok a gusto. — echó en cara. Yoongi suspiró metiendo sus manos dentro de sus jeans. — El día en que me llames y me digas: 'hey hermanito bonito, vente para mi casa una semana entera para que estés con Hoseok y culeen todo lo que quieran en los moteles e incluso aquí en unos de los cuartos, yo te pago los pasajes' ese día, te besaré el cerebro por pensar en esta pobre alma que no puede coger.

— ¡Vamos si cuando hablo con JungKook siempre me dice que andas por ahí cogiendo con Hoseok!

— No todo en esta vida es sexo, Taehyung.

— cómo se ve que no le sabes hermanito — negó haciéndose hacia un lado, dejándolos pasar a la casa. — Ya quiero que conozcan a Binnie, es una cosita hermosa muy hermosa y chiquito.

— ¿Dónde están? — preguntó ansioso, viendo a su alrededor, buscando a su otro mejor amigo. — JungKook.

Llamó subiendo las escaleras, las cosas habían cambiado tanto, la familia Kim ya no vivían en un departamento sino que buscaron una casa grande y espaciosa.

Las risas le hicieron saber que estaban en una de las habitaciones, primero ingresó a la del bebé pero no había nadie. Arrugó su nariz y siguió caminando, deteniéndose en la habitación principal, la puerta estaba medio abierta, y JiMin se asomó para ver si su amigo estaba ahí.

Cerró sus ojos al verlo encima del papá de su amigo mientras lo besaba. Todavía se le hacia extraño verlos juntos, la diferencia de edad en ambos era notoria. Suspiró apretando sus labios, alejandose de la puerta.

— ¡¿JungKook, dónde estás?! — medio gritó retomando su camino, estando de nuevo frente a la habitación principal, tocó la puerta —, JungKook.

— Pasa, te estoy esperando JiMin — invitó desde adentro.

— Hola, Kookie, hola NamJoon hyung — saludó alegre, entrando a la habitación. Los miró pero sus ojos se desviaron hacia otro lado.

— Hola JiMin, una lastima que no pueda quedarme con ustedes pero el trabajo llama. — se lamentó el policía, poniéndose de pie. — Nos vemos más tarde.

— No se preocupe, vaya con cuidado. — sonrió caminando hacia la cama, su mirada estaba absorta en ese bulto envuelto en sábanas de dinosaurios.

— Conduce con cuidado, te amo. — JungKook sonrió volviendo a besar sus labios. — Me llamas cualquier cosa, ¿De acuerdo?