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Su mirada recorrió cada parte de su cuerpo, a través del espejo podía ver su figura con ese diminuto shorts  deportivo de color rojo, una blusa blanca la cual iba acompañada de una chaqueta del mismo color que el shorts.

Si que el uniforme deportivo era mucho más exótico que el de porristas o así lo veía JiMin.

Suspiró sintiendo se agotado de solo pensar que sus preciadas piernas serán expuestas ante aquellas miradas, si, a JiMin le encantaba ser el centro de atención, pero no del tipo de atención dónde las miradas solo demuestran deseos sexuales por su gran trasero y piernas.

Arrugó su nariz, acomodándose los shorts y ese ajustado boxer que impedía que su pene se notara y, aunque no lo quería admitir, sin duda estaba agradecido de que Taehyung haya conseguido ese tipo de ropa interior para que no se les viera.

Viéndose una última vez en el espejo, JiMin sonrió al ver cómo el top que tenía puesto, le hacia ver cómo si tuviera senos, pequeños pero tenía.

Se acomodó su cabello, el cual estaba más largo y lo supo al ver cómo las hebras en su raíz estaban negras, debía de teñirlo.

Saliendo del vestíbulo, JiMin caminó hacia Taehyung quien lo estaba esperando junto con Soeun.

— Tata. — Lo llamó, tomando su brazo. — Te quería contar algo.

— ¿Qué es? — Preguntó, comenzando a caminar hacia la cancha. — Hoy no tuvieron prácticas los del equipo de fútbol por lo tanto Soyeon la ocupará.

— Ayer tuve un sueño muy feo. —  Contó apretando sus labios. — Soñé que Choa me daba la noticia de que estaba saliendo con Yoongi y cuando lo dijeron se besaron e incluso me agradecieron.

— Los sueños son solo eso JiMin, sueños. Papá solía decirme eso cuando era niño. — JiMin lo miró atento y Taehyung sonrió picandole la nariz. — Cuando sueñas con un acontecimiento que tanto quieres o que no deseas que pase; hay un 90% que no se cumpla.

— ¿Eso quiere decir que Choa no se hará novia de Yoongi?

— No porque has soñado que lo son. — Sonrió y eso bastó para que JiMin le devolviera la sonrisa, acto que hizo que sus ojos se cerraran. — Tranquilo, vas muy bien.

— Re bien, tanto que Yoongi no deja de hablar del piojo que me sacó. — Poniéndose en la fila, JiMin comenzó a estirar a la par de los demás. — En toda la cita él no paró de repetir el piojo.

— Fue un buen encuentro, quizá en un futuro esos sean buenos recuerdos y el inicio de algo. — Comentó meneando su cadera en círculos — Sería genial que cuando la gente les pregunte cómo se conocieron y ustedes les cuenten esa divertida anécdota.

— ¡Trote suave y las bases luego de cinco vueltas en la cancha se irán al pasamanos, los necesito fuertes muchachos! — Soyeon soltó aplaudiendo para que hicieran lo que les ordenó. — ¿¡Quienes somos!?

— ¡Somos YJ!

Todos respondieron a la par, manteniendo el orden a la hora de comenzar a trotar.

— ¿¡A quienes vamos a conquistar!? — Volvió a preguntar fuerte y claro.

— ¡Al mundo!

— A Yoongi. — Murmuró JiMin deteniendo su trote, los cordones se le habían desamarrado. Suspiró acomodando sus cabellos para luego hacerse a un lado. — Yoongi, Yoon...

No terminó de pronunciar su nombre cuando sintió como alguien se puso detrás suyo, lo suficiente como para hacer fricción con su trasero. Poniéndose recto en un santiamén, se giró dispuesto a golpear a la persona que lo hizo.

𝐂𝐇𝐄𝐄𝐑𝐋𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 |YM| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora