𝐂𝐇𝐄𝐄𝐑𝐋𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 |YM|

Final

— ¿Estás seguro en presentarte? El médico te mandó reposo — insistió su madre viéndolo desde el asiento del copiloto. — Soyeon me llamó y dijo que no había ningún problema con que faltaras, que primero era tu salud.

— Quiero hacerlo, antes de acabar con toda esta farsa quiero dejarles tan siquiera algo bueno en esta versión mia que lo único que trajo fue desgracias —, reafirmó viéndose en el pecho, a su lado estaba Taehyung luciendo nervioso, él también lo estaba, le aterraba la idea de que algo pasara durante el espectáculo. — Tendré cuidado, mamá.

— Ven y te ayudo a quitarte esto —, se giró acercándose a su amigo, acomodó sus flequillos antes de quitarle con cuidado el cuello ortopédico. — ¿Ya no duele?

Negó tomando una profunda inhalación, viendo desde la ventanilla como las personas llegaban al lugar. A lo lejos vió a JungKook alado de Hoseok hablando de quién sabe que, buscó con su mirada a cierta persona pero todas sus esperanzas se fueron a la borda al no verlo por ningún lado.

Yoongi lo había ido a ver a la casa a las tres de la mañana, corrió con suerte de que sus padres y gran parte de los empleados estuvieran despiertos, la comida no le había caído muy bien, los medicamentos en su cuerpo causaron que la devolviera. Lo lamentó por unos cortos segundos puesto que Yoongi llegó justo en ese momento, hasta pareció que todo dolor desapareció con verlo.

Su visita lo alegró pero lo que en verdad lo emocionó fue que se quedara a dormir con él. No cruzaron palabras, JiMin no quería arruinar ese momento con ese tema, solo lo abrazó –luego de haber comido algo más suave que la empleada le hizo– y se durmió en su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

Lo único que JiMin odió fue que al despertar Yoongi no estuviera a su lado. Su madre le había dicho que se levantó muy temprano y se marchó no sin antes pasar a saludar al perico.

— Gracias —. Murmuró luego de que el chófer les había abierto la puerta para que bajaran. Respiró hondo saliendo del auto con ayuda de su madre. — ¿Mamá, creés que vendrá?

— No lo sé, Yoongi no me dijo nada. — Negó levantando sus hombros —mira, allá está Kook y el novio de Tae.

— ¡JiMin, Tata, mamá! — Saludó desde lo lejos con su mano levantada, dejando a la vista su no muy notoria barriga.

— JungKookie, ¿Cómo vas?

— Todo en orden, mañana tendré cita para verlo — sonrió con emoción, poniendo sus manos encima de la fémina. — ¿Me acompañarás?

— Sabes que si, soy tu mamá y tengo que estar pendiente a ti ahora más que nunca.

— ¿Te sientes bien, JiMin? ¿Ya no duele tu cuello? — Hoseok habló acercándose a JiMin. — Se ven bien.

— Siempre me veo bien y si, ya estoy bien. — Asintió agarrando el bolso deportivo, miró a Taehyung, estirando su mano hacia él —, vamos.

— Nosotros nos vamos a las gradas, ¡Ánimo! — JungKook apretó sus manos dándoles fuerza. — Y con cuidado, no quiero más accidentes.

— Mi sueño siempre fue tener una niña, pero ahora me basta con mis tres hijos así que apúrate que no soporto verte vestido de mujer. ¡Animo hijos! — La señora Park agarró el brazo de JungKook, y juntos caminaron hacia las gradas.

— ¿Me veo bonito? — Preguntó con una sonrisa, abrazando a Hoseok por la cintura. — Tuve que hacer magia para que mi cabello se viera más largo.

— Siempre te has visto precioso pero hoy exageras te —, Hoseok sostuvo su rostro con sus dos manos y rozó su nariz con la del chico, manteniendo una enorme sonrisa en sus labios. — Mi hermoso chico se ve muy bonito hoy.